27 Escuelas secundarias tomadas en Argentina. Casi 3 millones de estudiantes en Perú sin clases por huelga docente. 24 días perdidos en Colombia por paro docente. Escuelas de la SEP y Universidades Mexicanas que seguirán sin clases, tras el sismoMinístra de Educación Panameña hace un llamado para retornar a clases… ¿Qué tal si más allá de la cuestiónes políticas, nos enfocámos en un análisis del tipo sistémico?

Para eso convocamos al Dr Fabián Sorrentino quién no solo se atrevió a respondernos a la pregunta de: ¿Cómo educar para el mundo que viene?, sino que en una conversación de un par de horas nos fue mostrando un camino para transformar lo que consideramos necesario.

  • Maestros anuncian paro indefinido a partir del 11 de mayo
  • Marcha de Bucaramanga, replicada con Asambleas informativas y plantones, en las Secretarías de Educación y Alcaldías de otros municipios de Santander.
  • Alrededor de 30 escuelas siguen tomada en Capital.
  • Alrededor de 30 escuelas siguen tomada en Capital.
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La confusión sobre la práctica educativa es algo que comienza en la interpretación de la raíz misma del término. Ya que la palabra educar refiere a dos vocablos:

¿Con cuál de estos dos enfoques estás comprometido?

1 – «ex ducere», ex = sacar, ducere= lo mejor de cada uno, desde adentro hacia afuera: valores y virtudes como la fortaleza, la voluntad, el autodominio, la generosidad, la perseverancia y demás. Conduciéndonos desde la ignorancia a la sabiduría.
2 – «educāre», que significa alimentar, «proporcionar conocimientos» al que requiere alimento.

En virtud de ambas interpretaciones, la práctica académica nos entregaría dos productos comprometidos con procesos diferentes.

Y ¿cómo resolverías esta aparente contradicción?

Ahondando un poco más en la raíz del término veremos que esta aparente contradicción, no es más que una paradoja que se resuelve observando estas dos interpretaciones, como fases de un mismo proceso.

Siendo Educĕre, la 1er fase, que implica poner fuera a un otro, de un determinado estado o de un reducto cerrado, sacarlo, conducirlo de adentro hacia afuera, haciéndolo salir de donde está. Algo que podríamos asociar directamente al proceso del desaprendizaje auto-inducido.

Educāre es un verbo causativo de doble objeto. Esto implica que su realización no se completa en la acción misma, sino cuando el destinatario se implica haciendo algo nuevo a partir de lo recibido.
O sea que el término educāre es un verbo que «acepta y replica». Al igual que el verbo Huir, del latín fugĕre, que tiene su causativo en fugāre (hacer que otro huya, espantar, ahuyentar).

Educāre, como segunda fase, implicaría una guía para que el otro pueda apropiarse de sus recursos, siendo protagonista de su propio proceso y alcanzando el propósito central de la educación: Dar Frutos, que está implícito en la palabra misma: Dis-Frutar.

Educāre se ha empleado en latín desde los inicios, con el valor de proporcionar todos los medios a un sujeto, para que este salga, elevándose desde su estado actual al de la plenitud del desarrollo físico, intelectual y espiritual. Como el que labra y siembra una tierra para que esta produzca frutos.

Pero aquí viene la gran paradoja:
«Es la tierra la que produce frutos y no el labrador».

Educāre, desde siempre ha referido a la tierra. Con el valor de hacerla producir y dar frutos… Hoy, al mirar muchas de las prácticas educativas actuales y escuchar a los estudiantes me pregunto: ¿dónde ha quedado ese dis-frute, que  alude a la raíz misma del término?

¿Acaso creemos que nuestro rol como educadores es el de » seguir empujando» para que el aprendizaje suceda?

Esta conducta, está resultando a mi criterio, una práctica desesperanzada de la educación. Hasta que no aprendamos a comunicarnos intergeneracionalmente, seguiremos poniendo la responsabilidad en el otro, en lugar de hacernos cargo de nuestra propia inoperancia.

Ahora, enfocándonos en Argentina:
¿En qué circunstancias observás que estamos navegando?

1 – Un gobierno comunicando una reforma educativa que es resistida fuertemente por un gran número de docentes, padres y alumnos.

2 – Estudiantes que se aburren a pesar del aumento de las inversiones, que pasaron del 1,1% del PBI en 2005 al 1,8% en 2015.

3 – Bajos resultados de las pruebas Aprender, donde el 40% no alcanzó el nivel básico de matemática junto a un pobre desempeño de Lengua.

4 – Aumento del nivel de fracaso escolar, con alta repitencia y deserción (390.000 alumnos -el 10%- dejan el aula).

5 – Profesores con reticencias por temor a la disminución de sus horas de trabajo y bajo compromiso real al aprendizaje docente contínuo.

6 – Creencia generalizada de que el gobierno trabaja para una precarización de la educación secundaria, proveyendo mano de obra gratuita a las multinacionales.

7 – Ignorancia y falta de confianza acerca de los procesos que implica la construcción participativa y democrática de una reforma, que resulta más que necesaria.

¿Cuál sería tu propuesta para abordarlo?

Desde la Fundación, hemos preparado a un equipo de coaches y mentores con los cuáles somos capaces de «Crear contextos de prosperidad donde el aprendizaje ocurre», en total naturalidad y cuando el aprendiz esté listo. Respetando el ciclo de la siembra y la cosecha… que va del desaprendizaje (un soltar lo que no nos sirve), a la apropiación (de los recursos y competencias que nos resultan significativas). Es aquí, donde «el docente» comienza a ver la necesidad de transformarse en Mentor. Una guía para acompañar y desafiar al mentorizado en su propio camino.

Y ¿cómo están ustedes observando la educación actual?
Dado que el resto de los integrantes no están aquí conmigo elijo responderte personalmente: «la observo con una baja capacidad para responder al nuevo escenario laboral: el cuál prevee que en los próximos años, más de la mitad de los trabajos actuales desaparecerán y se crearán nuevos, que exigirán nuevas combinaciones de saberes y capacidades».

En función de ampliar el espectro de observación, de otros integrantes, entrevistamos al actor y educador:  Jorge Nicolás Dela Rosa quién expresa:  «La educación estándar al estar excesivamente abocada a la acumulación de información de índole intelectual, privilegiando la asociación libre, la memorización mecánica la autonomía de saberes en compartimentos estancos propende a generar un tipo de formación parcializada, con poco contacto con la experiencia real del mundo externo y escasa conexión  con el  mundo interno de los alumnos.

Al no haber una unificación  de saberes y materias que expliquen la interconexión del conocimiento, ni una búsqueda de ampliar las áreas de la personalidad humana pasibles de ser integradas en una educación más integral, seguirán las crisis cíclicas  en las escuelas.

En tanto el  mundo emocional e instintivo, con los sentimientos y la intuición no se fusionen con el conocimiento intelectual, la educación seguirá prohijando saberes tan racionales como  incompletos para abarcar la complejidad del mundo actual.

Una de las consecuencias de esta educación tan sezgada es la proliferación del pensamiento lineal y maniquéo, que entre otras causas es el responsable de la acuciante grieta  en varios ordenes de la vida.

Es necesaria una clara distinción entre el saber y el comprender (este último integrando el saber con el nivel de conciencia de la persona) para que la educación sea transformadora y los conocimientos nos empoderen.

Volviendo al Dr Fabián Sorrentino, nos invitó a concentrarnos en las siguiente imágen, que responde a nuestra inquietud de: ¿Cómo educar para el mundo que viene?

En los próximos días iremos sintetizando, en diferentes artículos, las propuestas que nos sugirió para abordar cada uno de estos aspectos.

Hasta la próxima.