Podemos interpretar el vacío (del latín vacīvus) como la ausencia total de materia en un determinado espacio o lugar, la falta de contenido en el interior de un recipiente o la condición de una región donde la densidad de partículas es muy baja, como por ejemplo el espacio interestelar.

En física se suele denominar vacío al espacio compuesto por patrones de ondas superpuestas y entrelazadas entre sí, que experimentan un impulso de repulsión.

El vacío es uno de los cinco elementos básicos del cual no derivan otros elementos; además es, grosso modo, el elemento que representa el espacio sin ocupación.

Según una teoría, los huecos formados por los espacios sin elementos eran en si mismos una forma de energía, y tomando como cierto que es imposible eliminar los moles elementales de un espacio, entonces esa «nada» albergaría unos «moles negativos».

Ampliando esta hipótesis, normalmente cuando una molécula positiva y una negativa se encuentran, gana la positivo, salvo en el caso de que la molécula negativo colisione contra la positiva con mayor poder, provocando la aniquilación de ambas, y generando de nuevo un hueco que creará más energía negativa la cual se comportará como un elemento, el elemento vacío.

Teniendo en cuenta estas teorías, los elementales de vacío podrían ser capaces de aniquilar cualquier forma de materia conocida, pero al mismo tiempo deberían poseer un cuerpo fuera de lo común para poder resistir contra la propia naturaleza de su elemento.

Compilado por Fabián Sorrentino