Esta sub-fase de la Conciencia Reactiva (Fase -1) parte del sustrato automático de la experiencia humana: con respuestas inmediatas, orientadas a la supervivencia y moldeadas por el condicionamiento. Desde aquí emergen movimientos hacia estados más complejos o, en la dirección opuesta, apariencias de mayor autoestima que son aún frágiles y defensivas.

Esta fase, que bautizamos como Conciencia Voluble se sostiene y retroalimenta en la volubilidad orgullosa, permitiendo el tránsito hacia la Fase 0, la Conciencia Introspectiva.

Naturaleza y definición de esta fase de la conciencia

Al igual que en la fase de la conciencia reactiva, la fase voluble integra un conjunto de respuestas automáticas e inmediatas (reflejas y condicionadas) que priorizan la supervivencia corporal y social, operando sin deliberación consciente.

Desde una estructura neurofuncional, asociada a los circuitos límbicos y subcorticales que regulan emoción y reacción rápida; su eficacia radica en velocidad, no en precisión reflexiva. Con el fin de cumplir funciones adaptativas de protección, aprendizaje por refuerzo y liberación de recursos cognitivos para las tareas complejas; generando patrones rígidos y caprichosos cuando se sobreactiva.

La conciencia voluble es un estado intermedio entre la reactividad automática y la introspección deliberada, caracterizado por una autoafirmación dependiente de estímulos externos, oscilaciones atencionales rápidas y respuestas defensivas que se presentan como orgullo o desdén. Funciona como un sistema de estabilización psico-relacional: mantiene una imagen de superioridad mediante mecanismos de exclusión y validación ajena, pero esa estabilidad es frágil, altamente sensible al feedback y funcional a conductas manipuladoras.

Algunas Características clave
• Dependencia de validación externa: el sentido de valor se sostiene por la aprobación y la comparación social.
• Oscilación atencional: alternancia entre indiferencia, desafío y búsqueda de atención; atención selectiva sesgada hacia información que confirma la superioridad.
• Afectos nucleares: arrogancia, autoafirmación, disgusto; el capricho es expresión conductual superficial de estas afectividades profundas.
• Defensa cognitiva: negación y justificación que blindan la autocrítica; polarización en el procesamiento de la información.
• Fragilidad adaptativa: apariencia de efectividad social (logros, éxito) pero vulnerabilidad a la crítica y retrocesos emocionales abruptos.
• Conductas observables: resistencia al feedback, yo performativo, competencia por atención y fluctuación en el compromiso con procesos.

¿Cómo se vive y se despliega desde el enfoque fenomenológico?
  • Experiencia interna: como un sobresalto, ira solapada, retirada o ataque como primera respuesta; la mente no “mide” antes de actuar.
  • Conducta relacional: provee interacciones orientadas por defensas automáticas (evadir, competir, encapricharse, despreciar) que pueden presentarse como seguridad o superioridad aparente.
  • Creencias operantes: basada en narrativas que justifican inacción o urgencia (falta de tiempo, victimización, necesidad de aprobación) y mantienen la reactividad como modus operandi.
  • Mecanismo de formación: la reactividad repetida crea patrones que, al combinarse con logros sociales o validación externa, se ritualizan en orgullo defensivo —la Volubilidad— donde la autoestima es fluctuante y dependiente de la mirada ajena.
  • Matriz emocional: arrogancia, autoafirmación y disgusto funcionan como capas profundas; el “capricho” es una manifestación superficial de estas defensas más estructuradas.
  • Elementos observables claves: resistencia al feedback, alternancia entre indiferencia y desafío, competencia por atención, inestabilidad en el compromiso. Estos comportamientos emergen cuando respuestas reactivas se visten de autoafirmación social sin trabajo reflexivo previo.

Correlatos neurobiológicos de la fase: Reactiva-Voluble

Redes y núcleos implicados
• Sistema límbico hiperreactivo: amígdala y núcleos asociados facilitan la detección de amenazas sociales y el lanzamiento de respuestas defensivas rápidas.
• Corteza prefrontal ventromedial (CPFvm): mediación de valor y auto-referencialidad; en la Voluble se observa tendencia a evaluación rápida y sesgada del propio valor social.
• Corteza prefrontal dorsolateral (CPFDl): control ejecutivo disminuido en momentos de oscilación; la capacidad de inhibición aparece intermitente.
• Círculo de recompensa mesolímbico: activación condicionada por reconocimiento externo (dopamina aferente), sosteniendo la búsqueda de validación.
• Red de modo por defecto (DMN): hiperactivación en procesos de auto-referencia narrativa que justifican arrogancia; rumiación comparativa.
• Conectividad funcional alterada: emparejamientos fuertes entre amígdala–CPFvm (evaluación afectiva del autovalor) y deslaves momentáneos de CPFDl (control) que explican la volubilidad.

Neuroquímica relevante
• Dopamina: refuerza comportamientos que obtienen reconocimiento; mantiene ciclos de búsqueda de atención.
• Noradrenalina: potencia reactividad ante señales sociales percibidas como amenaza o revés.
• Cortisol: picos ligados a la amenaza percibida contra la imagen social; promueve defensividad.
• Oxitocina: modulador relacional que, dependiendo del contexto, puede facilitar la búsqueda de afinidad (validación) o acentuar rechazo hacia quien no valida.

Plasticidad y aprendizaje
Los circuitos se consolidan por refuerzo social: cada validación externa refuerza conectividades que perpetúan la autoafirmación dependiente; la exposición repetida a críticas produce hipervigilancia y defensividad más rígida.

Perspectiva de la Psicología Evolutiva y la Neuropsicología Ontológica

Desde la psicología evolutiva, la autoafirmación social favorece el acceso a recursos, parejas y estatus —estrategias adaptativas que mejoran la supervivencia y reproducción—. El orgullo y la arrogancia caprichosa son señales de estatus que, en contextos ancestrales, habrían reducido la necesidad de riesgo físico al disuadir rivales.
Tensión adaptativa.

La Fase Voluble de la Conciencia aparece allí como una solución adaptativa incompleta: beneficiando el estatus inmediato pero fruto de un mecanismo que, desconectado de la introspección y autorreflexión, resulta disfuncional en entornos cooperativos complejos (conflictos, feedback continuo).

La neuropsicología ontológica reubica estas respuestas en la estructura del ser: el yo como entidad narrada y defendida, y la Volubilidad como defensa ontológica que protege una narrativa identitaria frágil.

La intervención entonces se orienta a corregir “nuestra autoimagen”: desplazando la identidad de su anclaje externo hacia una autorreferencia sostenida por evidencia interna y praxis reflexiva.

En sociedades modernas de alta visibilidad social (redes, métricas), las recompensas externas amplifican la consolidación de la Volubilidad, incrementando su prevalencia y los costes sociales asociados (conflictos, rechazo, polarización).

Teoría Polivagal aplicada a la Conciencia Voluble

• Desde un marco funcional, la Teoría Polivagal distingue tres estados neurofisiológicos: vago dorsal (colapso/inhibición), trabajo social seguro (ventral vagal) y activación simpática (lucha/huida). La Conciencia Voluble opera en un terreno donde la activación simpática y un falso engagement ventral vagal se alternan.

• Activando dinámicas específicas de lucha y defensa: ante amenazas al estatus, la respuesta simpática promueve arrogancia y agresividad relacional; cuerpos tensos, voz exigente, posturas expansivas, como una simpatía actuada que oculta desprecio. Esto le aporta una fachada social ‘segura’ que en realidad está instrumentalizada para obtener recompensa.

• Fallback vagal dorsal: ante humillación o falla de la validación, puede ocurrir retraimiento y desvalorización brusca.

Intervenciones polivagales propuestas:
• Entrenamientos somato-reguladores (respiración coherente, ritmo prosódico, señales de seguridad) para aumentar la capacidad ventral vagal auténtica.
• Prácticas de seguridad social auténtica que desacoplen la necesidad de validación de la experiencia del vínculo.

Neurofenomenología de la experiencia Voluble

La neurofenomenología vincula la vivencia subjetiva con los patrones neurales. En la Fase Voluble, la experiencia subjetiva es una mezcla de satisfacción efímera y ansiedad por caída reputacional. La conciencia se presenta fragmentada: momentos de alta auto-elevación alternan con invasiones de duda.

Ejes experienciales clave:
• Tiempo subjetivo: presente inmediato centrado en la reacción social; incapacidad para la proyección deliberada.
Calidad perceptiva: percepción selectiva de señales que confirman o amenazan el estatus; sesgo de confirmación atencional.
• Interocepción alterada: dificultad para leer estados internos genuinos; emociones complejas (vergüenza detrás de la arrogancia) se experimentan como irritación o disgusto.
• Narrativa: auto-narrativa justificadora que minimiza vulnerabilidad; discurso interno polarizado y performativo.

Método propuesto de abordaje:
Integrar prácticas de autoinforme fenomenológico con medidas fisiológicas (HRV, respuesta galvánica) para correlacionar vivencias con estados autonómicos y modular la experiencia en tiempo real.

La Filosofía de la Mente y la Conciencia Reactiva-Voluble

Problemas filosóficos relevantes
• Privacidad vs. intersubjetividad: la Volubilidad plantea preguntas sobre la relación entre estados privados de autoestima y su dependencia de validación externamente observable.
• Causalidad mental: ¿qué grado de agencia tiene el sujeto que actúa desde la Volubilidad? La fragilidad sugiere un agente parcial, dirigido por hábitos afectivos y recompensas sociales.
Autenticidad: la fase expone el conflicto entre apariencia y ser; la filosofía analítica y fenomenológica convergen en señalar la pérdida de coherencia autobiográfica cuando el yo se asienta en aprobación externa.

Enfoques filosóficos útiles
Fenomenología: analiza la estructura vivencial (intencionalidad, horizonte de sentido) de la Volubilidad, clarificando cómo la autoafirmación depende de la mirada ajena.
Teorías encarnacionistas: sitúan la experiencia en la interacción organismo-medio, mostrando que la Volubilidad es co-construida por prácticas sociales y circuitos corporales.
• Pragmática ética: examina la transformación normativa posible: pasar de juicios performativos a prácticas de responsabilidad relacional que restituyan la agencia reflexiva.

Objetivo terapéutico y pedagógico: transitar de Reactiva → Voluble → Introspectiva

  • Meta intermedia: desactivar la automatización afectiva y exponer la fragilidad detrás del orgullo; transformar reactividad en curiosidad operativa.
  • Meta próxima: instalar la Fase 0 —Introspectiva— donde el sujeto se convierte en testigo activo de sus procesos, permitiendo elegir en vez de reaccionar automáticamente.
Protocolos breves de intervención somato-cognitiva

Basados en la teoría Polivagal y la técnica del diario fenomenológico

Protocolo A — Regulación automática inicial
Funcionan como Intervenciones de contención y reconocimiento
1. Aterrizaje somático (1–2 min): respiración diafragmática guiada 4-6 ciclos, manos sobre el abdomen para facilitar interocepción.
2. Señal de seguridad (30–60 s): orientar la mirada a alguien de confianza o a un objeto que genere calma; modular prosodia hablada suavemente para anclar el tono ventral vagal.
3. Etiqueta rápida (30 s): nombrar internamente la emoción en una palabra (“ira”, “orgullo”, “vergüenza”).
4. Micro-paula antes de responder (2 min): contar silenciosamente hasta 10 o exhalar doblemente antes de contestar.
Resultado esperado: reducción de impulsividad y mayor ventana para elegir la respuesta. (Práctica de 5–10 minutos diarios)

Protocolo B — Ruptura de narrativa orgullosa
Implica exponer la dependencia externa
1. Prep: traer un evento reciente donde hubo reacción orgullosa.
2. Anclaje somático: 3 minutos de respiración coherente para estabilizar.
3. Despiece fenomenológico: relatar el episodio en primera persona, secuenciando: sensación corporal, pensamiento inmediato, acción, resultado.
4. Contraste histórico: revisar 2–3 experiencias pasadas similares y anotar diferencias en emoción y resultado.
5. Re-escritura alternativa: proponer al menos dos respuestas distintas basadas en curiosidad o apertura.
Resultado esperado: debilitamiento gradual de la narrativa justificatoria; evidencia de alternativas comportamentales. (sesión semanal, 30–45 minutos)

Protocolo C — Diario fenomenológico + biofeedback
Implica Intervenciones de desarrollo introspectivo
1. Formato diario (5–10 min):
• ¿Qué pasó? (hecho objetivo)
• ¿Qué sentí primero? (palabra)
• ¿Dónde lo sentí en el cuerpo? (ubicación)
• ¿Qué pensé sobre mí/los demás? (pensamiento clave)
• ¿Cómo reaccioné? (acción)
• ¿Qué otra respuesta hubiera sido posible? (alternativa concreta)
2. Integración fisiológica: registrar HRV o pulso pre/post (si es posible) para correlacionar sensación con estado autonómico.
3. Revisión semanal con coach: seleccionar 2 entradas, identificar patrones, diseñar micro-experimentos de práctica.
Resultado esperado: aumento de la conciencia interoceptiva, correlación entre estados autonómicos y respuestas, y desarrollo de repertorio alternativo. (práctica diaria + revisión semanal)

Protocolo D — Ensayo en vivo en microcontextos 
1. Simulación breve (role-play 3–5 min): reproducir una situación que permita activar orgullo.
2. Aplicar micro-pausa + etiqueta + respuesta alternativa: el coachee practica la respuesta diseñada en el Protocolo B.
3. Retorno somático: 1–2 min de respiración para desacelerar y etiquetar sensación posterior.
4. Feedback específico y neutral: entrenador describe señales observadas (sin juicio) y acuerda ajuste concreto.
Resultado esperado: transferencia gradual de la práctica a entornos reales. (práctica en sesiones de entrenamiento)

Tabla de indicadores observables para diagnóstico en entrenamientos

Lenguaje de feedback para entrenadores (3 frases modelo)

  • “Veo que tu energía se activa rápidamente; pongamos una pausa de 30 segundos y miremos qué pide ese impulso.”
  • “Tu postura ahora sugiere que buscas sostén externo; ¿qué evidencia interna confirma o contradice esa necesidad?”
  • “Cuando la atención se polariza hacia mostrarse superior, perdemos información clave; probemos recibir este feedback como dato, no como amenaza.”
Ficha sintética de cribado para coaches (formato rápido)

• Nombre del coachee: ______________________
• Fecha: //____
• Contexto breve: (proyecto / rol / situación) ______________________
Indicadores (marcar 0–3: 0 = no observado; 3 = muy frecuente)
• Oscilación atención (0–3): ___
• Resistencia al feedback (0–3): ___
• Postura de superioridad performativa (0–3): ___
• Búsqueda de validación externa (0–3): ___
• Oscilaciones afectivas abruptas (0–3): ___
• Lenguaje justificatorio (0–3): ___
• Interocepción empobrecida (0–3): ___
• Comportamiento competitivo por atención (0–3): ___
• Inestabilidad en compromiso (0–3): ___
Puntuación total (máx 27): ___
Interpretación rápida
• 0–6: baja evidencia de Conciencia Voluble; mantener observación.
• 7–15: moderada; introducir Protocolos A y C, seguimiento semanal.
• 16–27: alta; iniciar paquete integrado (Protocolos A–D) y supervisión intensiva.
Plan de acción recomendado (marcar)
• ☐ Protocolo A (regulación diaria)
• ☐ Protocolo B (ruptura narrativa)
• ☐ Protocolo C (diario + biofeedback)
• ☐ Protocolo D (ensayo en vivo)
• ☐ Evaluación psico-neurobiológica (si hay riesgo de cambio brusco de ánimo)
Objetivos a 4 semanas: ______________________________________
• Objetivos a 12 semanas: _____________________________________
Notas para el coach (lenguaje de intervención sugerido)
• “Vamos a ensayar una pausa antes de responder; eso nos dará información para elegir con más libertad.”
• “Descríbeme lo que sentiste en el cuerpo cuando reaccionaste; no busco justificar, busco datos.”
• “Si notas que necesitas aprobación, pongámoslo en el diario: ¿qué evidencia interna confirma eso?”

Conclusión operativa

La Conciencia Reactiva es indispensable y adaptativa, pero su repetición sin reflexión germina la Conciencia Voluble: orgullo defensivo que se presenta como seguridad y en realidad es dependencia y fragilidad. Un nodo teórico fértil que exige un enfoque interdisciplinar para describir un estado donde la aparente seguridad esconde dependencia, y la intervención ética y pedagógica debe recuperar la capacidad de testimoniar y sostener la propia experiencia sin externalizar el valor.

El paso hacia la Fase 0 Introspectiva exigirá prácticas que ralentizan la máquina reactiva, desmontan las narrativas de validación externa y habilitan el testigo interior. Desde allí, el sujeto puede rehacer la atención: de competitiva y caprichosa a deliberada y transformadora.

Compilación y Desarrollo del Dr. Fabián Sorrentino, para la construcción de la ODC como una Epistemología justificada.