Aquello que resulta indispensable para vivir en un estado de salud plena. Las necesidades se diferencian de los deseos en que el hecho de no satisfacerlas produce unos resultados negativos evidentes, como puede ser una disfunción o incluso el fallecimiento del individuo. Pueden ser de carácter fisiológico, como respirar, hidratarse o nutrirse (objetivas); o de carácter psicológico, como la autoestima, el amor o la aceptación (subjetivas). En función de su disponibilidad, se puede distinguir entre necesidades libres y necesidades económicas. Las necesidades libres son aquellas que se cubren sin esfuerzo dada su gran abundancia (la luz solar, el aire, etc.), mientras que las necesidades económicas se satisfacen a partir de una serie de esfuerzos (sembrar, cosechar, construir, etc.). En economía, las necesidades se consideran infinitas e insaciables y abarcan todo aquello que hace falta para vivir en condiciones óptimas.1 En el marketing y los recursos humanos, una necesidad para una persona es una sensación de carencia unida al deseo de satisfacerla. Por ejemplo, la sed, el hambre y el frío son sensaciones que indican la necesidad de agua, alimento y calor, respectivamente.

«Las necesidades son la expresión de lo que un ser vivo requiere indispensablemente para su conservación y desarrollo. En psicología la necesidad es el sentimiento ligado a la vivencia de una carencia, lo que se asocia al esfuerzo orientado a suprimir esta falta, a satisfacer la tendencia, a la corrección de la situación de carencia.»

Un deseo es una necesidad que toma la forma de un producto, marca o empresa. Por ejemplo, si se tiene sed y se siente la necesidad de hidratarse, se desea un vaso de agua para satisfacer dicha necesidad. Las necesidades no se crean, lo que se crea o fomenta es el deseo. El papel del marketing es detectar necesidades, que puedan transformarse en oportunidades de negocio, producir satisfactores (productos y/o servicios), y despertar el deseo por dichos productos o servicios, es decir convencer al consumidor que la mejor opción para satisfacer dicha necesidad es el satisfactor desarrollado por la empresa.

Para una organización, una necesidad es aquello que precisa para cumplir o alcanzar un objetivo determinado.

Características
Son ilimitadas en cuanto a número: Porque a medida que progresa y avanza el mundo van surgiendo nuevas necesidades y por lo tanto el hombre va adquiriendo mayores necesidades.

Son limitadas en capacidad: Cuando el hombre satisface completamente sus necesidades llegando su organismo a un estado de tope que es imposible pasar porque de lo contrario pondríamos en evidente peligro nuestra salud como por ejemplo comer en exceso.

Son concurrentes o excluyentes: Cuando el hombre se le presentan dos o más necesidades al mismo tiempo y como no es posible satisfacerlas en forma simultánea, entonces el hombre prioriza aplacando primero las más urgentes o apremiantes y después las de menor urgencia.

Son complementarias: Cuando la satisfacción de una necesidad implica forzosamente la satisfacción de otras que son indispensables para la primera. Por ejemplo la necesidad de alimentarse implica la necesidad de contar con vajilla, cocina, mesa, sillas, etc.

Son sustituibles: Puesto que hay diversas formas de satisfacer una misma necesidad. Por ejemplo tengo la necesidad de recrearme asistiendo al cine pero como se agotaron las entradas rentare la película y la veré en casa.

Tienden a fijarse: Porque una vez satisfecha una necesidad que antes no teníamos se puede convertir en un hábito o costumbre en nuestra vida venidera. Por ejemplo años atrás el uso del celular no era tan común y ahora es prácticamente imprescindible para todos.
Varían en intensidad: Cuando las mismas necesidades se nos presentan con un mayor apremio o urgencia. Por ejemplo en verano sentimos una mayor necesidad de ir a la playa que en invierno.

En economía la necesidad es idéntica al deseo que tengan los consumidores de una mercancía o servicio; el término no indica, por lo tanto, la situación de apremio o de penuria que suele connotar en el lenguaje cotidiano.

Las necesidades económicas no pueden satisfacerse nunca totalmente, debido a que los bienes y servicios resultan escasos en relaciones a los ilimitados deseos de los consumidores. Es posible que éstos satisfagan por completo la necesidad de una cierta mercancía o servicio pero, una vez llegado a este punto, aparecerán nuevas necesidades, tal vez más elaboradas y complejas, que generarán una mayor demanda de otros bienes. A esta propensión teóricamente ilimitada hacia el consumo se la denomina, en economía, no saciedad, o principio de no saciedad; ella resulta fundamental para entender la dinámica del crecimiento económico y la expansión constante, en cantidad y calidad, de los mercados.

La teoría de la utilidad marginal ayuda a comprender, más en profundidad, por qué las necesidades nunca se satisfacen por completo: los recursos de una economía están utilizados en forma óptima cuando las necesidades se satisfacen por igual en el margen, de forma que la utilidad marginal de los recursos empleados sea igual para cada una de las necesidades que se esté atendiendo. Esto significa que si una necesidad se satifaciese por completo se estarían empleando los recursos existentes de un modo ineficiente, pues la utilidad marginal obtenida en este caso sería menor que la correspondiente a aquellas necesidades que se están satisfaciendo de un modo menos completo. Este análisis sirve para comprender por qué en un sistema central de asignación de recursos -como el de una economía planificada- pueden resolverse algunos problemas concretos, pero a costa de crear acusadas penurias en la provisión de otros bienes y servicios que los consumidores también consideran como necesarios.