La transformación digital es una necesidad en todas las organizaciones, y las PyMes no se iban a quedar atrás. El necesario cambio hacia un modelo basado en en las nuevas tecnologías es imparable, y cabe esperar que en los próximos años se consolide aún más.

En plena pandemia quienes invirtieron en digitalización están cosechando sus frutos

¿Se han sabido adaptar las nuevas empresas a los cambios que nos trae este nuevo modelo?
Pues, por el momento, parece que sí. Y es que, según el último informe PACT (Personas, Acciones, Colaboración y Tecnología), elaborado por Fujitsu, más del 50% de las empresas están viendo ya resultados en sus proyectos de transformación digital.

Para ello, el informe analiza, organizaciones de todos los tamaños en todo el territorio nacional y también a nivel global. Casi la mitad de las mismas señala que ya ve resultados y que el cliente, en un 68,2% de los casos, es el factor de mayor influencia en su estrategia, por delante de competidores, nuevos actores del sector, ‘partners’, consultoras, etc.

Sin embargo, un 36% reconoce haber cancelado un proyecto de transformación digital por el alto costo de los mismos. Asimismo, es importante destacar que quedan muchísimos proyectos programados aún sin ejecutar.

Las organizaciones que sobrevivan deberán poner en marcha una visión y estrategia digital, pues ahora mismo no basta solo con elegir la tecnología adecuada, crear una página y vender a través de un sitio web y las redes sociales.

Para ello, analiza cuatro elementos clave sobre los que hay que poner el foco:
1 – las personas como factor decisivo que contribuye al éxito de la transformación digital;
2 – las acciones encaminadas a disponer de los procesos y actitudes correctas;
3 – la colaboración y la co-creación para implementar medidas para lograrlo,
4 – la tecnología como la herramienta que cambiará radicalmente el curso de los negocios.

Evaluando nuestras competencias digitales

Se habla mucho de la transformación digital de las empresas, y a menudo se olvidan de un elemento clave para su éxito, los colaboradores. Al fin y al cabo este proceso afecta a cómo las personas realizan su trabajo en cualquier organización. Por eso antes de lanzarnos a definir como digitalizar nuestra organización tenemos que evaluar dos aspectos: la forma en que coopera dicho equipo y las competencias necesarias en los trabajadores para impulsar la transformación digital en la misma.

Porque uno de las principales factores para el éxito o fracaso de la implantación de la tecnología es el humano. La resistencia al cambio hace que muchas veces proyectos tecnológicos bien definidos y planteados fracasen. O simplemente se conviertan en un gasto, no en una inversión que mejora la competitividad de la empresa.

Trabajadores luditas, no gracias

Hay trabajadores que tienen fobia a las nuevas tecnologías. Al menos aquellas que están relacionadas con su trabajo, porque luego no han tenido problemas de pasar del teléfono al smartphone. Mal comienzo. Si en nuestra empresa tenemos a muchos de estos que no saben ni cambiar el toner de la impresora, el proceso será duro.

Si tus trabajadores no saben ni crear un acceso directo en el escritorio es mal punto de partida para la trasnformación digital.

Hoy en día la empresa necesita profesionales digitales. No solo se trata de que sean competentes en su campo profesional, sino que también tengan una buena relación con las nuevas tecnologías y los procesos digitales. Los profesionales digitales deben contar con una formación híbrida, que sume a sus conocimientos tecnológicos la necesaria comprensión de los principios del negocio.

¿Es nuestro equipo autónomos para trabajar por su cuenta?

A menudo tenemos un perfil de empleados muy eficiente bajo supervisión, cuando están en un entorno controlado de oficina y horario preestablecido. Pero estos trabajadores pueden perder su efectividad si tienen libertad para realizar sus tareas desde casa, si tienen que moverse a las instalaciones de clientes, etc.

Un entorno digital en la empresa facilita la movilidad y poder trabajar desde cualquier lado. Esto implica que necesariamente empleados autónomos, que puedan trabajar sin tener la aprobación o supervisión constante.

Trabajar en equipo sin estar sentados en la misma mesa

Esto no implica que tengan que trabajar aislados, pero si cambia la forma de trabajar en equipo. Ya no es necesario que todos estén sentados a la misma mesa o en la misma habitación para hacerlo. Es necesario que sepan adaptarse y tengan capacidad de trabajo en equipo a distancia.

Para ello es fundamental mejorar la capacidad de comunicación digital, ser capaces de mostrar empatía emociones y transmitir un mensaje que se entienda con facilidad. Si tus empleados se niegan a utilizar otras herramientas que no sean el correo electrónico, no es buena señal.

El papel es el enemigo de la digitalización

También tenemos que evaluar qué cantidad de papel y el uso que hacen del mismo los empleados en la empresa. Si vemos que todavía dependemos de una forma o de otra del papel en una gran parte de los departamentos no será el mejor punto de partida para la trasformación digital.

Los comentarios tipo: «antes lo hacíamos con papel y boli y siempre funcionaba», son una mala señal para la transformación digital.

La eliminación del papel debe darnos la agilidad en la toma de decisiones, en la mejora de productividad, evitar introducir los mismos datos una y otra vez, etc. Imprimir tiene que ser un recursos muy limitado. Manejar los datos a través de pantalla debe ser la norma, ya sea el monitor del ordenador, una tablet o el propio smartphone.

Flexibilidad y capacidad de adaptación a los cambios

Por último para que todo el proceso de transformación digital triunfe los empleados tienen que ser flexibles y tener capacidad de adaptación a los cambios. Si vemos que en nuestra plantilla cualquier pequeña variación en cómo se hacen las cosas supone un problema, el cambio digital se a a encontrar con innumerables frenazos.

En todo caso los trabajadores harán bien en no poner tantas trabas. A lo largo de su vida laboral van a tener que pasar seguramente por varias transformaciones digitales. Si no se adaptan cada vez tendrán más complicado mantenerse en un mercado laboral cambiante y exigente con las adopción de las nuevas tecnologías.

Formación digital continua

Por último, es fundamental tener una formación digital continua. No basta con implantar los cambios, sino que es necesario que los empleados se formen para sacarle partido. Aquí es donde la capacidad de formación a nuestro ritmo, a través de un curso online tiene que ser aprovechado por los empleados.

No todo el mundo tiene la capacidad de concentración, la disciplina necesariapara lograr completar cursos de formación online. Y esto es imprescindible a día de hoy en la mayoría de las empresas. La formación continua y digitalizada es algo casi obligatorio.

Por mucho que la transformación digital de la empresa vaya a mejorar la competitividad, si al final las personas que van a utilizar dichos medios no son capaces de adaptarse, de sacarle partido, el resultado no será el idóneo. Y lo más probable es que acabe en desastre.

Organización Digital

En este grado de madurez, la Organización no solo es una organización sin papeles, sino que está muy volcada a la forma en que sirve ejemplarmente en su mercado.

 

Sociedad Digital

A través de la participación del conjunto de Organizaciones públicas y privadas en el medioambiente se ha construído una nueva cultura de colaboración efectiva dónde todos podemos cocrear y apoyar encuentros con otros.

 

Un desarrollo de Fabián Sorrentino en función del Modelo MET. Fuente primaria de Inspiración: Diego Lorenzana y Carlos Roberto. Revista: Pymes y Autónomos.