La vida es un espacio abierto al Sí. Mientras no decimos No, normalmente se asume que estamos en el “Sí”. Sin embargo, cuando aceptamos ponemos en juego el valor y respeto de nuestra palabra. Cuando la persona no acepta lo que está ocurriendo, está en la queja y no puede pensar en el futuro. Se pelea con las circunstancias.

Con origen en el término latino acceptatio, el concepto de aceptación hace referencia a la acción y efecto de aceptar. Este verbo, a su vez, está relacionado con aprobar, dar por bueno o recibir algo de forma voluntaria y sin oposición.

Aceptación puede ser utilizado como sinónimo de acepción, aunque en la actualidad el uso de este término se limita a los distintos significados que puede tener una palabra de acuerdo al contexto en que aparece.

Aceptar lo que no puodemos cambiar es de vital importancia para seguir adelante y transformar nuestras vidas. ¿Quién no ha deseado alguna vez que la realidad fuera otra diferente a la que está viviendo?, ¿quién no ha cometido errorores y no se ha manifestado disfuncionalmente?, ¿a quién no le ha molestado la actitud o forma de vida de otra persona?

Ante cualquier situación que nos produzca malestar, preguntémonos si podemos hacer algo para atravesarla. Para hacerlo te sugiero que cuentes con la asistencia de un mentor, alguien con quien puedas crear un plan de acción para mejorar tu vida. Y en el caso de que veas que no puedes hacer nada para cambiar algo, sigue adelante, acepta lo que hoy se presenta como tu realidad a menos que pretendas sufrir más de lo necesario. Batallar contra las circunstancias que están fuera de nuestra area de influencia, es un gasto de energía inútil y dañina. Sólo desde la aceptación podemos seguir adelante sin estancarnos.

La idea de aceptación aparece muy vinculada a las Humanidades. En este sentido, el concepto refiere a que una persona aprenda a vivir con sus espacios de aprendizaje; es decir, que acepte su pasado, cuando sus intervenciones no han sido de todo felices. De esta manera, podrá encarar el futuro con una nueva perspectiva y aprovechar las oportunidades que brinda la vida.

Los seres humanos, de forma consciente o inconsciente, solemos quedar atrapados en traumas infantiles, lo cual entorpece nuestro desarrollo. Generalmente, cuando se habla de los trastornos graves de la niñez los temas que primero vienen a la mente son abusos sexuales y otros tipos de agresión física y psicológica, tales como los ataques por parte de un padre alcohólico a sus hijos.

Sin embargo, todas las vivencias dejan una huella en nuestro cerebro, y en la mayoría de los casos son las menos notorias las que más obstaculizan nuestra vida adulta. Haber nacido de la unión de dos personas que no se aman ni se respetan, que están juntas por interés material, puede condicionar la felicidad de un hijo; aunque no exista ningún tipo de agresión evidente por parte de sus padres, tener como primera referencia a una pareja infeliz influye negativamente en la propia experiencia sentimental.

Muchas personas se preguntan por qué sus vidas parecen vacías e insatisfactorias, y la respuesta está siempre en su interior, en su pasado; para hallarla, es necesario revisar todos los recuerdos, por insignificantes que parezcan a simple vista, y buscar, a través de ellos, otros que hayan ido perdiendo nitidez a lo largo de los años.

La aceptación también puede estar dirigida hacia otras personas, con un sentido similar: aceptar sus errores y sus equivocaciones, privilegiando lo bueno por sobre aquellas cuestiones que generan dolor. Se suele distinguir entre aceptar las ideas de otro y compartirlas: en el primer caso, no es necesario estar de acuerdo, aunque existe un límite marcado por la decencia y la moral; por otro lado, compartir indica claramente que se piensa del mismo modo.

Con respecto a esta última acepción, el término tolerancia suele tener un uso similar, y existe en torno a estos una fina capa muy negativa que normalmente se ignora. Sobre todo en temas relacionados con la sexualidad y la religión, la aceptación parece ser sinónimo de reprimir la agresión que provocan las diferencias para alcanzar una convivencia pacífica, opuesto a un verdadero entendimiento de la riqueza que representa la diversidad.

La aceptación incluso puede referirse a la aprobación física, cuando un sujeto tiene que aprender a aceptar su cuerpo tal y como es y evitar sentirse deprimido al respecto. Se conoce como dismorfofobia un trastorno que impide a un individuo mirarse a sí mismo con objetividad; en cambio, ve en primer plano sus defectos y los magnifica. Las consecuencias de esta enfermedad son muy variadas, aunque el miedo a salir a la calle y ser visto por otros suele ser un denominador común.

El concepto aprobación refiere a situaciones como por ejemplo cuando se quiere informar acerca de la excelente repercusión que tuvo una obra artística, la gente dice tal obra fue ampliamente aceptada por el público. Además, cuando en una situación determinada, alguien quiere demostrar su conformidad respecto de un asunto o la admisión a determinado sector que antes le era negado, entonces, se suele usar el término aceptación.

Diferencias entre la Conformidad y la Aceptación:
– La aceptación va encaminada a tolerar una situación, saber que la vida es así y no todo puede ser bueno, pero inclinándose hacia la acción. Se puede convivir con esa situación desagradable sin que eso cause un malestar exagerado, pero a pesar de vivir bajo una circunstancia que no nos gusta, se logra centrar el interés y el foco de atención hacia otras áreas, se intentan abrir nuevas puertas. Aceptar, es abandonar una lucha hacia algo que no tiene solución y buscar otros caminos que nos permitan vivir como nos gustaría. Se tienen pensamientos del tipo: “Esto es lo que hay y no puedo hacer nada, lo esquivo y sigo con mi vida para ver si consigo mis propósitos

-La conformidad se produce cuando no toleramos una situación. Como las cosas no son como queremos, nos cerramos en banda y tendemos a la falta de acción y estancamiento. Las emociones negativas aparecen y nos rendimos, creemos que no podemos mejorar nuestra vida. Se tienen pensamientos del tipo: “No puedo hacer nada para cambiar mi vida, soy un desgraciado y siempre seré infeliz”. Se tiende a la lamentación y victimismo, se pierde la esperanza de poder mejorar en el futuro. La persona no se abre a nuevas posibilidades y tira la toalla, se conforma con la vida que tiene aunque no le guste, no moverá un dedo para cambiar su situación, lo que provocará cada vez más frustración.

El Camino de la Aceptación:
¿Puede ser concebida la aceptación como un proceso o camino?
El Modelo MƐT® se centra en 7 etapas por las que suele atravesar el ser humano antes de arribar a la aceptación.

Aquí lo ejemplifico con los estados que atraviesan las personas que buscan darse a conocer en Wikipedia.
1 – Negación: «Esto no es spam. ¡Mi artículo/sitio es importante/relevante/útil/confiable/único/espectacular!»

2 – Ira: «¿Cómo se atreven a hacerme esto? ¡No tienen derecho a censurar! ¡Voy a denunciarlos!»

3 – Negociación : «Bueno, si no puedo tener mi sitio/artículo aquí, entonces deberían borrar aquel otro también.»

4 – Depresión: «Es triste ver que un sitio tan bueno como Wikipedia se comporta de forma tan injusta.».

5 – Duelo: «Acepto que Wikipedia está fuera de mi escenario de influencia. ¡Voy a Ocuparme de lo que he venido a Hacer. Adiós mundo cruel!»

6 – Tolerancia: «estoy siendo quien elijo ser y voy a confiar que otros van a considerar mi obra lo suficientemente importante como para que aparezca en Wikipedia»

7 – Aceptación: «He sembrado un legado significativo para otras generaciones. Personas agradecidas y concientes de ello se mueven para dejar mi huella en wikipedia»

Ahora, te invito a que elijas una circunstancia clave que estés atravesando en tu vida y te preguntes: ¿En que etapa estás respecto de esta escala?

La Aceptación a través del Duelo
El duelo es el proceso de adaptación emocional que sigue a cualquier pérdida (pérdida de un empleo, pérdida de un ser querido, pérdida de una relación, etc.). Aunque convencionalmente se ha enfocado la respuesta emocional de la pérdida, el duelo también tiene una dimensión física, cognitiva, filosófica y de la conducta que es vital en el comportamiento humano y que ha sido muy estudiado a lo largo de la historia. En la actualidad se encuentra en discusión el tema de si otras especies también tienen sentimientos de duelo como los seres humanos, y en algunas de ellas se han observado comportamientos peculiares ante la muerte de sus congéneres.

Un camino paralelo al del duelo es el de la justificación. A partir de la definición de Platón del conocimiento como “creencia verdadera y justificada” generalmente se considera que disponer de una justificación es requisito indispensable para que tales «creencias» constituyan conocimiento legítimo, es decir, sean consideradas válidas por una comunidad o grupo social. Otras nociones relacionadas a la de justificación epistémica son las de explicación, demostración o prueba, razón, fundamento, garantía o aval (warrant) del conocimiento y otros semejantes.

Muchas cosas pueden ser objeto de una justificación: actos individuales, emociones, peticiones, leyes, etc. La Teoría de la justificación no se ocupa de ellas, sino que se refiere a las técnicas, modos o estrategias a las que podemos acudir para probar o sostener en forma no coercitiva, cualquier clase de declaración, proposición o enunciado. Entendida de este modo, puede que trabaje alineada con el duelo.

Es muy importante ver la intención desde dónde proviene esta justificación dado que en muchos casos está ligada a los anteriores estadíos.

La Tolerancia como Camino
Refiere a la acción y efecto de tolerar. Como tal, la tolerancia; se basa en el respeto hacia lo otro o lo que es diferente de lo propio, y puede manifestarse como un acto de indulgencia ante algo que no se quiere o no se puede impedir, o como el hecho de soportar o aguantar a alguien o algo. La palabra proviene del latín tolerantĭa, que significa ‘cualidad de quien puede aguantar, soportar o aceptar’.

La tolerancia es un valor moral que implica el respeto íntegro hacia el otro, hacia sus ideas, prácticas o creencias, independientemente de que choquen o sean diferentes de las nuestras. En este sentido, la tolerancia es también el reconocimiento de las diferencias inherentes a la naturaleza humana, a la diversidad de las culturas, las religiones o las maneras de ser o de actuar.

Por ello, la tolerancia es una actitud fundamental para la vida en sociedad. Una persona tolerante puede aceptar opiniones o comportamientos diferentes a los establecidos por su entorno social o por sus principios morales. Este tipo de tolerancia se llama tolerancia social.
Por su parte, la tolerancia hacia quienes profesan de manera pública creencias o religiones distintas a la nuestra, o a la establecida oficialmente, se conoce como tolerancia de culto, y está estipulada como tal por la ley.

El Modelo MƐT® describe la Tolerancia como uno de los pasos de la Validación. Comprendiendo que constantemente validamos, pero que lo hacemos desde múltiples estados de conciencia, por lo cual nuestra forma de relacionarnos es diferente.

El 16 de noviembre fue instituido por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) como el Día Internacional de la Tolerancia. Esta es una de las muchas medidas de la ONU en la lucha contra la intolerancia y la no aceptación de la diversidad cultural.

Es un concepto relacionado con el respeto y con la consideración ante las acciones u opiniones de otras personas cuando éstas difieren de las propias o se contraponen al marco personal de creencias. La tolerancia se erige como un valor básico para convivir armónica y pacíficamente. No sólo se trata de respetar lo que los demás digan o hagan, sino de reconocer y aceptar la individualidad y las diferencias de cada ser humano. Se considera que la tolerancia constituye la base de la buena convivencia entre personas de diferentes culturas, credos, razas, y modos de vida.

Plegaria de la Serenidad
También conocida como oración de la Serenidad, es el conocido comienzo de una oración atribuida al teólogo, filósofo y escritor estadounidense de origen alemán Reinhold Niebuhr y cuya versión más conocida dice así:

medallonSeñor, concédeme serenidad para aceptar todo aquello que no puedo cambiar, fortaleza para cambiar lo que soy capaz de cambiar y sabiduría para entender la diferencia. Viviendo día a día;disfrutando de cada momento; sobrellevando las privaciones como un camino hacia la paz;aceptando este mundo impuro tal cual esy no como yo creo que debería ser,tal y como hizo Jesús en la tierra:así, confiando en que obrarás siempre el bien; así, entregándome a Tu voluntad, podré ser razonablemente feliz en esta viday alcanzar la felicidad suprema a Tu lado en la próxima. Amén.

En el ámbito del derecho
La aceptación es el acto o mediante el cual se asume una orden de pago que aparece contenida en un cheque o letra de cambio. Por otra parte, la aceptación de la herencia es el acto, ya sea expreso o táctico, por el cual el heredero asume los derechos, bienes y cargas de su herencia.

Compilada por Fabián Sorrentino – lunes, 25 de marzo de 2013, 07:48
Fuentes Consultadas:
Cristina Pérez: La Mente es Maravillosa.
http://definicion.de/aceptacion/
http://www.definicionabc.com/general/aceptacion.php
www.wikipedia.com