Las tertulias de lectura dialógica en Economía Social y Solidaria. Una apuesta pedagógica para contribuir a la organización territorial y la transformación social. Por Rodolfo Pastore y Guadalupe Baliño

“Hoy vivimos un problema complicado, una discrepancia entre teoría y práctica social que es dañina para la teoría y también para la práctica. Para una teoría ciega, la práctica social es invisible; para una práctica ciega, la teoría social es irrelevante” Boaventura de Sousa Santos

Las tertulias como un dispositivo pedagógico para el aprendizaje solidario

“Los hombres y las mujeres no se hacen en el silencio, sino en la palabra, en el trabajo, en la acción, en la reflexión. El diálogo implica un encuentro para la transformación del mundo, por lo que se convierte en una exigencia existencial.” PauloFreire

Las tertulias de lectura dialógica representan un dispositivo pedagógico que desde hace más de dos décadas se viene aplicando con significativos logros en diversas experiencias de comunidad de aprendizajes. Al respecto, podemos resaltar tres aspectos sobresalientes de las mismas: a) como espacio de lectura con otros; b) como diálogo igualitario de reflexiones y c) como ámbito de interacción subjetiva de entendimiento.

a. Un espacio-tiempo de lectura con otr@s

La historia de la lectura muestra que el acto de leer comenzó siendo un espacio social de lectura compartida. Con el avance de la modernidad y la individuación en nuestras sociedades se ha ido perdiendo en gran medida este acto compartido.

Desde la Tecnicatura y el Diploma nos interesa que, de manera complementaria a la lectura personal de cada un@, podamos impulsar esta modalidad de “leer con otrxs” con el objetivo de que la lectura, el discurso y su reflexión no quede solo en manos de algunos “apoderadxs”.

Por ello en las tertulias la práctica de leer con otrxs puede ser útil tanto para trabajar la totalidad de un texto (que por ser complejo o por ser muy interesante puede ser recomendable leerlo acompañado), como para trabajar sólo algunos párrafos o distintas partes de ese texto, que ameriten volver sobre ellos en grupo, para compartir impresiones o seguir reflexionando después de una lectura previa de cada un@.

b. El dialogo igualitario de reflexiones

En las tertulias se pone en juego el diálogo igualitario en la comprensión de textos y su reflexión para la acción. Este es un fundamento de la lectura dialógica, la valoración en clave de aprendizaje de las diferentes aportaciones y comentarios. Así se busca fomentar una construcción de aprendizaje en comunidad que se aleja del modelo más convencional de educación formal, así como del riesgo del mismo de reproducir prácticas de relaciones sujeción-asimetría docente- “alumno”.

Por el contrario, en el espacio de las tertulias se busca potenciar el debate, intercambio y aporte de ideas, en un marco de respeto, solidaridad y compañerismo. Un espacio de formación en donde no hay nadie que sepa “más”, siendo valoradas las distintas intervenciones. La comunidad de aprendizaje respalda y hace crecer esta construcción colectiva como práctica educativa orientada a la emancipación, la asociación en la diversidad y el acto de dar la palabra. Dar la palabra en el sentido de hacer circular la misma, evitando su apropiación monopólica y la consecuente intimidación que esa apropiación genera. Pero también, dando-nos palabras en un proceso de reflexión conceptual compartida que contribuye a dotar de sentido y significación a nuestras acciones y prácticas transformadoras en contextos que no son ideales ni libres de dificultades.

El espacio de las tertulias debe concebirse y practicarse como un ámbito donde no hay una persona pre-establecida que concentra el poder del saber, sino un conjunto de personas entramadas en relaciones de intersubjetividad horizontales, abiertas y democráticas. Por ello en las tertulias hay un/x moderador/x que siendo un integrante del grupo, puede ir rotando si ello contribuye a afianzar la apropiación compartida de aprendizajes. En su función de coordinador/x grupal el/x moderador/x hace circular la palabra, pudiendo ser alguien que conoce y ha trabajado el texto en particular. Por ello también puede presentarlo, introducirlo o comentarlo al grupo, pero alejándose decididamente de la noción relacional “maestrx/alumnx”, donde el “a-lumnx” sería alguien que no sabe y que necesita ser “iluminadx”.

c. Un espacio de interacción subjetiva de entendimiento

Desde esta perspectiva, los espacios de interacción subjetiva regular resultan claves para afianzar los procesos de entendimiento, apropiación y construcción de saberes. Por ello las tertulias constituyen un espacio de aprendizaje que facilita la multiplicidad de interacciones, ya que el entendimiento se hace con otrxs a partir de la complementariedad y el acompañamiento mutuo. Así la lectura dialógica compartida nos permite analizar, comprender y “darle vueltas” a textos que a veces tienen su grado de dificultad. En este acto de compresión conjunta nos sentimos acompañadxs, lo cual es clave para poder vincularnos con aquellos aspectos desafiantes que pueden incluso despertar temores.

En síntesis las tertulias se basan en la confianza de la potencia grupal del aprendizaje, pues al encontrarnos con otrxs de manera regular para leer y comentar textos, vamos construyendo un espacio de reflexión compartida donde se fomenta el diálogo igualitario, el intercambio de ideas y la participación responsable, en el camino por construir una formación solidaria orientada a la acción y la transformación social, en nuestro caso en particular en la construcción de la otra economía, la economía social y solidaria.

Las tertulias y el fortalecimiento organizativo en el territorio

“No hay palabra verdadera que no sea unión inquebrantable entre acción y reflexión” – Paulo Freire

Las tertulias de lecturas dialógicas, en tanto espacios comunitarios intersubjetivos regulares y planificados de aprendizajes, pueden proyectarse también como  prácticas socioeducativas que fortalezcan la construcción organizativa, el aprendizaje democrático y el entramado asociativo en el territorio. Estas características refuerzan a su vez otras como el sentimiento de pertenencia, la identidad compartida y la construcción colectiva de sentidos. En estos espacios se busca que lo “colectivo” no borre a los sujetxs y su singularidad, antes bien el/x sujetx sigue teniendo voz y presencia singular, mientras que al mismo tiempo forma parte de la construcción social y la acción colectiva.

Por ello la designación como “tertulia” nos parece pertinente también en su resonancia socio-histórica.

En efecto las tertulias surgen en la Europa del siglo XVIII y se expanden considerablemente a principios del siglo XIX en América Latina, en este caso básicamente como un proceso social de las élites criollas previo a las revoluciones independentistas. No
es casual que concomitantes a dichas tertulias se constituyeran “sociedades económicas de amigxs del país” con el propósito de compartir reflexiones, lecturas e ideas sobre el orden social y el debate económico. De hecho aquellas “tertulias patrióticas” criollas pueden ser consideradas como un germen de espacio público revolucionario, en el sentido que uno de los objetivos que se proponen es generar ámbitos de sociabilidad democrática, donde no predomine el orden de autoridad o jerarquía estamental del Antiguo Régimen.

En una época en que desde el absolutismo monárquico los espacios públicos autónomos estaban prohibidos, todo encuentro que no fuera estructurado de acuerdo al orden de jerarquías predeterminado por el poder era visto como un espacio social “peligroso”.

Nos interesa entonces retomar de aquellas tertulias históricas su sentido de sociabilidad política democrática y debate de ideas económicas, pero obviamente al mismo tiempo re-actualizando su significación socioeducativa y poniendo en el centro
de su construcción la participación popular, la organización comunitaria y los entramados asociativos. Salvando las distancias del caso, tomamos como antecedente el debate económico de aquellas tertulias históricas construidas por los revolucionarios del siglo XIX que nos fundaron la patria.

De manera más humilde, pero con el mismo sentido político transformador, apostamos a que las tertulias en economía social y solidaria puedan contribuir en la construcción de un espacio de sociabilidad democrática popular, aprendizaje cooperativo y formación de cuadros territoriales.

Reflexiones finales

Para concluir y retomando las ideas del principio, las tertulias de lecturas dialógicas en economía social y solidaria constituyen, junto con el espacio de formación en el aula (que podemos llamar espacio aúlico), un espacio de formación extra-aúlico que permite cumplir el requisito de horas de estudio de la validación oficial del título de técnicx universitario. En definitiva tenemos dos espacios de formación en cada materia:

a) el espacio aúlico de formación presencial en la sede institucional educativa que corresponda; y

b) el espacio de formación extraúlico, conformado por las tertulias de lectura dialógica junto con el uso del campus virtual de la Universidad de Quilmes. Pero más significativo aún, las tertulias constituyen una apuesta pedagógica decidida por el aprendizaje dialógico intersubjetivo, la ampliación territorial de los ámbitos de formación en economía social, así como la construcción de espacios comunitarios organizados de encuentro, reflexión y debate orientados al fortalecimiento organizacional, los vínculos solidarios y la formación de cuadros dirigentes de base.

En definitiva, consideramos que las tertulias significan una oportunidad más para seguir ejercitando el rol del Operador/x Socioeducativx, mediante el ejercicio de democrático de dar-nos la palabra multiplicando los espacios territoriales de encuentro, intercambio deideas y aprendizaje  dialógico, en el convencimiento que la construcción organizada y reflexiva con otrxs, es siempre más profunda, más eficaz y más transformadora de la realidad social y de nuestra propia experiencia vital.