Un sesgo cognitivo, por su parte, es una alteración en la mente humana que es moderadamente difícil de eliminar y que lleva a una distorsión de la percepción, una distorsión cognitiva, un juicio impreciso o una interpretación ilógica².

Academicamente, lo consideramos un error que aparece en los resultados de un estudio debido a factores que dependen de la recogida, análisis, interpretación, publicación o revisión de los datos que pueden conducir a conclusiones que son sistemáticamente diferentes de la verdad o incorrectas acerca de los objetivos de una investigación¹.

En los últimos años, los sesgos se han hecho tendencia entre las mujeres, incluso se ha determinado un gesto que internacionalmente simboliza liberémonos de los sesgos cognitivos.

Realizar una taxonomía de los sesgos cognitivos acorde a los niveles de conciencia es una tarea ardua y compleja. Especialmente cuando tenemos claro que los niveles superiores de conciencia son inclusivos de las instancias anteriores*. Lo que SI fuimos clarificando es que son más comunes de manifestarse cuando atravesamos los niveles negativos y en los positivos desde el 1 hasta el 4, afectando directamente nuestro bienestar, nuestras relaciones y nuestro desempeño, ya que impiden una evaluación crítica y objetiva de la información disponible.

* Estos niveles o estados no son rígidos sino que son como “olas” en constante movimiento de subida y bajada, con situaciones constantes de sobre posición entre unas y otras a pesar de que exista una tendencia a centrar la existencia en un estado principal. En palabras de Beck, la conciencia es “…una espiral confusa, asimétrica, con múltiples mezclas más que tipos y situaciones limpias y puras. Es un mosaico de combinaciones y posibilidades”.

Sesgos de Probabilidad y Creencias

Estos sesgos son muy propios de los niveles negativos del MET y tienene implicancias destructivas tanto personalmente como en nuestras relaciones.

Dado que una probabilidad es la posibilidad de que algo pueda ocurrir. Son prejuicios que la mente crea por adelantado y luego terminan afectando nuestras creencias.

Una creencia es un modelo creado por la mente para satisfacer un deseo, generalmente sobre un hecho real o imaginario, del cual se desconoce o no se acepta, una alternativa o una respuesta racional. En una creencia todos aquellos individuos que compartan dicho deseo darán por buena una proposición y actuarán como si fuese verdadera, aunque no lo sea¹.

Ellis los describe como creencias irracionales que Implican la tendencia a basar las valoraciones o evaluaciones en creencias personales, sin tener en cuenta la evidencia objetiva o la lógica.

Hoy, la teoría de la probabilidad se usa extensamente en áreas como la estadística, la matemática, la ciencia y la filosofía para sacar conclusiones sobre la probabilidad de sucesos potenciales y la mecánica subyacente de sistemas complejos¹.

Algunos ejemplos de sesgos en la probabilidad y las creencias son:
– Efecto de ambigüedad: La evasión o rechazo directo de las opciones que por falta de información parecen tener una probabilidad incierta o desconocida¹.
Disponibilidad heurística: Es una predicción sesgada, debido a la tendencia a centrarse en el beneficio o suceso más sobresaliente, más familiar y emocionalmente cargado¹.
Prejuicio de creencia: Es la tendencia a aceptar argumentos que se alinean con las creencias preexistentes, incluso si son débiles, inválidos o erróneos, y a rechazar los argumentos que contradicen las creencias preexistentes, incluso si son sólidos y lógicos².

Sesgos de Atención y Presencia:

Son aquellos que afectan la forma en que seleccionamos o ignoramos la información relevante o irrelevante para realizar una decisión o un juicio.

Estos sesgos afectan directamente sobre la forma que utiliza nuestra mente para tornarse resiliente. Es por eso que los ubicamos relacionados con el Nivel 0

Por ejemplo, el sesgo de anclaje, que es la tendencia a dar más peso a la primera información que se recibe, o el sesgo de disponibilidad, que es la tendencia a basarse en la información más fácil de recordar o acceder.

Según los resultados de la búsqueda web, los sesgos de atención son tendencias a prestar más atención o a fijarse más en unos estímulos frente a otros, según nuestros intereses, emociones o creencias(6). Los sesgos de atención pueden tener diversas consecuencias, como:

– Distorsionar nuestra percepción de la realidad y generar pensamientos erróneos o ilógicos (6-7).
– Aumentar nuestra sensibilidad al precio, la rotación de clientes, la lealtad a la marca y las ganancias en el ámbito de la atención al cliente (5).
– Influir en nuestra memoria y en nuestra toma de decisiones, ya que podemos enfatizar o ignorar cierta información relevante (7-8).

Afectar nuestro estado de ánimo y nuestro nivel de ansiedad, ya que podemos centrarnos en procesar estímulos negativos o amenazantes (9)

Sesgos de Reconocimiento y Recordación:

Estos sesgos afectan la forma en que almacenamos, recuperamos o modificamos la información en nuestra mente.

Los sesgos de reconocimiento se relacionan con una tendencia a sobreestimar la frecuencia o importancia de algo. Reconocemos más fáciles las cosas que recordamos apriori en nuestra mente, sin necesidad de evocarlas preciamente. Por ejemplo, luego de ver tantas noticias sobre accidentes aéreos, nuestro modelo mental nos lleva a concebir que volar es muy peligroso, aunque todas las estadísticas indiquen lo contrario.

Esta tendencia a recordar selectivamente ciertos hechos o eventos que se ajustan a nuestras creencias o expectativas, mientras olvidamos o ignoramos otros que las contradicen. Por ejemplo, si tenemos una opinión negativa sobre alguien, podemos recordar solo sus defectos o errores, y olvidar sus virtudes o aciertos.

Estos sesgos pueden afectar nuestra percepción de la realidad y los compromisos posteriores que elegimos asumir, es por eso que los ubicamos en el Nivel 1 del Modelo MET.

Para evitarlos, se recomienda buscar información objetiva y diversa, contrastar diferentes fuentes y puntos de vista, y ser críticos con nuestras propias creencias y prejuicios.

Por ejemplo, el efecto de falsa memoria, que es la tendencia a recordar eventos que no ocurrieron o de manera distorsionada, o el efecto de primacía y recencia, que es la tendencia a recordar mejor la primera y la última información que se presenta.

Sesgos Emocionales y de Relación

Tendencias o errores sistemáticos que afectan el proceso de pensamiento y la manera de evaluar o interpretar información, especialmente cuando buscamos una solución rápida y/o tenemos una creencia previa.

Estos sesgos afectan directamente sobre nuestras emociones y los podemos detectar cuando nos observamos interactuar en las 4 direcciones. Con esto me refiero a la forma en que nos relacionamos con nosotros mismos, como con las circunstancias, nuestra fuente de significación y con las otras personas.

La lista de ejemplos es larguísima, pero aquí les recuerdo dos ejemplos.

  • La aversión a la pérdida, que es la preferencia por evitar las pérdidas en lugar de buscar las ganancias, o el sesgo de status quo, que es la preferencia por mantener las cosas como están en lugar de cambiarlas.
  • El efecto halo, la tendencia a atribuir características positivas o negativas a una persona basándose en una sola impresión, o el efecto de conformidad, que es la tendencia a adaptar las opiniones o conductas propias a las del grupo.
Relación entre los sesgos cognitivos y las emociones

Esta relación es compleja y bidireccional. Por un lado, las emociones pueden influir en la forma en que procesamos, interpretamos y evaluamos la información, generando distorsiones o errores en nuestro pensamiento. Por otro lado, los sesgos cognitivos pueden afectar la forma en que experimentamos, expresamos y regulamos nuestras emociones, alterando nuestro estado de ánimo o bienestar.

Algunos ejemplos de cómo las emociones pueden provocar sesgos cognitivos son:

– El sesgo de optimismo, que es la tendencia a sobreestimar la probabilidad de que ocurran eventos positivos y subestimar la de los negativos. Este sesgo puede estar relacionado con emociones como la esperanza, la confianza o la autoestima.

– El sesgo de negatividad, que es la tendencia a prestar más atención y dar más peso a la información negativa que a la positiva. Este sesgo puede estar relacionado con emociones como el miedo, la ansiedad o la tristeza.

– El sesgo de confirmación afectivo, que es la tendencia a buscar o interpretar información que sea coherente con nuestro estado emocional actual. Este sesgo puede estar relacionado con emociones como la ira, el amor o el odio.

Algunos ejemplos de cómo los sesgos cognitivos pueden provocar emociones son:

– El sesgo de atribución, que es la tendencia a explicar el comportamiento propio o ajeno en función de factores internos o externos. Este sesgo puede generar emociones como el orgullo, la culpa, la admiración o el desprecio.

– El sesgo de auto-servicio, que es la tendencia a atribuirse los éxitos y atribuir a factores externos los fracasos. Este sesgo puede generar emociones como la satisfacción, el alivio, la frustración o el resentimiento.

– El sesgo de falso consenso, que es la tendencia a sobreestimar el grado en que otras personas comparten nuestras opiniones, creencias o actitudes. Este sesgo puede generar emociones como la validación, el apoyo, la sorpresa o el rechazo.

Estos son solo algunos ejemplos de la relación entre los sesgos cognitivos y las emociones. Lo importante es ser conscientes de cómo ambos fenómenos se influyen mutuamente y a través del entrenamiento minimizar sus efectos negativos en nuestra vida personal, social y profesional.

Sesgos de Decisión y Elección:

Son aquellos que afectan directamente la forma en que accionamos o establecemos procesos para que una meta se lleve a cabo de forma efectiva. Claramente los sesgos no afectan directamente nuestras acciones, sino que lo hacen sobre nuestro observador y es este el que nos lleva a tomar decisiones de acción equivocadas.

Estos sesgos influyen en la toma de decisiones y predisposiciones conductuales de manera negativa o positiva, dependiendo del contexto y del objetivo. Por ejemplo, pueden conducir a errores de juicio, falta de objetividad, desperdicio de recursos, pérdida de oportunidades, o también pueden facilitar la resolución de problemas, la motivación, la creatividad, la adaptación al entorno, etc.

Para reconocer y abordar los sesgos se recomienda ser consciente de su existencia y su influencia, buscar información diversa y contrastada, analizar las ventajas y desventajas de cada opción, consultar con otras personas o expertos, y revisar los resultados y las consecuencias de las decisiones tomadas.

Algunos ejemplos de sesgos que afectan la acción y los procesos y son aplicados al MKT son los siguientes:
– El efecto de Dunning-Kruger, que consiste en sobreestimar o subestimar nuestro nivel de competencia en un determinado ámbito.
– El sesgo de confirmación, que consiste en buscar o interpretar la información de manera que confirme nuestras creencias o hipótesis previas.
– El sesgo de anclaje, que consiste en basar nuestras estimaciones o juicios en la primera información que recibimos, sin ajustarla suficientemente a la luz de nuevas evidencias.
– El sesgo de disponibilidad, que consiste en evaluar la probabilidad o frecuencia de un evento según la facilidad con la que podemos recordar ejemplos del mismo.
– El sesgo de representatividad, que consiste en clasificar o juzgar algo según el grado en que se ajusta a un estereotipo o prototipo mental.
– El sesgo de autoridad, que consiste en dar más credibilidad o peso a la opinión o información de una persona que percibimos como experta o influyente.
– El sesgo de grupo, que consiste en favorecer o defender los intereses, opiniones o acciones de nuestro grupo de pertenencia, y desvalorizar o rechazar los de otros grupos.
– El sesgo de falso consenso, que consiste en asumir que nuestros puntos de vista, actitudes o comportamientos son compartidos por la mayoría de las personas, sin tener evidencia suficiente para ello.
– El sesgo de optimismo, que consiste en sobreestimar la probabilidad de que nos ocurran cosas positivas y subestimar la de que nos ocurran cosas negativas.
– El sesgo de pesimismo, que consiste en lo contrario del anterior, es decir, subestimar la probabilidad de que nos ocurran cosas positivas y sobreestimar la de que nos ocurran cosas negativas.
– El sesgo de autoengaño, que consiste en negar o distorsionar la realidad para evitar enfrentarnos a aspectos dolorosos o desagradables de nosotros mismos o de nuestra situación.
– El sesgo inconsciente, que consiste en una suposición, creencia o actitud adquirida que existe en el subconsciente y que nos lleva a actuar o reaccionar de manera involuntaria e irracional hacia otras personas o situaciones.

Otros sesgos cognitivos aplicados al Marketing.

Sesgos de Razonamiento y Reflexión:

Son aquellos que afectan la forma en que procesamos, interpretamos o evaluamos la información para llegar a una conclusión o una solución.

Incluyen pensamientos ilógicos o distorsionados que se producen por diferentes factores, como la selección de la información, la confirmación de las creencias, el contexto o el contenido. Los sesgos de razonamiento pueden afectar desde nuestro lenguaje, a la forma en que abordamos el mundo, reflexionamos y aprendemos.

Por ejemplo, el sesgo de confirmación, que es la tendencia a buscar o interpretar información que confirme nuestras propias preconcepciones, o el sesgo de atribución, que es la tendencia a explicar el comportamiento propio o ajeno en función de factores internos o externos.

Sesgos de Identidad, Autoridad y Liderazgo:

  • Sesgo de identidad: es la tendencia a favorecer o defender a las personas o grupos con los que nos identificamos o sentimos afinidad, y a rechazar o criticar a las personas o grupos con los que no nos identificamos o sentimos aversión. Este sesgo puede afectar nuestra percepción, juicio y comportamiento hacia los demás, y puede generar prejuicios, discriminación o conflicto. Por ejemplo, podemos tener un sesgo de identidad hacia nuestro equipo de fútbol favorito, nuestra nacionalidad, nuestra religión o nuestra ideología política, y verlos como superiores o más racionales que los demás.
    .
  • Sesgo de autoridad: es la tendencia a obedecer o seguir las órdenes, opiniones o consejos de las personas que tienen una posición de poder, prestigio o influencia, sin cuestionar su validez, veracidad o moralidad. Este sesgo puede afectar nuestra capacidad de pensar críticamente, actuar libremente o defender nuestros derechos e intereses, y puede generar sumisión, conformismo o complicidad. Por ejemplo, podemos tener un sesgo de autoridad hacia nuestro jefe, nuestro profesor, nuestro médico o nuestro líder religioso, y hacer lo que nos dicen sin dudar o resistir.
    .
  • Sesgo de liderazgo: es la tendencia a atribuir el éxito o el fracaso de un grupo o una organización a las cualidades o acciones de su líder, ignorando otros factores internos o externos que pueden influir en el resultado. Este sesgo puede afectar nuestra evaluación, reconocimiento o responsabilización del líder y de los demás miembros del grupo u organización, y puede generar admiración, confianza o lealtad excesivas o injustificadas. Por ejemplo, podemos tener un sesgo de liderazgo hacia el presidente de un país, el director de una empresa, el entrenador de un equipo deportivo o el fundador de una ONG, y creer que son los únicos responsables del éxito o el fracaso de sus respectivos grupos u organizaciones.

Sesgos de Calidad y Propósito:

Es la tendencia a creer que nuestras acciones o las de los demás tienen un significado, una intención o una finalidad más allá de lo que realmente tienen, y a interpretar los acontecimientos o las situaciones como parte de un plan, un destino o una misión. Este sesgo puede afectar nuestra comprensión, motivación o satisfacción con la realidad, y puede generar ilusión, optimismo o esperanza infundados o irracionales. Por ejemplo, podemos tener un sesgo de propósito hacia nuestra carrera profesional, nuestra pareja sentimental, nuestra vocación artística o nuestra causa social, y creer que son el sentido de nuestra vida o el motivo de nuestra existencia.

Sesgos de Conciencia Espiritual:

Es la tendencia a creer que tenemos un conocimiento o una conexión especial con una realidad trascendente, superior o divina, y a sentirnos más sabios, más iluminados o más bendecidos que los demás. Este sesgo puede afectar nuestra percepción, juicio y comportamiento hacia nosotros mismos y hacia los demás, y puede generar orgullo, arrogancia o intolerancia. Por ejemplo, podemos tener un sesgo de conciencia espiritual hacia nuestra religión, nuestra filosofía, nuestra meditación o nuestra experiencia mística, y creer que nos dan un acceso privilegiado a la verdad o a la felicidad.

Una compilación y posterior desarrollo del Dr Fabián Sorrentino para la asignaciones y carreras relacionadas a Sonría.University

Algunas fuentes consultadas con acceso el 20/5/2023
(1) Sesgo en la probabilidad y creencias | Mi Mundo en la Tierra.

(2) Anexo: Sesgos cognitivos – Wikipedia, la enciclopedia libre.
https://es.wikipedia.org/wiki/Anexo:Sesgos_cognitivos

(3) Sesgos en La Probabilidad y Creencias | PDF | Falacia – Scribd.
https://es.scribd.com/document/267337486/Sesgos-en-La-Probabilidad-y-Creencias

(4) Sesgo de Creencias: La RAZÓN de porque ENTIENDES lo que QUIERES.
https://trubic.app/articulo/sesgo-de-creencias

(5) Los 20 sesgos cognitivos más comunes: ¿Cómo nos afectan?.
https://www.mundopsicologos.com/articulos/los-11-sesgos-cognitivos-mas-comunes

(6) ¿Qué es el sesgo atencional? Cuando tu cerebro se fija … – Infosalus.
https://www.infosalus.com/salud-investigacion/noticia-sesgo-atencional-cuando-cerebro-fija-mas-te-preocupa-interesa-20190826081938.html

(7) Mala atención al cliente: causas, consecuencias y ejemplos.
https://bing.com/search?q=sesgos+de+atenci%c3%b3n+y+sus+consecuencias

(8) ¿Qué es un sesgo de atención? – Spiegato.

¿Qué es un sesgo de atención?



(9) Ansiedad: Sesgos atencional e interpretativo – Clínica de la Ansiedad.
https://clinicadeansiedad.com/ir-de-mal-en-peor/psico-logicas-del-miedo/ansiedad-sesgos-atencional-e-interpretativo/