Ontológicamente hablando, significa realizar la tarea con la que nos hemos comprometido.

Es una acción sujeta a evaluación. Si yo defino que cumplí, significa que he estado a la altura de mi superyo exigente. Soy ‘El Cumplidor’. Pero puedo dejo de cumplir si las demandas suben de nivel, o si se vuelven caprichosas. Siempre habrá un límite por sobre el cual no se puede cumplir al deseo o la exigencia del otro. Lo que cabe aprender es que eso no me hace incapaz, o todos somos incapaces pasado cierto nivel, por consiguiente el no-cumplimiento no debiera menoscabarme.

La tarea a realizar es el coteja entre exigencia y condiciones para su cumplimiento, para llegar a definir mi medida en el momento presente. Luego vendrán los propósitos de mayor cumplimiento, cuyo logro debe ser gradual.

Por un lado, la ejecución o la concreción en efecto de algo se denomina tradicionalmente con la palabra cumplir. “El presidente cumplió con su deber de exigirle la renuncia al funcionario involucrado en un caso de corrupción. Afortunadamente se cumplió mi anhelo de ver a mi hijo recibido de médico.”

Concretar algo que se deseaba que alguien demanda, o que se prometió

Cabe destacar, que la palabra cumplir se encuentra estrechamente asociada a la concreción de deseos, anhelos, por lo tanto, es el término que más se emplea a la hora de la expresión de los mismos.

Cuando aquello que se ha deseado a través del tiempo se cumple finalmente, se hablará de deseo cumplido.

El deber de cumplir con obligaciones y compromisos tomados

Y por otro lado el concepto suele emplearse para dar cuenta del deber que se cumple finalmente, es decir, las personas disfrutamos de derechos y de obligaciones, en tanto, cuando se respetan las obligaciones y los compromisos que se contraen en determinado momento con x personas, y en el marco de ya sea de los ámbitos personal, laboral, entre otros, se suele hablar en términos de cumplir con aquello que se debe y que nos demandan.

La persona que cumple a rajatabla con sus obligaciones, es obediente, y por caso, observa la actitud de la obediencia, que para muchísimas personas resulta ser un valor muy relevante para poder mantener relaciones interpersonales sanas, correctas, o relaciones laborales duraderas, y que permitan hacernos crecer y desarrollarnos en el lugar de trabajo.

Si no cumplimos a nuestro jefe, o a la empresa que nos tiene contratados, seguramente, nos sancionarán o nos echarán por ese comportamiento, y contratarán a otra persona con otra actitud más cumplidora y obediente.

La obediencia implica cumplir y aceptar la voluntad de los otros y la de la autoridad superior, satisfacer una demanda, y por supuesto abstenerse de hacer algo que se encuentra prohibido.

El acontecimiento de sumar un año cada día del aniversario de nacimiento

Por otro lado, la palabra cumplir se emplea con recurrencia en relación a la edad cronológica que alguien ostenta, ya que el día de cumpleaños de un individuo solemos decir tal o cual cumple años hoy; y también, en el mismo sentido, la palabra es usada para expresar la edad en años que se acaba de adquirir, por ejemplo: “ mañana es mi cumpleaños, la verdad que no me gusta para nada cumplir años, me siento cada vez más vieja; acabo de cumplir 18 años, ya podré sacar la licencia de conducir.”

Hacer algo para congraciarse con alguien

Otro uso sumamente común de la palabra cumplir es aquel que nos permite referir el quedar bien con alguien a partir de alguna acción o comportamiento que se despliegue. “ Yo creo que cumplí con vos acompañándote en este difícil momento y vos no has hecho más que defraudarme con esta actitud.”

Ahora bien, en este sentido debemos marcar que hay personas que hacen cosas por otras solamente por la inercia de cumplir y hacer algo que corresponde, y no por una razón de corazón, porque lo sienten, y ahí está cuando el cuestionamiento posterior puede ser procedente o no, porque si algo se hace para esperar algo a cambio no es sincero realmente, mientras que sí lo es cuando se hace sin aguardar luego nada; en este último caso, podemos el día de mañana reclamarle a alguien cuando no cumpla en algo con nosotros.

Plazo de tiempo previsto para algo que ha expirado

Y para lo que también empleamos la palabra cumplir es para dar cuenta del agotamiento del tiempo indicado para llevar algo a cabo. “Ya se cumplió el plazo de pago de los intereses, deberás cancelar el saldo o de lo contrario se iniciará una acción legal en tu contra.”

Este sentido de la palabra es el que normalmente se emplea cuando es necesario manifestar el incumplimiento o cumplimiento de plazos de pago de deudas, o de cualquier otro tipo de obligaciones legales que se hayan contraído.

Cuando una persona o una empresa contratan una deuda o piden un crédito al banco, las condiciones de ese préstamo quedarán inmortalizadas en un contrato o acuerdo, con obligaciones y derechos para ambas partes, en tanto, una de las obligaciones por parte de la persona que solicita el préstamo es la de devolver al mismo en tiempo y en forma; en caso de no hacerlo, deberá ajustarse a las sanciones que prevé la ley o el contrato específicamente.

La Obediencia de Vida

Es una exacervación disfuncional del concepto (también llamada obediencia jerárquicacumplimiento de mandatos antijurídicos o cumplimiento de órdenes antijurídicas), en Derecho penal, es una causa eximente de responsabilidad penal por delitos cometidos en el cumplimiento de una orden impartida por un superior jerárquico; el subordinado, autor material de los hechos, se beneficia de esta eximente, dejando subsistente la sanción penal de su superior.

Habitualmente se relaciona con la actividad castrense, debido a la subordinación que los miembros de una jerarquía militar deben rendir a sus superiores en las acciones que competen al servicio prestado. No obstante, puede presentarse en otras actividades de Derecho público, como la Administración.

Para referirse a esta eximente, la mayor parte de la doctrina penal utiliza la expresión de obediencia debida; no obstante, varios autores han criticado esta denominación, argumentando que ella implicaría que el ordenamiento jurídico puede establecer un «deber de acatamiento absoluto», aun en caso de órdenes que suponen la realización de hechos delictivos. De acuerdo a los mismos, esta situación resultaría ilógica y contradictoria, pues es un principio universalmente aceptado del Derecho que lo que está ordenado no puede estar al mismo tiempo prohibido y viceversa. Por ello, estos autores prefieren designar a esta eximente como cumplimiento de mandatos antijurídicos.

Clases de obediencia

De acuerdo a la forma en que la obediencia debida se presente en la ley, es clasificable en:

Obediencia absoluta:
En virtud de ésta, el subordinado está obligado a cumplir las órdenes lícitas e ilícitas (antijurídicas) que le ha impartido su superior jerárquico. Se subclasifica en

Obediencia reflexiva:
Aquella en que el subordinado posee la facultad de suspender la ejecución de la orden y representar su ilicitud al superior jerárquico, pero en caso que él insista en su realización, debe cumplirla sin más.

Obediencia ciega:
Aquella en que el subordinado carece de la facultad de suspender y representar la orden.

Obediencia relativa:
En virtud de ésta, el subordinado está obligado a cumplir solo las órdenes lícitas que le ha impartido su superior jerárquico.

Debido a que la obediencia absoluta ciega no se encuentra contemplada en prácticamente ninguna legislación del mundo y la obediencia relativa supone casos que quedan al margen del Derecho penal (porque son órdenes lícitas), la obediencia debida (como eximente) es una situación que se plantea frente a casos de obediencia absoluta reflexiva.

Fuentes: Wikipedia. Etimologías de Chile y Diccionario de Emociones, Actitudes y Conductas de la Universidad Bolivariana.