Hoy me desperté con esta inquietud: ¿Cómo aprendiendo a crear transiciones entre frases y palabras, en nuestro uso del lenguaje, nos entrenamos en la creación de escenarios futuros? Y conversando con la IA llegué a las siguientes conclusiones:

La escritura es una forma de expresar nuestros pensamientos, sentimientos e ideas. Pero también es una forma de moldearlos y transformarlos. Cuando escribimos, no solo comunicamos lo que somos, sino que también creamos lo que elegimos ser. Por eso, aprender a escribir bien es una habilidad esencial para el siglo XXI, donde el cambio y la incertidumbre son constantes.

Una de las claves para escribir bien es usar palabras de transición tales como “y”, “pero”, “entonces” y “porque” que muestran la relación entre frases, oraciones y párrafos, ayudando a que el texto fluya y nuestros interocutores comprendan cómo se conectan nuestros pensamientos e ideas. Colaborando con nosotros mismos a organizar nuestro pensamiento y a darle coherencia y sentido. Algo que parece escasear bastante, hoy en día. Dr Fabián Sorrentino.

Las palabras de transición

Ellas nos permiten hacer conexiones lógicas entre lo que sabemos y lo que elegimos aprender, entre lo que tenemos y lo que buscamos, entre lo que somos y lo que aspiramos a ser. Creando puentes entre el pasado, el presente y el futuro, y así gestionando mejor el cambio y la incertidumbre.

Por ejemplo, si usamos la palabra “porque” para explicar las causas de un fenómeno, estamos mostrando nuestra capacidad de análisis y comprensión. Si usamos la palabra “entonces” para describir las consecuencias de una acción, estamos mostrando nuestra capacidad de anticipación y planificación. Si usamos la palabra “pero” para expresar una objeción o una alternativa, estamos mostrando nuestra capacidad de crítica y creatividad.

Estas capacidades son fundamentales para adaptarnos al mundo cambiante en el que vivimos, donde nos enfrentamos cada día a nuevos desafíos y oportunidades.

Al usar palabras de transición en nuestra escritura, finalmente estamos entrenando nuestro ser para superarnos en la creación y posterior gestión del futuro.

Por eso, te invito a que practicar desde el lenguaje los siguientes consejos; ellos te ayudarán a mejorar tu propia capacidad de aprendizaje y desarrollo personal.

  1. Lee sobre temas y estilos variados: la lectura es una fuente de inspiración, conocimiento y vocabulario. Al leer, puedes aprender de otros autores, descubrir nuevos géneros y estilos, y enriquecer tu expresión. Lee libros, revistas, periódicos, blogs, etc. que te interesen y te aporten valor12.
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  2. Practica a diario: la escritura es una habilidad que se mejora con la práctica. Cuanto más escribas, más fluidez, confianza y creatividad tendrás. No importa el tema o el formato, lo importante es que escribas algo todos los días. Puedes llevar un diario, escribir cartas, cuentos, poemas, ensayos, etc.12Escribe con claridad y sencillez sin usar palabras rebuscadas o innecesarias que dificulten la comprensión de tu mensaje (a menos que se trate de un tractis de linguística, etimología o un trabajo académico). Usa un lenguaje claro, preciso y adecuado al propósito y al público de tu texto. Evita las oraciones demasiado largas o complejas que puedan generar confusión o ambigüedad34.
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  3. consciente de cómo se relacionan tus pensamientos e ideas entre sí: antes de escribir, haz un esquema o un mapa mental de lo que quieres decir y cómo lo vas a decir. Así podrás identificar las conexiones lógicas entre tus argumentos y evidencias.
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  4. Conoce las palabras de transición. Estudia sus definiciones y matices
    A – De Orden o enumeración: se usan para marcar un orden lógico o secuencial en las ideas. Algunas son: en primer lugar, finalmente, después, al comienzo, posteriormente, más tarde, inmediatamente, anteriormente, mientras, durante, a partir de. Ejemplo: En primer lugar, debes preparar los ingredientes. Después, sigue las instrucciones de la receta. Finalmente, disfruta de tu plato.
    B – De Adición: se usan para añadir información o reforzar una idea. Algunas son: además, también, asimismo, igualmente, del mismo modo, de igual forma, por otro lado, por otra parte. Ejemplo: Además de ser un buen escritor, también es un excelente orador. Asimismo, domina varios idiomas.
    C – De Causa o consecuencia: se usan para indicar la razón o el efecto de una idea. Algunas son: porque, por lo tanto, ya que, debido a, por esta razón, por ello, como resultado, como consecuencia. Ejemplo: Debido a la pandemia, muchas personas perdieron sus empleos. Por ello, se incrementó la pobreza y la desigualdad.
    D – De Comparación: se usan para establecer semejanzas o diferencias entre dos o más ideas. Algunas son: así como, de esta forma, de igual modo, de manera similar, parecido a. Ejemplo: Así como el sol brilla en el cielo, tu sonrisa ilumina mi vida.
    E – De Contraste: se usan para expresar oposición o contradicción entre dos o más ideas. Algunas son: pero, sin embargo, no obstante, al contrario, a pesar de, en cambio. Ejemplo: Me gusta el chocolate, pero no el café. Sin embargo, mi hermana los adora a ambos.
    F – De Enumeración: se usan para listar o enumerar varios elementos o ideas. Algunas son: primero, segundo, tercero…, último; a continuación; además; al comienzo; anterior a; siguiente; finalmente. Ejemplo: Para hacer una torta necesitas los siguientes ingredientes: primero, harina; segundo, azúcar; tercero, huevos; y finalmente, leche.
    G – Posibilidad: se usan para expresar probabilidad o incertidumbre sobre una idea. Algunas son: quizá(s), tal vez, probablemente, posiblemente. Ejemplo: Quizás mañana llueva. Tal vez deberíamos llevar un paraguas.
    H – De Tiempo: se usan para indicar el momento o la duración de una acción o idea. Algunas son: antes de, después de; cuando; mientras; durante; hasta que; desde que; luego; entonces; ahora; ayer; mañana. Ejemplo: Antes de salir de casa revisa que tengas todo lo necesario. Cuando llegues al aeropuerto llama a tu madre.
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  5. Planifica tu texto: antes de escribir, es conveniente que tengas claro qué quieres decir y cómo lo vas a decir. Para ello, puedes hacer un esquema o un mapa mental con las ideas principales y secundarias que quieres desarrollar. Así podrás organizar tu texto de forma coherente y lógica34.
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  6. Aplica las palabras de transición correctamente y en contexto: divide tu texto en una introducción, un cuerpo y una conclusión, y asegúrate de que cada párrafo tenga un propósito claro. Luego, revisa tu texto a nivel de oración y busca oportunidades para usar palabras de transición que tengan sentido.
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  7. Revisa y corrige tu texto: una vez que hayas terminado de escribir, no te conformes con el primer borrador. Revisa tu texto con atención y corrige los posibles errores de ortografía, gramática, puntuación o estilo. Puedes usar herramientas digitales que te ayuden a detectar y solucionar estos errores34. También puedes pedir la opinión de alguien que te dé una retroalimentación constructiva.
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Recuerda que hablar y escribir bien no solo te beneficia a ti, sino también a tus interlocutores. Al usar palabras de transición, facilitas la comprensión de tu mensaje e invitas a seguir comunicándote en forma asertiva y poderosa, expresando tus ideas, emociones y aspiraciones. Mejorando tus habilidades de pensamiento, tu comunicación y tu autoestima.

Escribir desde la mejor versión de lo que somos, implica reconocer nuestra identidad, nuestra voz y nuestro estilo. A la vez que estamos creando nuestra realidad, alimentando nuestra cosvisión y declarando nuestras metas. Expresando lo que estamos siendo y creando para nuestra vida.

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¿Qué actos linguisticos son los más adecuados para crear el futuro?

1 – Las declaraciones son actos lingüísticos que modifican el mundo al pronunciarlos.

Por ejemplo, cuando decimos “te amo”, “te perdono”, “te contrato” o “te despido”, estamos creando una nueva situación que no existía antes de decirlo. Las declaraciones requieren de un poder o una autoridad para ser válidas, y también de unas normas o un contexto que las respalden. Las declaraciones no son verdaderas ni falsas, sino válidas o inválidas.

Las declaraciones nos permiten crear el futuro porque nos hacen responsables de lo que decimos y de lo que hacemos. Al declarar algo, nos comprometemos con nuestra palabra y con las consecuencias que se derivan de ella. Así, podemos generar cambios en nuestra vida y en la de los demás, y también podemos crear nuevas posibilidades y oportunidades.

Por ejemplo, si declaramos un objetivo o una meta para nuestro futuro, estamos creando una realidad que aún no existe, pero que elegimos alcanzar (si es que nuestra declaración está acompañada de nuevas relaciones y acciones pertinentes).

Al declarar, nos motivamos a nosotros mismos y a los demás a trabajar para lograrlo, y también nos abrimos a los recursos y las ayudas que puedan facilitarnos el camino. Así, nuestra declaración se convierte en una profecía autocumplida.

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2 – Otro camino para crear el futuro, son los pedidos, las ofertas y las promesas.

Cuando ofertamos o prometemos algo, estamos creando un compromiso con otra persona o con nosotros mismos, y generando una expectativa sobre lo que vamos a hacer. Al cumplir nuestra promesa u oferta, estamos demostrando nuestra integridad y nuestra confianza, y estamos contribuyendo a crear una relación más sólida y duradera.

Estos son solo algunos ejemplos de cómo las declaraciones nos permiten crear el futuro. También existen los pedidos, los permisos, los reconocimientos, etc. Lo importante es ser conscientes del poder que tiene nuestra palabra y usarla de forma responsable y creativa. Así podremos crear el futuro que deseamos para nosotros y para los demás.

Un desarrollo del Dr Fabián Sorrentino conversando con la IA de chat GPT y Bard.
Algunas fuentes consultadas: 1. celiaariasfernandez.com  2. comoescribirunlibro.org  3. literalni.com  4. eltinteroeditorial.com