La palabra «genuino» viene del latín «genuinus » y este deriva de «genus» o sea linaje. De genus también nos llega la palabra gene. En la antigua Roma, genuinus era una declaración que hacía un padre de que su hijo era legítimo.

La voz genu deriva de la lengua indoeuropea *genu- que significa rodilla y que en el medioevo el hombre que engendraba un hijo, para demostrarle a su comunidad que era de su paternidad cuando nacía lo tomaba en los brazos, luego se sentaba y lo ponía en sus rodillas y con este simple gesto demostraba que era un hijo legítimo suyo.
Gracias: kine

Ese ritual de levantar al niño el padre del suelo (previamente lo habían colocado a sus pies) y depositarlo sobre sus rodillas (rodilla se dice genu) no es medieval, sino romano. Eran los romanos los que practicaban este gesto ritual para el reconocimiento de la legitimidad de una criatura.
Gracias: Helena

En la Actualidad

Calificamos a algo como genuino estamos diciendo que no posee mezclas, es verdadero o legítimo, según los contextos en que la palabra se emplee, por ejemplo: “esta tela es de seda genuina”, “tus sentimientos hacia mi persona son genuinos” o “esta joya es genuina”, respectivamente.

Se utiliza también en sentido de “originario” como por ejemplo “esta danza es genuina de la región o “eres un italiano genuino”.

Aplicado a las personas, el adjetivo genuino hace referencia a que se trata de un ser auténtico, sincero, ajeno a las falsedades y traiciones.

Un trabajo genuino es aquel que proporciona para sí mismo y/o a los demás algún tipo de beneficio. Por ejemplo, un trabajo no genuino es aquel en el cual el supuesto trabajador recibe una compensación económica pero a cambio realiza tareas improductivas o no hace ninguna. Esto es bastante común en aquellos que reciben planes del Estado para ocultar la falta de trabajo real, o precisamente “genuino” que es el que dignifica al ser humano.

Fuentes: Etimologías de Chile. DeConceptos