Cliente o paciente ¿Qué opinas?
Los términos que usamos para definir a la persona que busca asistencia son determinantes para saber qué rol esperamos que ejerza dentro del marco de su tratamiento. Además de que necesitamos llamar a la persona que solicita un turno con un facilitador de cambio, ayudador profesional (Jorge Bucay).

Lo primero que voy a explicar para aquellos sin formación psicológica es que la palabra paciente se usaba para corrientes como el psicoanálisis, además de que conviene recordar que Freud era Doctor, primero que psicoanalista por lo cual, era un término más general.

Analicemos la etimología de la palabra paciente, por unos momentos. Proviene del latín patiens, que significa sufriente, sufrido, y que es el participio de «pati», patior que significa sufrir, de donde se puede inferir se refiere a una persona que sufre o padece un dolor.

Si pensamos que ese dolor, en los contextos de la psicología se puede entender como angustia, entonces todos los seres humanos somos pacientes, o deberíamos ser pacientes, relacionados con haber logrado desarrollar la virtud de la paciencia.

Así también “Paciente” viene de la misma raíz latina que viene la palabra “pasivo» , por lo cual nos da la idea de falta de acción. El llamado paciente es alguien, según la etimología, que espera a que su enfermedad sea curada de forma pasiva y con paciencia.

Los psicoanalistas conceptualizan entonces a la persona que consulta como paciente, aludiendo a esa pasividad a la que se ve reducida la persona que lo espera todo o casi todo, del psicoanalista y sus saberes, y en este proceso se desarrolla lo que se conoce como transferencia, que es el motor de este proceso terapéutico.

Por eso usan el diván, para que el paciente verbalice sus experiencias, angustias y sueños de almohada, esperando las cuasi fantásticas interpretaciones del Psicoanalista.

En su momento fue un movimiento histórico, los pensadores, artistas se psicoanalizaban y era como decir si eras un intelectual o no?, por lo cual un porcentaje de personas lo harían por su autodescubrimiento y quizás otros para no ser excluido de ese Olimpo intelectual, al que muchos querían pertenecer.

Años más, médicos, y pensadores abandonaron los lineamientos del padre del Psicoanálisis, Sigmund Freud y plantearon diferentes enfoques, y fueron convirtiendo a los terapeutas en facilitadores del cambio, quizás como guía facilitaba el recorrido que hace el consultante. O una especie de Indiana Jones, en el cual tiene conocimiento de los mapas y nos va guiando para descubrir el tesoro, que en este contexto es, comprendernos a nosotros mismos.

Pero en este caso, los facilitadores de cambio o cirujanos de almas (como me gusta llamarme a mi, de entrecasa) sabemos donde operar, si el cliente nos indica cual es el ámbito que quiere trabajar.

Diferentes disciplinas buscan espacializar la situación a resolver para poder visualizarla más claro, fuera de nosotros mismos y de ahí desarrollar el Plan de acción, plan de metas, etc.

En lo personal prefiero trabajar con High Tech (alta tecnología) como Programación Neuro Lingüística que incluye varias técnicas y abordajes en si mismas, facilitando ese viaje entre el estado actual y el estado meta .

Actualmente comprendemos que es conveniente tener varias miradas para colaborar en este viaje al interior de nosotros mismos.

Autora: Lic. Andrea Ortiz Picasso