Del verbo orar: rezos o súplicas a los Santos o a Dios, que se realiza especialmente en las iglesias, a viva voz, o incluso con el pensamiento, acompañadas muchas veces con gestos, o se dedican a los muertos, rogando por su eterno descanso; aunque también se usan oraciones para homenajear a ciertos héroes o símbolos patrios, como por ejemplo, la oración a la bandera.

En gramática, es la unidad mínima de contenido, con sentido completo, y autonomía sintáctica, formada por una o más palabras. Saussure la calificaba como un hecho de habla, y la gramática generativa la considera como un fenómeno de la competencia lingüística del hablante. Las oraciones comienzan con mayúscula y culminan en un punto.

Constan en general de sujeto y predicado. Una oración se separa de otra por dos pausas fuertes, al inicio y al final. Mediante oraciones se afirma algo, o se expresan dudas, deseos, mandatos o sentimientos.

Fundamentalmente, la oración consta de dos partes esenciales: sujeto y predicado, estas son llamadas oraciones bimembres. Por ejemplo Juan (sujeto) pasea por el parque (predicado) aunque en las oraciones unimembres no hay sujeto, o no hay predicado. Por ejemplo “Llueve”.

Cuando las oraciones poseen predicado nominal (el verbo es ser, estar o parecer) las oraciones se denominan atributivas o copulativas. Por ejemplo “El perro de Javier es negro.” Las predicativas tienen predicado verbal, y pueden ser transitivas, si llevan complemento directo, o intransitivas si no lo tienen. Ejemplo de oración transitiva: “María encontró su casa”. Intransitiva: “El camino quedaba lejos”. Son oraciones impersonales las que carecen de sujeto. Ejemplo. “No hay necesidad de cambio”.

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