Aunque nosotros somos participes de una corriente que bautizamos como NeuroPsicología Ontológica, somos conscientes que otras universidades  eligen programas paralelos para fundamentar sus carreras. Algunas de las razones de nuestra elección quedarán clarificadas cuando interprete nuestra tabla comparativa de enfoques. Sin embargo creemos que por momentos serán necesarios múltiples enfoques para encontrar el mejor abordaje.

A continuación te presentamos una síntesis de las principales corrientes que fundamentan los programas universitarios en Psicología en otras universidades, ordenadas desde las más adoptadas en la formación contemporánea hasta aquellas que, aunque históricamente esenciales, se utilizan en menor medida en los planes de estudio actuales.

Nuestra selección merece un artículo aparte, por eso no fue incluida en esta lista. Sin embargo la incluimos en la tabla comparativa que compartimos a nuestros estudiantes en sus procesos de certificación.


Cognitivismo

Actualmente, la perspectiva cognitiva es, sin duda, la más influyente en la formación de psicólogos y en la investigación. Esta corriente se centra en los procesos internos del pensamiento, la memoria, la percepción y el lenguaje. Autores como Jean Piaget, Ulric Neisser y Donald Broadbent han sido fundamentales para cimentar y expandir esta aproximación. Se refleja en asignaturas como psicología del desarrollo, neurociencias cognitivas y procesamiento de información, que constituyen la base de numerosos programas universitarios en el mundo moderno.
Más información sobre psicología cognitiva


Conductismo (Behaviorismo)

El conductismo, impulsado por figuras como John B. Watson y B. F. Skinner, sigue presente en la enseñanza de la psicología, especialmente en aquellas áreas relacionadas con el aprendizaje, el condicionamiento y la modificación de conductas. Aunque la investigación actual lo complementa con visiones cognitivas, sus principios básicos aún inspiran metodologías en entornos clínicos y educativos.
Descubre más sobre el conductismo


Neurociencias y Biopsicología

Con el auge de la tecnología y las técnicas de imagen cerebral, la integración de la neurociencia en la formación psicológica es cada vez más notable. Investigadores como Roger Sperry y Eric Kandel han dado forma a este campo, que se centra en cómo las estructuras y procesos biológicos influyen en el comportamiento y la cognición. Esta corriente está muy presente en los programas académicos contemporáneos y se valora por su capacidad para conectar la mente y el cerebro.
Explora la neurociencia en Psicología


Humanismo

La psicología humanista, con exponentes como Abraham Maslow y Carl Rogers, ocupa un lugar relevante en la formación, sobre todo por su énfasis en el potencial humano, la autorrealización y la empatía. Su influencia se extiende al área clínica y terapéutica, promoviendo enfoques centrados en el individuo y la experiencia subjetiva. Aunque no es la corriente predominante en términos de investigación empírica, su aproximación ética y existencial ha marcado la práctica en numerosos programas educativos.
Más sobre el enfoque humanista


Psicoanálisis y Psicodinámica

Fundado por Sigmund Freud, el psicoanálisis ha sido históricamente una de las corrientes más influyentes. Aunque en la actualidad su presencia se ha visto reducida en comparación con enfoques empíricamente validados, sigue siendo parte de la formación universitaria, especialmente en carreras que integran la psicoterapia y la comprensión clínica profunda del inconsciente. La evolución hacia el psicoanálisis relacional y otras variantes ha mantenido su importancia en ciertos contextos.
Investiga los aportes del psicoanálisis


Gestalt

La corriente Gestalt, que enfatiza la percepción global y la organización de la experiencia, ha influido notablemente en la psicología de la percepción y en algunos enfoques terapéuticos. Aunque su utilización en planes de estudio es más limitada y especializada, sigue siendo un referente para entender cómo los individuos organizan y dan significado a sus vivencias.
Lee sobre la psicología Gestalt


Estructuralismo y Funcionalismo

Estas corrientes, fundadas en los albores de la psicología moderna (con figuras como Wilhelm Wundt, Edward Titchener y William James), constituyen la base histórica que dio origen a la disciplina. En la actualidad, su enfoque se enseña más como antecedentes y elementos de análisis comparativo que como escuelas de pensamiento activas, ya que sus conceptos han sido reformulados y ampliados por las corrientes más modernas.
Conoce la evolución del estructuralismo y funcionalismo


Psicología Existencial

Esta corriente ha servido para nuestro equipo como inspiradora de la Neuropsicología Ontológica, y se centra en las cuestiones fundamentales de la existencia humana: el sentido de la vida, la libertad, la responsabilidad y la angustia frente a la finitud. Inspirada por filósofos existencialistas como Søren Kierkegaard y Martin Heidegger, y desarrollada en el ámbito psicológico por figuras como Viktor Frankl, la psicología existencial invita a una reflexión profunda sobre cómo los individuos enfrentan sus dilemas existenciales en la búsqueda de autenticidad. Frankl, en su obra El hombre en busca de sentido, resalta cómo la voluntad de encontrar un significado puede transformar el sufrimiento en una fuerza vital que oriente la existencia. Esta corriente, a menudo aplicada en contextos terapéuticos, se enfoca en la aceptación de la incertidumbre y el compromiso personal en la construcción de una vida con propósito.
Conoce más sobre psicología existencial


Psicología social

Es una corriente dentro de la psicología que estudia cómo los pensamientos, emociones y comportamientos de los individuos son influenciados por el entorno social y las interacciones con otros. Esta propuesta se sitúa en la intersección entre la psicología y la sociología, analizando fenómenos como la conformidad, la agresión, la ayuda mutua y la atracción interpersonal.

Uno de los primeros experimentos de psicología social fue realizado por Norman Triplett en 1897, quien estudió cómo la competencia afectaba el rendimiento de los ciclistas. Sin embargo, el verdadero impulso de la disciplina llegó con Kurt Lewin, considerado el «padre de la psicología social moderna». Lewin desarrolló la teoría del campo y enfatizó la importancia de los factores situacionales en el comportamiento humano. En Latinoamérica fue ampliamente difundida por Enrique Pichon Rivière

Algunos de los principios clave de la psicología social incluyen:

  • La influencia del entorno social en la percepción y el comportamiento.
  • La construcción de la identidad a través de la interacción con los demás.
  • El estudio de normas sociales y su impacto en la conducta individual.


Psicología Positiva

Emergente a finales del siglo XX, la psicología positiva propone el estudio científico de las fortalezas personales, el bienestar y las emociones positivas, alejándose del énfasis tradicional en las patologías. Liderada por autores como Martin Seligman y Mihaly Csikszentmihalyi, esta corriente se fundamenta en la idea de que comprender y fomentar los aspectos positivos de la experiencia humana (como la resiliencia, la gratitud y la creatividad) es tan relevante como diagnosticar y tratar los trastornos mentales. La psicología positiva se refleja en intervenciones y programas que ayudan a las personas a desarrollar sus potencialidades y a alcanzar una satisfacción vital sostenida a lo largo del tiempo.
Descubre los fundamentos de la psicología positiva


Psicología Sistémica y Familiar

En lugar de concentrarse únicamente en el individuo, la psicología sistémica examina cómo las interrelaciones y dinámicas dentro de los grupos –como familias, parejas o comunidades– influyen en el comportamiento y en el bienestar de sus miembros. Influenciada por teorías de la comunicación y la cibernética (con aportes de autores como Gregory Bateson y Salvador Minuchin), esta perspectiva considera que los problemas psicológicos pueden surgir de patrones disfuncionales en las redes relacionales. La terapia sistémica propone estrategias para reconfigurar estos sistemas, facilitando nuevas formas de interacción que promuevan el equilibrio y la resiliencia colectiva.
Explora más sobre psicología sistémica


Psicología Sociocultural y de la Diversidad

Esta corriente postula que el entorno social, la cultura y el contexto histórico juegan un papel crucial en la formación de la identidad y en el desarrollo psicológico. Inspirada en el trabajo de Lev Vygotsky y ampliada por investigadores contemporáneos, la psicología sociocultural insiste en que los procesos cognitivos y emocionales no pueden entenderse sin considerar las interacciones sociales, el idioma, las normas culturales y las estructuras de poder. Además, aboga por un enfoque inclusivo y diverso, reconociendo las diferencias de género, etnicidad y orientación sexual en la construcción del ser.
Lee sobre la influencia cultural en la psicología


Psicología Feminista

La psicología feminista surge como una respuesta crítica a las teorías establecidas que, en muchos casos, han invisibilizado las experiencias y perspectivas de las mujeres. Esta corriente se basa en el análisis de las relaciones de poder, la construcción social de género y las dinámicas de la inequidad que afectan la salud mental y el desarrollo personal. Autoras y autoras como Carol Gilligan han enfatizado la importancia de valorar las diferencias en la experiencia de género, proponiendo modelos alternativos que integren la empatía, la colaboración y la interdependencia como ejes fundamentales del cuidado psicológico. La psicología feminista continúa impulsando cambios en la investigación y la práctica, promoviendo una visión holística e inclusiva del ser humano.
Profundiza en la psicología feminista


Psicología Evolutiva o Evolucionista

Esta corriente aplica principios de la teoría de la evolución para explicar comportamientos y procesos psicológicos. Basada en la idea de que muchos rasgos mentales y emocionales pueden haber sido seleccionados adaptativamente en la historia evolutiva de la humanidad, la psicología evolucionista investiga cómo nuestros procesos cognitivos y emocionales responden a desafíos ancestrales. Autores como David Buss han aportado evidencia de cómo las estrategias de apareamiento, la competencia social y los mecanismos de cooperación están arraigados en nuestra biología. Este enfoque ofrece una perspectiva integradora que conecta aspectos biológicos, culturales y ambientales en la configuración del comportamiento humano.
Consulta más sobre psicología evolucionista


Aspectos para seleccionar y evaluar estas Corrientes:

Para abordar escenarios organizacionales complejos, inciertos y transformados por la AGI y la Singularidad, la corriente ideal debería ser:

  1. Integrativa y Holística: Capaz de considerar múltiples facetas del ser humano (cognición, emoción, biología, propósito).

  2. Adaptable y Evolutiva: Que pueda incorporar nuevos conocimientos rápidamente (especialmente de neurociencias y IA).

  3. Fuerte en Ética y Valores: Fundamental ante dilemas que plantearán la AGI y la Singularidad.

  4. Orientada a la Transformación y Resiliencia: Para gestionar el cambio profundo y la incertidumbre.

  5. Capaz de abordar la Dimensión Emocional y de Significado: Crucial cuando el «trabajo» y la «identidad» se redefinan.

  6. Con Sustento Empírico y Apertura Filosófica: Para ser rigurosa y a la vez capaz de abordar preguntas fundamentales.


Analizando las Corrientes en función de nuestros intereses:

  • Cognitivismo: Fuerte en procesos y adaptación, base para entender la interacción con IA, pero puede carecer de profundidad emocional y ética por sí solo.

  • Conductismo: Demasiado limitado para la complejidad de estos escenarios.

  • Neurociencias y Biopsicología: Fundamental para entender la base biológica y las implicaciones de la neurotecnología, pero necesita complementarse con la experiencia subjetiva y el significado.

  • Humanismo y Psicología Existencial: Absolutamente cruciales para el componente de significado, propósito, ética, libertad y gestión de la angustia ante lo desconocido y la redefinición del ser humano.

  • Psicoanálisis: Puede ofrecer insights profundos sobre resistencias inconscientes a cambios radicales, pero su metodología es menos ágil.

  • Gestalt: Útil para la percepción de nuevas realidades y la resolución creativa de problemas.

  • Psicología Positiva: Clave para fomentar la resiliencia, el bienestar y las fortalezas en un entorno disruptivo.

  • Neuropsicología Ontológica: Esta corriente, por su propia definición propuesta, parece la más prometedora. Su intención de integrar la neurociencia (el «cómo» del cerebro) con la ontología (el «qué» y «por qué» del ser y la conciencia) es precisamente lo que se necesitaría. Abordaría directamente cómo la AGI y la Singularidad podrían afectar nuestra comprensión de la conciencia, la identidad, la experiencia subjetiva, y las implicaciones éticas de un mundo cohabitado por inteligencias no biológicas avanzadas.

  • La Psicología Sistémica es crucial para entender cómo las organizaciones, como sistemas complejos, se adaptarán (o no) a la integración de la AGI y cómo cambiarán las interacciones y dependencias.

  • La Psicología Sociocultural y de la Diversidad será indispensable para gestionar el impacto diferencial de la AGI en diversos grupos, asegurar la inclusión en el diseño y la implementación, y navegar la diversidad de respuestas culturales a cambios tan profundos.

  • La Psicología Feminista (y por extensión, otras psicologías críticas enfocadas en el poder) aportará una lente vital para analizar y mitigar los sesgos en la AGI, las nuevas dinámicas de poder que puedan surgir, y asegurar que la transformación no exacerbe las desigualdades existentes.

  • La Psicología Evolutiva podría ofrecer insights sobre las reacciones humanas fundamentales (miedo, curiosidad, cooperación, competencia) ante una inteligencia superior no humana y cómo nuestras predisposiciones ancestrales podrían influir en la adaptación a la Singularidad.

Hacia una Conclusión

Esta jerarquización refleja la tendencia actual en la formación en Psicología a nivel global, donde los paradigmas que integran metodologías empíricas y tecnológicas —como el cognitivismo, el conductismo y las neurociencias— encabezan las mallas curriculares. No obstante, la riqueza y diversidad de la disciplina se enriquecen con la presencia histórica y teórica de otras corrientes.

Cada una de estas corrientes aporta una visión particular del comportamiento y la mente humana, y su integración ofrece a los futuros profesionales una base sólida y versátil para abordar la complejidad del ser y sus manifestaciones.

Si bien la NeuroPsicología Ontológica es la que, conceptualmente, mejor se alinea con los desafíos futuros por su vocación integradora y su enfoque en la naturaleza del ser en contextos transformadores, su principal desafío es su estado emergente frente a las otras corrientes.

Por lo tanto, la aproximación más realista y efectiva sería una combinación sinérgica y evolutiva de corrientes, donde la NeuroPsicología Ontológica actúe como un marco conceptual guía o una meta a la que aspirar, integrando activamente conceptos e investigaciones de:

  1. Psicología Positiva: Para la resiliencia, el florecimiento y las fortalezas.

  2. Humanismo y Psicología Existencial: Para el sentido, los valores, la ética y la gestión de la incertidumbre existencial.

  3. Cognitivismo: Para entender y modelar la interacción humano-IA, el aprendizaje y la adaptación cognitiva.

  4. Neurociencias y Biopsicología: Como base empírica para entender los correlatos biológicos y las posibilidades/riesgos de la neurotecnología y la IA.


Compilación y Desarrollo por el Dr. Fabián Sorrentino., para el desarrollo de la Ontología de la Conciencia como una epistemología justificada.

Referencias:
: Psicología y Mente – 7 principales corrientes
: EE Psicología – Corrientes psicológicas
: SNHU Blog – Corrientes de la Psicología
: Tiffin University Blog – Escuelas de la Psicología