¿Cómo definirías a la Comunidad de Aprendizaje (CdA)?

Como un espacio de construcción, de compromisos y apoyos en busca de una coherencia superadora. Donde todos y cada uno de los integrantes seamos responsables de la puesta en acción y creadores de aprendizaje.  Es un proyecto de transformación que opera simultáneamente en tres dimensiones: la cultural, la social y la educativa.

Basándonos en las enseñanzas de Sena y Marciano (2011), reconocemos que todos somos protagonistas en esta construcción. No solo desde nuestros conocimientos previos, sino desde las experiencias de vida apalancadas en la apertura hacia nuevos puntos de vista, conformando así, una comunidad que integra personas, organizaciones y vínculos.

Una Comunidad de Aprendizaje es una comunidad humana organizada que construye y se involucra en un proyecto educativo y cultural propio, para educarse a sí misma, a sus niños, jóvenes y adultos, en el marco de un esfuerzo endógeno, cooperativo y solidario, basado en un diagnóstico no sólo de sus carencias sino, sobre todo, de sus fortalezas para superar tales debilidades. Rosa María Torres.

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¿Cómo funcionan?

Los integrantes de una CdA aprendemos a partir de nuestro lenguajear, como seres sociales (intersubjetivos) que somos. Así es como vamos internalizando un sentido intrasubjetivo. Y como nuestra vida cobra un factor de realidad más amplio.

Este nuevo paradigma en educación no espera de tu parte que pagues un precio por sumarte, sino que cobres valor a través de tu involucramiento, accionando de forma responsable y solidaria. Co-construyéndolo hasta que lo vivas como propio.

Una construcción que va dejando sus huellas a cada paso, a medida que sus prácticas van siendo internalizadas por el equipo y son devueltas a la sociedad en contribuciones permanentes. Todo esto compone un proceso, donde no solo necesitamos comprometernos en una misma dirección, sino conocernos, reconocernos y validarnos a medida que vamos sellando nuevos acuerdos. Acuerdos que van de adentro hacia afuera, hasta convertirse en valores colectivos.

Así fue como diez años atrás los mismos integrantes de este equipo nos encontramos formando parte de de MUNITARIO.COM, una comunidad para el intercambio de bienes y servicios sin utilizar dinero. La idea nació de un planteamiento de quién en ese momento tenía mayor conciencia comunitaria: Gabriel Picardi, quién había sido integrante activo en la Comunidad Gaia en Navarro, nos mostró como el sistema neoliberal estaba limitando el potencial de expansión de muchos de los integrantes de SONRIA y comenzamos un diálogo para crear un abordaje superador.

Quiero aclarar que este desarrollo sucedió en el mismo seno de la comunidad sonría, donde con un equipo de más de 20 personas creamos la primer experiencia piloto.

Beatriz realizó los aportes de diseño para crear un contexto bello dónde las personas quisieran formar parte. Fabián se encargó de crear la visión global del negocio, la marca y la comunicación audiovisual, mientras Inés, paralelamente creó una alternativa de servicio para adultos mayores de 60 años titulada: Tiempo de Propósito.

Ambas propuestas requirieron de reuniones, involucramiento, diseño de procesos, liderazgo de equipos, planificación pedagógica, liderazgo en servicio y presentaciones… todo esto fue dejando huellas que nos permitieron aprender e inspirar para que otros integrantes lleven adelante sus propias organizaciones. Sonría es y fue claramente una comunidad inspiradora que sirvió de incubadora a muchas organizaciones que aún permanecen vigentes.

Tal como dice un documento presentado en el “Simposio Internacional sobre Comunidades de Aprendizaje”, Barcelona Forum 2004, Barcelona, 5-6 Octubre 2001. Una comunidad educativa «Adopta una visión amplia de lo educativo, abarcando diversos ámbitos de aprendizaje: la familia, el sistema escolar, la comunidad, la naturaleza, la calle, los medios de comunicación, la iglesia, el lugar de trabajo, el club, la biblioteca, la casa comunal, la cancha deportiva, el huerto, el patio escolar, el cine, el teatro, el museo, la granja, el zoológico, el circo, etc. De este modo, articula educación escolar y educación extra-escolar, educación formal, no-formal e informal, permitiendo superar estas distinciones que, de hecho, han rigidizado conceptos y han delimitado artificialmente ámbitos, impidiendo una visión más holística y sistémica de lo educativo, y más atenta al aprendizaje.»

Cualidades de una Comunidad de Aprendizaje

Dado que surgen en un mundo líquido, en términos de Bauman, las CdA estarían siendo:

–  Ideales, efímeras y dinámicas, movilizando y produciendo la movilización en cada uno de sus miembros, para que sean quienes fueron llamados a ser.

–  Promotoras: Equiparar accesos y validar la diversidad promueve la equidad. Todas las personas tienen el mismo derecho a ser y a vivir de forma diferente, y al mismo tiempo ser tratadas con el mismo respeto y dignidad. Según Freire, no se pueden concebir las diferencias de manera tolerante e igualitaria mientras estén relacionadas con la idea de superioridad entre culturas. Las escuelas son un reflejo de una sociedad diversa y plural. El desafío es comprender que sólo el reconocimiento de las diferencias no es suficiente para alcanzar una educación igualitaria y lo que se hace fundamental es que todas las personas, independientemente de su origen, cultura, creencias, etc., estén incluidas y que sus voces sean escuchadas a través de la participación grupal, creando lazos sociales no solo a través de los saberes sino en los compromisos conjuntos que alcancemos a tejer.

–  Aptas y responsables para abordar las complejidades territoriales a través de la creación de relaciones basadas en la confianza.

– Promotoras de una ecología de saberes en la cual el conocimiento es inter-conocimiento desde la diversidad epistemológica del mundo (De Souza Santos, 2010).

– Integra personas y equipos desde la dinámica virtual, más allá de compartir un mismo espacio físico de aprendizaje cooperativo. Es así como una comunidad puede ser internacional. (Fabián Sorrentino)

– Crea Inteligencia cultural a partir de la cual nutre a personas y organizaciones dotándolos de una dimensión instrumental, en favor de la sociedad que elegimos crear.

Una «comunidad educativa responsable» es una semilla que multiplica sus flores y sus frutos, superando las adversidades del clima y de la tierra, transformando a quiénes se involucran. Inés Gregorio de Cinacchi

¿Quiénes las conforman?

Estudiantes adultos, trabajadores, integrantes de organizaciones y movimientos sociales, culturales y políticos y agentes del sector público y privado con experiencias en cooperativas, mutuales, asociaciones, fundaciones.

No solo la conforma el grupo de personas que participan en forma presencial, sino el equipo de apoyo que es quién multiplica sus capacidades y recursos. En el decir de Humberto Macías «Hay interdependencia. Los frutos y los fracasos son de todos».

Los tres autores de este trabajo participamos en calidad de integrantes de múltiples «Comunidades de Aprendizaje», con características propias y distintivas, facilitando los procesos desde donde las personas puedan asistir a un grupo a entender los objetivos comunes y contribuir a crear un plan para alcanzarlos sin tomar partido. Y lo hacemos utilizando herramientas que permiten al grupo alcanzar un consenso en los desacuerdos preexistentes o que surjan en el transcurso del mismo. Desde nuestro rol de facilitadores del aprendizaje nos paramos en la demanda propia de quiénes se comportan como clientes. Beatriz Ludojoski

¿Cuál es la propuesta política-pedagógica de una CdA?

Abordándolo desde la pregunta: ¿qué tendríamos que transformar para potenciar el surgimiento de las comunidades de aprendizaje? creemos que pueden aparecer múltiples propuestas.

Rosa María Torres nos hace notar que: «De hecho, salvo quizás por algunas versiones de CA más apegadas al ámbito escolar, hay escasa atención sobre los aspectos pedagógicos». Y aunque luego nos muestra algunos aspectos por los cuáles estas comunidades se han ido expandiendo… sería bueno como ejercicio preguntarnos: ¿Que tiene que pasar para que se conviertan en un hecho prioritario?

Veámoslo a partir de este ejercicio: Si te pregunto hoy: ¿cuál de los dos futuros presentados en esta imagen creemos adoptará la sociedad, una vez que el temor del contagio pase a segundo plano?

Responde sinceramente con una mano en tu corazón: ¿sucederá lo que dice abajo, o lo de arriba? Tómate tu tiempo antes de seguir leyendo.

Probablemente, independiente de la visión de cada uno, los hechos de abajo serían los más posibles para una mayoría ¿Y de que depende este resultado?

En primer lugar por nuestros propios sesgos cognitivos en relación a las elucubraciones de los medios de prensa. Luego, que para afirmar las declaraciones «del recuadro verde» necesitamos convertirnos en protagonistas del cambio. Creer que es posible, Declarar ese propósito como propio, siendo conscientes de que tenemos el poder para transformar nuestro destino.

Cuando elegimos ser actores de una Economía Social y Solidaria, comenzamos a trabajar con la convicción de este futuro, inspirando a otras personas a que puedan considerarlo como real y posible. Las instituciones que forman parte de la comunidad local: aportando recursos educativos y culturales. Niveles intermedios: con propuestas articuladas, evaluadas y sistematizadas que sirvan de inspiración a dirigentes comunitarios, agentes educativos, profesionales e instituciones públicas y privadas, medios de comunicación y opinión pública. Los decisores de políticas: dando visibilidad, articulando en red y difundiendo las experiencias entre personas e instituciones tanto a nivel nacional como internacional. Fabián Sorrentino, Fundador en 1995, de la comunidad de aprendizaje: sonria.com.

Como propuesta metodológica, en las actividades que estamos llevando a cabo como Agentes de Transformación y Mentores nos comprometemos a dejar de promover una educación basada en competencias, para inspirar el desarrollo de las cooperencias que construyen sentido. Invitando a repensar el rol de los educadores y los estudiantes, a los que podríamos rebautizar como participantes con roles diversos… que amplían el observador, promueven la reflexión y adquieren destrezas cognitivas a través de las cuáles deconstruyen y reconstruyen los espacios donde circulan los saberes. El acceso al conocimiento instrumental, obtenido de la ciencia y de la escuela, es esencial para promover transformaciones y desenvolvernos en el mundo actual. CEsta dimensión refiere al aprendizaje de instrumentos como el diálogo, la reflexión y los contenidos y habilidades que constituyen la base para vivir inclusivamente en la sociedad actual. Freire destaca un interés universal por el conocimiento (curiosidad epistemológica); donde todas las personas podamos hablar, escuchar, explicar, comprender, aprender, etc. Wells refiere a la actitud de cuestionar el conocimiento a través del diálogo. Vygotsky afirma que todas las personas tienen la capacidad de usar el contexto de manera instrumental, como una herramienta para transformar su propia psicología y el curso de su desarrollo, en favor de la sociedad que elegimos crear.

Así como educar en competencias nos retorna al terreno de las jerarquías, de la dominación y de lo hegemónico, inspirar las cooperencias promueve las cooperencias. Ellas son la única salida para que los colonizados no repitan, una y otra vez, la terrible historia que los coloca en el lugar del colono, es la creación de algo nuevo, del mundo nuevo. Es el camino en el que los dominados pueden dejar de referenciarse en el dominante, desear su riqueza y su poder, perseguir su lugar en el mundo. En ese camino pueden superar la inferiorización en la que quedaron instalados. Promoviendo las nuevas prácticas emancipatorias». En esa coparticipación, la autoridad se construye a través de los vínculos afectivos, la participación sinérgica y la acción dialógica que promueven el entendimiento, la creación cultural y la liberación; ya definidas por Freire en la década del 70.

El nombre que hemos elegido en nuestra comunidad de aprendizaje: «irradiando bienestar», me sugiere una acción continua en el tiempo. Desde la luz de nuestros valores en el mundo. Hacia todos los puntos cardinales del entorno. Inés Gregorio de Cinacchi

Finalmente les compartimos un video (izquierda) y un cuadro comparativo (abajo) donde se comparan los distintos abordajes (entre los que se encuentra el aprendizaje dialógico, propio de las comunidades de aprendizaje) en pos de presentar un modelo propio que adhiere a la corriente: ontológica de la conciencia. Ver más!

Desde ya, lector disfrutamos de conocer tus inquietudes y opiniones!

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Equipo: Irradiando Bienestar. Ver más haciendo click en la imágen
Participantes: Inés Gregorio de Cinacchi, Beatriz Ludojoski y Fabián Sorrentino
Realizado para la Asignatura: Practicas Profesionalizantes 1
Facilitadoras Formales: Merlina Martinez – Selva Sena y Mercedes Ruiz Díaz (estudiante avanzada de la TUESS) que viene acompañando a la comunidad de aprendizaje desde su construcción.
Con el aporte pictórico de Olga Madariaga (2013) Representante de la corriente Primitivista Nicaraguense.
Carrera: Diplomatura y Tecnicatura Universitaria en Economía Social y Solidaria.
Departamento de Economía y Administración – Universidad Nacional de Quilmes