Los artículos académicos son textos que comunican los resultados de una investigación científica o una reflexión crítica sobre un tema de interés. Su propósito es contribuir al avance del conocimiento y al debate académico.

Sin embargo, escribir un artículo académico no es una tarea fácil, ya que requiere seguir una serie de normas, criterios y pautas que aseguren su calidad, rigor y relevancia.

En este artículo, se presentan algunos aspectos que se deben considerar para mejorar un artículo académico, tales como la claridad, la coherencia, la relevancia, la adecuación, la presentación y la discusión de los resultados. Además, se ofrece una guía práctica para escribirlo, siguiendo una estructura básica y algunos consejos para redactar, revisar, editar y publicar el texto.

Finalmente, se reflexiona sobre el concepto de comunidad de aprendizaje como una forma de construir y compartir conocimiento de manera colaborativa y solidaria.

0 – Define el propósito y el público de tu artículo.

¿Qué quieres comunicar y a quién? Esto te ayudará a elegir el tono, el estilo y el nivel de profundidad adecuados para tu texto.

Para definir el propósito y el público de tu artículo académico, puedes seguir los siguientes pasos:

  1. Identifica el tema general de tu artículo y delimita un problema específico que quieras investigar o resolver. Por ejemplo, si tu tema general es la educación ambiental, puedes delimitar un problema como la falta de conciencia ecológica en los estudiantes universitarios.
  2. Formula una pregunta de investigación que oriente tu trabajo y te permita establecer una hipótesis o una tesis. Por ejemplo, ¿qué factores influyen en la conciencia ecológica de los estudiantes universitarios?
  3. Revisa la literatura existente sobre tu tema y problema, buscando fuentes confiables y actualizadas que te proporcionen información relevante y te ayuden a sustentar tu hipótesis o tesis, para encontrar resultados de búsqueda web, imágenes y noticias relacionadas con tu tema.
  4. Determina el tipo y el formato de tu artículo según el medio de divulgación que hayas elegido o que te hayan asignado. Por ejemplo, si vas a publicar tu artículo en una revista científica, debes seguir las normas y los criterios que esta establezca para la presentación y la evaluación de los artículos.
  5. Identifica el perfil de tus lectores según el medio de divulgación y el campo del conocimiento al que pertenece tu artículo. Por ejemplo, si tu artículo es sobre educación ambiental, tus lectores pueden ser profesores, investigadores, estudiantes o profesionales interesados en este tema.
  6. Adapta tu lenguaje, tu estilo y tu contenido al propósito y al público de tu artículo, buscando ser claro, preciso, coherente y original. Usa un vocabulario adecuado al nivel de conocimiento de tus lectores, evita las ambigüedades y las redundancias, organiza tus ideas con una estructura lógica y argumenta con evidencias y ejemplos.
    .

:
1 – Elige un tema específico y relevante para tu artículo.

La introducción es la primera parte de un artículo académico y tiene como función presentar el tema, el propósito y la tesis del trabajo. Una buena introducción debe captar la atención del lector, motivar su interés y proporcionarle una visión general del contenido del artículo. Para lograrlo, se recomienda seguir los siguientes pasos:

  1. Contextualiza el tema. Sitúa el tema de tu artículo en un marco teórico, histórico o social que lo justifique y lo relacione con otros estudios o debates existentes. Puedes usar datos, estadísticas, citas o ejemplos que ilustren la relevancia y la actualidad del tema.
  2. Plantea el problema. Identifica y delimita el problema específico que quieres investigar o resolver en tu artículo. Explica por qué es importante, qué vacíos o limitaciones hay en el conocimiento previo y qué aportes o soluciones pretendes ofrecer.
  3. Formula la pregunta de investigación y la hipótesis o la tesis. La pregunta de investigación es la que orienta tu trabajo y te permite establecer una hipótesis o una tesis. La hipótesis es la respuesta provisional o supuesta al problema, mientras que la tesis es la respuesta definitiva o argumentada al problema. Ambas deben ser claras, precisas y coherentes con el propósito y el alcance de tu artículo.
  4. Define los objetivos. Los objetivos son los resultados esperados de tu trabajo, es decir, qué quieres lograr con tu investigación o reflexión. Deben ser específicos, medibles, alcanzables, relevantes y temporales. Puedes distinguir entre objetivos generales y específicos, según el nivel de detalle que quieras dar.
  5. Anuncia el plan o la estructura del artículo. Indica al lector cómo está organizado tu artículo, qué secciones o subsecciones tiene y qué vas a abordar en cada una de ellas. Esto le ayudará a tener una idea global del desarrollo y la argumentación de tu trabajo.

.

2 – Haz una investigación previa sobre tu tema.

La investigación previa es el proceso de búsqueda, selección y análisis de fuentes de información que te permitan sustentar, ampliar y profundizar tu conocimiento sobre el tema que has elegido para tu artículo académico. Ella te ayudará a definir el problema, la hipótesis, los objetivos y el marco teórico de tu trabajo, así como a encontrar datos, evidencias y ejemplos que apoyen tu argumentación. Para realizar una investigación previa efectiva, se recomienda seguir los siguientes pasos:

  1. Define las palabras clave que representen tu tema y el enfoque que le quieres dar. Las palabras clave son los términos más relevantes y específicos que describen tu tema. Te servirán para filtrar y ordenar los resultados de búsqueda según tus intereses y necesidades.
  2. Usa un buscador confiable y actualizado que te ofrezca resultados de calidad y variedad. Puedes usar el buscador de Bing, que te permite encontrar resultados de búsqueda web, imágenes y noticias relacionadas con tu tema. Además, puedes usar filtros como el idioma, la fecha, el tipo o la región para afinar tu búsqueda.
  3. Selecciona las fuentes que sean pertinentes, fiables y actuales para tu tema. Para ello, debes evaluar la autoría, la procedencia, la fecha, el contenido y el propósito de cada fuente. Evita las fuentes que sean obsoletas, poco rigurosas o sesgadas. Prefiere las fuentes primarias o directas sobre las secundarias o indirectas.
  4. Analiza las fuentes seleccionadas con una actitud crítica y reflexiva. No te limites a reproducir lo que dicen las fuentes, sino que interpreta, compara, contrasta y relaciona la información que obtienes con tu propio conocimiento y con otras fuentes. Identifica las ideas principales, los argumentos, las evidencias y los ejemplos que te sirvan para tu trabajo.
  5. Cita las fuentes que utilices en tu trabajo, siguiendo el formato adecuado según la norma que apliques (APA, MLA, etc.). Esto te permitirá dar crédito a los autores originales, evitar el plagio y facilitar al lector la consulta de las fuentes.

Te recomiendo ver ejemplos de estos trabajos en Google Academics.
.

3 – Elabora un esquema o estructura para tu artículo.

Divide tu texto en secciones con encabezados y subtítulos que indiquen el contenido de cada parte. Una posible estructura podría ser:

  • Título: Debe ser claro, conciso y atractivo. Resume el tema y el objetivo de tu artículo en una frase.
  • Introducción: Presenta el tema, el propósito y la tesis de tu artículo. Explica por qué es importante y qué vas a abordar en el desarrollo.
  • Desarrollo: Desarrolla los puntos principales de tu argumento, apoyándote en fuentes, datos y ejemplos. Usa párrafos cortos y claros, con transiciones entre ellos. Puedes dividir esta sección en subsecciones con subtítulos que indiquen el contenido de cada una.
  • Conclusión: Resume las ideas principales de tu artículo, reafirma tu tesis y plantea las implicaciones o recomendaciones de tu trabajo.
  • Referencias: Cita las fuentes que utilizaste en tu artículo, siguiendo el formato adecuado según la norma que apliques (APA, MLA, etc.).

4 – Escribe el borrador de tu artículo, siguiendo el esquema que elaboraste.

El siguiente es un ejemplo arquetípico en 4 grandes capítulos:

A – Introducción

La introducción es la primera parte de un artículo académico y tiene como función presentar el tema, el propósito y la tesis del trabajo. Una buena introducción debe captar la atención del lector, motivar su interés y proporcionarle una visión general del contenido del artículo. Para lograrlo, se recomienda seguir los siguientes pasos:

  • Contextualiza el tema. Sitúa el tema de tu artículo en un marco teórico, histórico o social que lo justifique y lo relacione con otros estudios o debates existentes. Puedes usar datos, estadísticas, citas o ejemplos que ilustren la relevancia y la actualidad del tema.
  • Plantea el problema. Identifica y delimita el problema específico que quieres investigar o resolver en tu artículo. Explica por qué es importante, qué vacíos o limitaciones hay en el conocimiento previo y qué aportes o soluciones pretendes ofrecer.
  • Formula la pregunta de investigación y la hipótesis o la tesis. La pregunta de investigación es la que orienta tu trabajo y te permite establecer una hipótesis o una tesis. La hipótesis es la respuesta provisional o supuesta al problema, mientras que la tesis es la respuesta definitiva o argumentada al problema. Ambas deben ser claras, precisas y coherentes con el propósito y el alcance de tu artículo.
  • Define los objetivos. Los objetivos son los resultados esperados de tu trabajo, es decir, qué quieres lograr con tu investigación o reflexión. Deben ser específicos, medibles, alcanzables, relevantes y temporales. Puedes distinguir entre objetivos generales y específicos, según el nivel de detalle que quieras dar.
  • Anuncia el plan o la estructura del artículo. Indica al lector cómo está organizado tu artículo, qué secciones o subsecciones tiene y qué vas a abordar en cada una de ellas. Esto le ayudará a tener una idea global del desarrollo y la argumentación de tu trabajo.

B – Desarrollo

El desarrollo es la parte más extensa y sustancial de un artículo académico y tiene como función desarrollar los puntos principales de tu argumento, apoyándote en fuentes, datos y ejemplos. Una buena estructura para el desarrollo puede ser:

  • Marco teórico. Es el conjunto de conceptos, teorías y autores que sustentan tu trabajo y que te permiten definir los términos clave, establecer las categorías de análisis y explicar las relaciones entre las variables. Debes seleccionar las fuentes más relevantes y actuales para tu tema y citarlas correctamente según la norma que apliques (APA, MLA, etc.).
  • Metodología. Es la descripción detallada del proceso que seguiste para realizar tu investigación o reflexión. Debes explicar qué tipo de investigación realizaste (cualitativa, cuantitativa o mixta), qué instrumentos utilizaste (encuestas, entrevistas, observaciones, etc.), qué población seleccionaste (muestra o universo), cómo analizaste los datos (estadística, análisis de contenido, etc.) y qué limitaciones encontraste.
  • Resultados. Es la presentación de los hallazgos obtenidos a partir del análisis de los datos. Debes mostrar los resultados de forma clara y precisa, utilizando tablas, gráficos, imágenes u otros recursos visuales que faciliten la comprensión. Debes evitar la repetición innecesaria de información o la inclusión de datos irrelevantes.

C – Conclusión

La conclusión es la última parte de un artículo académico y tiene como función resumir las ideas principales, reafirmar la tesis y plantear las implicaciones o recomendaciones de tu trabajo. Una buena conclusión debe:

  • Sintetizar los puntos clave de tu argumento, sin repetir lo que ya has dicho, sino destacando lo más importante y novedoso.
  • Relacionar los resultados con la hipótesis, los objetivos y el marco teórico, mostrando el grado de cumplimiento, confirmación o refutación de los mismos.
  • Comparar tus resultados con otros estudios similares, señalando las coincidencias, las diferencias y las aportaciones de tu trabajo al conocimiento existente.
  • Señalar las limitaciones de tu trabajo, reconociendo las debilidades, los errores o las dificultades que encontraste y cómo afectaron a la validez o la generalización de tus resultados.
  • Plantear las implicaciones o las recomendaciones de tu trabajo, indicando qué consecuencias o beneficios tiene tu investigación o reflexión para la teoría, la práctica o la política. También puedes sugerir posibles líneas de investigación futuras que se deriven de tu trabajo.

D – Referencias

Es la lista de las fuentes que utilizaste en tu artículo, ordenadas alfabéticamente según el apellido del autor o el título de la obra. Debes seguir el formato adecuado según la norma que apliques (APA, MLA, etc.) y asegurarte de que todas las fuentes que citas en el texto estén incluidas en las referencias y viceversa. Puedes usar herramientas como Zotero o Mendeley para gestionar tus referencias bibliográficas.

No te preocupes por la perfección en esta etapa, sino por plasmar tus ideas con coherencia y fluidez. Puedes usar herramientas como Grammarly o Hemingway para revisar la ortografía, la gramática y el estilo de tu texto.
.

5 – Revisa y edita tu artículo.

Revisar y editar tu artículo es el proceso de mejorar la calidad, la precisión y la cohesión de tu texto, corrigiendo los errores, eliminando las palabras innecesarias, añadiendo o quitando información según sea necesario. Una buena revisión y edición te permitirá presentar un artículo profesional y atractivo, que cumpla con las normas y los criterios establecidos para la publicación. Para realizar una revisión y edición efectiva, se recomienda seguir los siguientes pasos:

  1. Lee tu texto con atención y crítica, buscando detectar y corregir los posibles errores de ortografía, gramática, puntuación, sintaxis o semántica. Puedes usar herramientas como Grammarly o Hemingway para revisar el estilo y la corrección de tu texto.
  2. Revisa la estructura y la organización de tu artículo, asegurándote de que tenga una introducción, un desarrollo, una conclusión y unas referencias. Verifica que cada sección tenga un encabezado y un subtítulo que indiquen el contenido de la misma. Comprueba que haya una transición fluida entre las secciones y los párrafos, usando conectores lógicos y temporales.
  3. Revisa el contenido y la argumentación de tu artículo, asegurándote de que sea coherente, relevante y original. Verifica que tu tesis sea clara, precisa y argumentada con evidencias y ejemplos. Comprueba que tus fuentes sean pertinentes, fiables y actuales, y que las cites correctamente según la norma que apliques (APA, MLA, etc.).
  4. Revisa los elementos paratextuales verbales, como el título, el resumen y las palabras clave. Verifica que el título sea conciso y atractivo, que resuma el tema y el objetivo de tu artículo en una frase. Comprueba que el resumen sea breve pero informativo, que sintetice el contenido del artículo en unos 150-250 palabras. Verifica que las palabras clave sean relevantes y específicas, que reflejen el tema y el enfoque de tu artículo en unos 3-5 términos.
  5. Revisa los elementos paratextuales no verbales, como las imágenes, las tablas o los gráficos. Verifica que estos elementos complementen tu contenido, que sean claros y precisos, que tengan un título y una fuente. Comprueba que haya una coherencia visual entre los elementos no verbales, usando el mismo formato, tamaño o color.

Lee tu texto con atención y crítica, buscando mejorar su claridad, precisión y cohesión. Elimina las palabras innecesarias, corrige los errores, añade o quita información según sea necesario. Puedes pedir la opinión de alguien cercano para obtener una perspectiva diferente.
.

6 – Formatéalo antes de publicar tu artículo.

Formatear tu artículo antes de publicar es el proceso de adaptar el aspecto y el diseño de tu texto según el medio donde vayas a publicar tu artículo (blog, revista, etc.). Un buen formato te permitirá presentar un artículo profesional y atractivo, que cumpla con las normas y los criterios establecidos para la publicación. Manos a la obra:

  1. Elige el tipo de letra, el tamaño, el color y el interlineado que sean adecuados para tu artículo. Debes usar un tipo de letra legible y estándar, como Arial, Times New Roman o Calibri. El tamaño debe ser entre 10 y 12 puntos, según el medio de publicación. El color debe ser negro o gris oscuro, salvo que el medio de publicación indique lo contrario. El interlineado debe ser sencillo o 1.5, según el medio de publicación.
  2. Ajusta los márgenes, la sangría y la alineación de tu texto. Los márgenes deben ser entre 2 y 3 cm, según el medio de publicación. La sangría debe ser de 0.5 cm en la primera línea de cada párrafo, salvo que el medio de publicación indique lo contrario. La alineación debe ser justificada, salvo que el medio de publicación indique lo contrario.
  3. Inserta los elementos paratextuales no verbales, como las imágenes, las tablas o los gráficos, en el lugar adecuado de tu texto. Debes asegurarte de que estos elementos estén relacionados con el contenido, que tengan una buena resolución y calidad, que tengan un título y una fuente, y que estén numerados y referenciados en el texto.
  4. Aplica el estilo y el formato adecuados a los elementos paratextuales verbales, como el título, el resumen, las palabras clave, los encabezados, los subtítulos y las referencias. Debes seguir las normas y los criterios que establezca el medio de publicación para cada uno de estos elementos, tanto en cuanto al contenido como al diseño.
  5. Revisa el formato final de tu artículo, asegurándote de que no haya errores o inconsistencias en el aspecto o el diseño de tu texto. Puedes usar herramientas como Microsoft Word o Google Docs para aplicar y revisar el formato de tu artículo.

Asegúrate de que tu texto tenga un aspecto profesional y atractivo, usando elementos visuales como imágenes, tablas o gráficos que complementen tu contenido. Adapta el formato según el medio donde vayas a publicar tu artículo (blog, revista, etc.).
.

7 – Finalmente compártelo con tu comunidad de aprendizaje

No solo recibirás un feedback, sino que te pueden confirmar si a ellos le hizo sentido.

Si estás interesado en conocer que sentido hace una comunidad de aprendizaje, aquí va mi artículo..

Por el Dr Fabián Sorrentino
Para más información, se puede consultar la guía para la producción de artículos académicos con fines de publicación
1 o el sitio web sobre cómo escribir un artículo científico2.