Etimológicamente hablando, el término “libre albedrío” proviene del latín “liberum arbitrium”, compuesto por “liberum” (libre) y “arbitrium” (juicio o decisión). La palabra “arbitrium” deriva a su vez de “arbiter” (juez), lo que implica la capacidad de tomar decisiones autónomas y responsables.

Como podemos ver inicialmente, este concepto compuesto nos deja mucho terreno para desasnar. Y tal fue mi pasión, que rompiendo las barreras idiomáticas, me dispuse a interpretar las declaraciones de Koch y Chalmers en su debate sobre la naturaleza de la conciencia.

Comencemos por revisar estas tres perspectivas filosóficas que nos ofrecen diferentes enfoques para entender la relación entre determinismo y el libre albedrío. Ya que el debate filosófico sobre la naturaleza de nuestras decisiones y acciones es el punto de partida que nos invita a la ciencia.

El determinismo
Sostiene que todos los eventos, incluidas las acciones humanas, están completamente determinados por causas anteriores. Según esta perspectiva, cada decisión y acción que tomamos está predestinada por una cadena ininterrumpida de eventos pasados, lo que parece dejar poco espacio para el libre albedrío. En un universo determinista, cada elección que hacemos es simplemente el resultado inevitable de factores previos, como nuestra biología, entorno y experiencias pasadas.

En esta corriente se inscriben Benjamin Libet, quien en 1983 realizó un experimento en el que mostró que la actividad cerebral precede a una decisión consciente y ocurre antes de que la persona sea consciente de haber tomado la decisión y Robert Sapolsky, quien argumenta que el libre albedrío es una construcción mental que nos ayuda a dar sentido a nuestras acciones y a responsabilizarnos de ellas. Sin embargo, nuestras decisiones estarían determinadas por una compleja red de causas y efectos que se remontan a nuestro pasado más remoto.

El Compatibilismo
Es la visión de que el libre albedrío es compatible con el determinismo. Los compatibilistas sostienen que el libre albedrío no requiere la capacidad de actuar de manera diferente en situaciones idénticas, sino actuar de acuerdo con los propios deseos y motivos, sin ser forzado por agentes externos. Según esta perspectiva, una persona puede ser libre si sus acciones se alinean con su voluntad, incluso si esa voluntad está determinada por factores anteriores. En esta corrientes se inscriben múltiples filósofos desde la edad media, hasta la actualidad. (ver listado y postura completa).

El Libertarismo
Sostiene que el libre albedrío es incompatible con el determinismo y que los seres humanos tienen la capacidad de tomar decisiones libres que no están predeterminadas. Los libertarios (evitar cualquier comparación partidista) creen que, para que una acción sea realmente libre, requiere de múltiples posibles cursos de acción y la persona disponer de la capacidad para discernir entre ellos. Esta perspectiva enfatiza la autonomía y la creatividad humanas, sugiriendo que, en última instancia, somos los autores de nuestras propias vidas. En esta corrientes se inscriben múltiples filósofos desde los inicios de la filosofía, hasta la actualidad. (ver listado y postura completa).

Una respuesta simple podría provenir de esta pregunta: ¿desde dónde estamos enfocando nuestra postura: desde una Neurociencia determinista o desde una Ontología que concibe la trascendencia?. Ya que no se trata de la pregunta «si tenemos o no libre albedrío», sino de si lo tenemos disponible!

Análisis Lógico

Desde una perspectiva lógica, el libre albedrío plantea varias cuestiones fundamentales:

  1. Causalidad y Autonomía: Si todas las acciones tienen una causa, ¿cómo puede existir una decisión verdaderamente libre? La lógica del determinismo sugiere que cada evento es el resultado de una cadena de causas y efectos. Sin embargo, el indeterminismo introduce la posibilidad de eventos no causados, lo que podría permitir la autonomía en la toma de decisiones.
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  2. Responsabilidad Moral: La lógica del libre albedrío está estrechamente relacionada con la responsabilidad moral y la práctica de los principios universales. Si las personas tienen la capacidad de elegir libremente, entonces son responsables de sus acciones. Sin embargo, si nuestras decisiones están determinadas por factores externos, la noción de responsabilidad moral se ve cuestionada.
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  3. Paradojas y Dilemas: El libre albedrío también plantea paradojas lógicasPor ejemplo, si una decisión es completamente libre, ¿cómo puede ser predecible? Y si es predecible, ¿es realmente libre?
    Estos dilemas reflejan la complejidad de reconciliar la libertad de elección con un universo ordenado y predecible.

Claramente, el debate sobre el libre albedrío sigue siendo un tema abierto y en constante evolución. Desde una perspectiva lógica, desafía nuestras concepciones sobre la causalidad, la autonomía y la responsabilidad moral.

Aunque las críticas al concepto plantean desafíos significativos, la idea de que los seres humanos tenemos la capacidad de elegir y actuar de forma autónoma sigue siendo central en la reflexión filosófica y ética.

Personalmente creo que si no aceptamos la idea de que tenemos disponible el libre albedrío, aún nos queda mucho por explorar y entender sobre la naturaleza humana y nuestra capacidad de asumir elecciones, antes de quedar a expensas de una IA que en muy pocos años será declarada como poder superior.

En síntesis y desde una perspectiva lógica, podríamos aseverar que con tantos sesgos, inclinaciones, desviaciones, tendencias, orientaciones, cursos, rumbos, giros y direcciones humanos… hemos quedado atrapados en el juego del Veo-Veo, confundiendo lo que observamos con «la verdad revelada».

Ahora enfoquemos el tema desde la ciencia. Aquí hay algunos conceptos clave para comprender:

  1. Determinismo Biológico: La idea de que nuestras decisiones están influenciadas por factores biológicos como la genética y la neuroquímica. Esto no elimina la complejidad de la conducta humana, sino que la enmarca dentro de un contexto biológico. Si creemos en nuestro determinismo biológico reducimos al ser humano a una maquina. Guarda, por la IA en muy poco tiempo creará seres menos determinados que nosotros.
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  2. Neurociencia y Comportamiento: La neurociencia estudia cómo el cerebro y el sistema nervioso influyen en nuestras acciones. Aunque algunas decisiones pueden estar predeterminadas por procesos neuronales, la neuroplasticidad muestra que el cerebro puede adaptarse y cambiar con nuevas experiencias. ¿Puede ser la neuroplasticidad una manifestación del Libre Albedrío?
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  3. Psicología del Comportamiento: La psicología del comportamiento sugiere que nuestras acciones son el resultado de condicionamientos y aprendizajes previos. Esto implica que, aunque nuestras decisiones puedan estar influenciadas por el entorno y la experiencia, aún podemos modificar nuestro comportamiento a través de nuevos aprendizajes. Esto implicaría descubrir nuevas fases de conciencia que tenemos disponibles y hasta hoy no estamos experimentando la mayoría del tiempo.
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  4. Teoría del Caos y Complejidad: La teoría del caos sugiere que sistemas complejos como el cerebro humano pueden tener comportamientos impredecibles. Esto introduce un elemento de incertidumbre y variabilidad en nuestras decisiones, que puede ser visto como una forma de “libre albedrío” dentro de un marco determinista.
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  5. Influencia del Entorno: El entorno y las experiencias de vida juegan un papel crucial en la formación de nuestras decisiones. Esto incluye factores sociales, culturales y ambientales que moldean nuestras preferencias y acciones. Sin embargo algunas personas experimentan un entorno de carácter espiritual que influye mas en sus conductas que el entorno externo. Eso se ve muy claramente cuando alguien sufre un accidente mortal: aparecen los que miran, los que filman, los que van a asistir y el que se acerca a producir el milagro de la resucitación.
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  6. Mecánica Cuántica: Algunos científicos han explorado la posibilidad de que la mecánica cuántica, con su inherente indeterminismo, pueda influir en la toma de decisiones a nivel subatómico. Aunque esta idea es controvertida, añade una capa de complejidad al debate sobre el libre albedrío.
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  7. Responsabilidad y Ética: Aun sin disponer de libre albedrío, la responsabilidad ética y moral sigue siendo relevante. Las sociedades pueden establecer normas y leyes para guiar el comportamiento y mantener la cohesión social, independientemente de si las decisiones individuales son completamente libres o no.

¿Qué se necesita entonces para que haya libre albedrío? Si ya pescaste el patrón, déjanos tu comentario al pié del artículo. De lo contrario sigue revisando estas comparativas para encontrarte con un camino para la expansión de tus conocimientos sobre la conciencia.

Cuando consideramos que la vida no ofrece la oportunidad de un libre albedrío, construimos nuestro futuro con los recursos que tenemos, entre un menú de posibilidades determinadas por lo biológico y por el entorno.

Por otra parte, considerar que somos Seres, atravesados por experiencias espiritual (mas allá de poseer un cuerpo y una mente) nos devuelve la capacidad de elegir libremente ir mas allá y trascender.

En resumen, aunque la idea del libre albedrío puede ser cuestionada, la ciencia ofrece múltiples perspectivas para entender cómo y por qué tomamos decisiones y principalmente cuando podemos hacer elecciones.

Estas perspectivas no solo enriquecen nuestro conocimiento sobre la conducta humana, sino que nos despierta hacia una sabiduría. Permitiéndonos encontrar nuevas formas de trascender nuestras vidas y abordar las sociedades.

Personalmente creo que antes de ser seres sociales, somos «experiencias espirituales», esto es lo que distingue una posición humanista de una elección trascendental.

Hacia un desarrollo de la Conciencia humana

En el artículo identificar el grado de conciencia por el que estamos atravesando, hago un análisis con ejemplos para que podamos pescarnos. Lo que busca mostrar el artículo es, que en todo momento estamos atravesando o nos encontramos atravesados por una de esas fases de conciencia, y que identificarla es un primer paso para la transformación y el desarrollo humano.

Por otra parte, en el artículo del Modelo MƐT®, presentamos un sencillo camino para desarrollar la conciencia transitando en un gradiente de menor a mayor. Este proceso pedagógico que utilizamos en nuestra escuela integra más de 100 formas de pensamiento en sus 7 Niveles y se viene expandiendo desde 1995 el horizonte de muchos jóvenes.  Te invitamos a descubrirlo.

Esta tabla presenta la relación entre cada una de las instancias del Modelo MƐT® (de Educación Transformativa) y como se viven en función de considerar la disponibilidad humana que tenemos para desarrollar el libre albedrío:

La conciencia en un mundo de múltiples dimensiones

Michael Pravica, Ph.D., profesor de física en la Universidad de Nevada, Las Vegas, cree que deberíamos buscar dimensiones ocultas para explicar la conciencia. En su opinión, la conciencia tiene la capacidad de trascender el mundo físico en momentos de mayor conciencia. Su concepto se relaciona con la teoría de la hiperdimensionalidad, o la idea de que nuestro universo no está compuesto únicamente de las tres dimensiones que percibimos, sino que, en realidad, el universo podría ser parte de un nexo mucho más grande con dimensiones ocultas, sugiere Pravica.

Si esta teoría controvertida resulta confirmada, tendríamos que aceptar no solo que algunos seres pueden residir fuera del reino físico, libres de las limitaciones del espacio y el tiempo, sino también que nuestra conciencia podría tener una capacidad similar, afirma Pravica.

Pravica, cristiano ortodoxo con un doctorado de Harvard, ha descubierto que la hiper-dimensionalidad es una forma única de unir su formación científica con la Teología Cristiana.

Para ello, se sitúa al margen del pensamiento científico tradicional, llevando las ideas más aceptadas a los extremos como una forma de pensar sobre temas complejos.

Pravica cree que la hiperdimensionalidad es un concepto mucho más familiar de lo que pensamos. Por ejemplo, afirma que Jesús podría ser un ser hiperdimensional, y no el único. “Según la Biblia, Jesús ascendió al cielo 40 días después de estar en la Tierra. ¿Cómo asciendes al cielo si eres una criatura de cuatro dimensiones?”, pregunta Pravica. Pero, si eres hiperdimensional, es muy fácil viajar desde nuestro mundo familiar al cielo, que podría ser un mundo de dimensiones superiores o infinitas, dice.

Tanto nuestra tesis de la ODC, como los papers de Pravica sugieren que todos tenemos el potencial de interactuar con dimensiones superiores cuando utilizamos nuestro cerebro de ciertas maneras, como al crear arte, practicar la ciencia, reflexionar sobre grandes cuestiones filosóficas o viajar a todo tipo de lugares lejanos en nuestros sueños. En esos momentos, nuestra conciencia rompe el velo del mundo físico y se sincroniza con dimensiones superiores, que a su vez la inundan con corrientes de creatividad.

“El simple hecho de que podamos concebir dimensiones superiores a cuatro dentro de nuestra mente, dentro de nuestras matemáticas, es un regalo… es algo que trasciende la biología”. Pravica

Esta idea de la conciencia interactuando con dimensiones superiores se vincula con algunas de las teorías más avanzadas de la física, como la teoría de cuerdas. Dice que todo en el universo, desde las partículas más pequeñas hasta las fuerzas que las unen, está hecho de cuerdas diminutas y vibrantes. Las vibraciones de estas cuerdas en múltiples dimensiones invisibles dan lugar a todas las diferentes partículas y fuerzas que observamos. “La teoría de cuerdas es esencialmente una teoría de la hiperdimensionalidad”, dice Pravica. “Estudia cómo se construye el universo en una escala subcuántica”. Como vemos en este artículo de Sonría.

La hiperdimensionalidad también puede ayudar a explicar la curvatura del espacio-tiempo, cómo el espacio y el tiempo se deforman alrededor de objetos masivos como estrellas o planetas y causan la gravedad. “Si el espacio-tiempo no es plano y es curvo, entonces se podría argumentar que esta curvatura proviene de alguna manera de una dimensión superior”, dice Pravica.

Aunque los físicos aceptan comúnmente las teorías sobre dimensiones superiores, no todos están de acuerdo con integrar la conciencia a la idea de la hiperdimensionalidad. Incluso podrían ser consideradas heréticas dentro de la comunidad científica, o un reductio ad absurdum, un argumento lógico latino que significa “reducción al absurdo”. Sin embargo en SONRIA seguimos insistiendo en divulgarlas y acercarnos cada día más a lo que visualizamos como un hecho.

Tanto la visión de Pravica como la nuestra conecta con la perspectiva teológica del “Dios de los vacíos”, “donde las lagunas en el conocimiento científico son atribuidas a la intervención divina, en lugar de ser vistas como oportunidades para una mayor investigación y comprensión”.

Refiriéndose a la ciencia, Stephen Holler, Ph.D., profesor asociado de física en la Universidad Fordham en Nueva York, declara:

“Es un mecanismo de explicación pobre, que posiblemente sofoque la naturaleza inquisitiva requerida para la buena ciencia y enseña que no está bien decir: ‘No sé’”. Stephen Holler.

La forma en que la ciencia llena nuestros vacíos de conocimiento es evidente en la forma en que finalmente descubrió cómo funciona nuestro sistema solar.

Veámoslo aquí:
En un tiempo, la gente solía confiar en el modelo geocéntrico para explicar el mundo, una antigua creencia de que la Tierra está en el centro del universo. En la lucha por formar un modelo observacional a partir de esta idea, los astrónomos recurrieron al epiciclo, un modelo que agrega pequeñas órbitas circulares (epiciclos) sobre sus órbitas circulares más grandes alrededor de la Tierra, para explicar el movimiento retrógrado y la distancia aparente. Sin embargo, los epiciclos hicieron que el modelo geocéntrico fuera más complicado, retrasando la aceptación del modelo heliocéntrico más preciso que conocemos hoy.

«El costo fue una desviación compleja de la realidad», dice Holler. “Es interesante pensar en un espacio hiperdimensional, y los avances en matemáticas provienen de la comprensión de la interacción de las dimensiones, pero ¿realmente existen o son epiciclos modernos?”

Admitir la ignorancia sobre algo «es una oportunidad, no el fin». También hay que tener en cuenta el equilibrio entre lo que se puede hacer y lo que No.

La investigación práctica de estos reinos está más allá de nuestras capacidades científicas actuales. Ni siquiera el Consejo Europeo de Investigación Nuclear (CERN) ha sido capaz de proporcionar una imagen clara de las dimensiones superiores.

El Gran Colisionador de Hadrones del CERN, el acelerador de partículas más grande y poderoso del mundo, hace chocar partículas entre sí a altas velocidades para explorar los bloques fundamentales del universo. Los científicos que utilizan el colisionador acceden a dimensiones infinitesimales, más pequeñas que un protón. Si agrandáramos un cabello humano al ancho de un campo de fútbol, ​​un solo protón seguiría siendo más pequeño que un grano de arena en ese campo. Sin embargo, para ver las cuerdas de dimensiones superiores que predice la física cuántica, necesitamos ser mucho más granulares, utilizando una especie de super-CERN o una megaestructura cósmica como una esfera de Dyson.

Pravica tiene fe en que, durante la vida de sus hijos, descubriremos una manera de generar las energías increíblemente altas necesarias para investigar otras dimensiones. Mientras tanto, sigue siendo, al igual que muchos otros, un partidario vocal de la hiperdimensionalidad.

“No veo ningún sentido en otra cosa”, afirma. “¿Para qué estudiar? ¿Para qué vivir?” La hiperdimensionalidad le da al físico un propósito, una felicidad que “trasciende este universo”.

Como es evidente, en SONRIA.UNIVERSITY compartimos la teoría de la hiperdimensionalidad (como declaramos en este paper) . Solo que ilustramos una reducción a 5 Dimensiones para facilidad de comprensión actual.

Agradezco al artículo en Inglés de Stav Dimitropoulos’s, la postura sobre estos dos científicos.

En su artículo la autora dice: «Estás viviendo en un mundo tridimensional. Todos lo estamos. Puedes ir a la izquierda, a la derecha, hacia adelante, hacia atrás, hacia arriba y hacia abajo. Ahora, imagina un ser que puede entrar y salir de tu realidad como si presionara un botón, como el más brillante maestro de las ilusiones. Libre de las limitaciones físicas de nuestro mundo, esta entidad ahora puede viajar instantáneamente a través de grandes distancias en el espacio. Ya sea que pienses en ella como un tipo de «alma» o una «entidad espiritual», este ser ha desbloqueado dimensiones ocultas que algunos creen que están más allá de nuestra percepción. Pero, ¿qué pasaría si estuvieras conectado de manera similar a estas dimensiones superiores?…»

Hacia una conclusión

El debate sobre el libre albedrío es una exploración profunda de la naturaleza humana, los principios universales y nuestra existencia en un universo complejo.

Cada una de las posiciones filosóficas o incluso teológicas que adoptemos, nos llevará al planteamiento de tesis científicas diferentes.

El determinismo buscará probar científicamente que nuestras acciones están predeterminadas por causas anteriores y son el resultado inevitable de factores previos como la biología y el entorno, lo que complica la noción de responsabilidad moral. El libertarismo defenderá la capacidad humana de tomar decisiones libres, enfatizando la autonomía y la creatividad humanas y proponiendo que somos los autores de nuestras propias vidas, aunque enfrenta el desafío de explicar cómo nuestras decisiones pueden ser genuinas y no aleatorias. Mientras el compatibilismo buscará reconciliar ambos extremos, sugiriendo que podemos ser libres si nuestras acciones reflejan una misión significativa en base a una motivación trascendental, incluso si nuestras acciones están determinadas por eventos anteriores.

En última instancia, este debate nos está invitando a reflexionar sobre la esencia de la libertad y la responsabilidad, enriqueciendo nuestra comprensión de lo que significa ser humanos.

Independientemente de la postura que adoptemos, la exploración de estas ideas nos ayudará a apreciar la complejidad de la condición humana y a valorar la capacidad de asumir elecciones conscientes y significativas.

Finalmente los dejo con este regalito:

En el vasto lienzo del destino, donde el tiempo traza su andar, se alza el hombre, ser divino, con el poder de elegir y soñar.

No hay cadenas para su mente, ni sombras que apaguen su luz, en su pecho arde ferviente la llama del albedrío, su libera-cruz.

Cada paso, un eco de su esencia, cada decisión, un canto de libertad, enfrentando con valentía la existencia, que proviene de Su Voluntad.

No es el viento quien guía su rumbo, ni las estrellas quienes dictan su andar, es su espíritu, libre y profundo, quien decide cuándo y dónde amar.

En la encrucijada de la vida, donde el destino y la elección se encuentran, el hombre elige, sin medida, al arquitecto de su propio edén.

En cada acto, emoción y pensamiento, se revela su poder sin fin, testimonio eterno y fundamento. del libre albedrío en su ser, su jardín.

Un desarrollo del Dr. Sorrentino, para la construcción del Modelo MƐT® y la ODC (Ontología de la Conciencia) © 1995-2024 | Versión 0.62