Semiótica es una palabra de origen griego, integrada por “semeion” que significa signo y la terminación “tikoç”, “relativo a algo”, pues ya los antiguos griegos habían descrito la existencia de una relación entre el significante, que es lo que el signo posee de materialidad, y el significado, como idea que representa, y por lo tanto, inteligible.

Generalmente, Semiótica aparece usada como sinónimo de Semiología, ciencia que estudia los signos en general, entendiéndose por signo lo que sirve para representar una idea u objeto diferente de sí mismo, cuya teoría fue expuesta por el suizo Ferdinand de Saussure.

Otros autores sostienen que la Semiótica es una parte de la Semiología que se integraría por la Semántica que estudia solamente los signos lingüísticos y la Semiótica, que trataría de los signos lógicos independientes de su significación.

Hoy en día la palabra semiótica engloba las dos tradiciones y comprende tanto el estudio de los signos como las prácticas de significación y la producción de sentido.

Saussure (1857-1913) fue quien impuso la designación del término Semiología en el ámbito europeo, mientras que su contemporáneo, el estadounidense Charles Sanders Peirce (1839-1914) es el que prefirió denominarla Semiótica. Este último, distinguió el ícono, que establece una relación íntima entre el significante y el significado, como por ejemplo representar a un animal con una foto o con un dibujo del mismo; y el símbolo, donde la conexión resulta arbitrariamente establecida.

Para ciertos autores, el acto sémico debe comunicar; y por lo tanto los signos objeto de la semiótica deben ser aquellos que se usen para el acto comunicacional, como por ejemplo, las señales de tránsito o los gestos; descartándose aquellos que son indicios, pero no comunicacionales como por ejemplo la palidez de una persona, que indicaría la presencia de una enfermedad.

La Tríada de Peirce

Un paso más allá para salir de la dualidad planteada por Saussure fue Pierce. Según Peirce, «no tenemos ningún poder de pensamiento sin signos». En principio el proceso de indagación opera en virtud de la manipulación de signos (o «pensamientos–signos»). El pensamiento es continuo, es decir, en la continuidad del pensamiento los pensamientos–signos están en permanente flujo. Un pensamiento lleva a otro y este a su vez a otro y así sucesivamente.

Para Peirce el signo es algo que, bajo cierto aspecto, representa alguna cosa para alguien. Esto significa -en el fondo- que el signo posee una composición tríadica, y en ese cuerpo emergen y se hacen presente en él, sus tres elementos formales. Ejemplo: hay tres elementos que se combinan en la evolución del universo: el azar, la ley y la formación de hábitos a través del amor, siendo éste último el motor principal que unifica a los otros dos. Entonces:
  • El signo debe tener cualidades que sirvan para distinguirlo.
  • Debe tener un objeto, aunque la relación del representamen con el objeto no basta para hacer de uno el signo del otro; para ello se necesita un interpretante.

Hoy las Ramas de la Semiótica crecen

Inicialmente la semiótica se dividía en 3 grandes disciplinas de estudio: semántica, sintáctica y pragmática.

1. La Semántica: estudia el significado de los signos, esta rama de la semiótica es quizás la más conocida y se encarga de estudiar la relación entre los signos y sus respectivos significados.

2. La Onomasiología: Sabemos que esta especialización es la encargada de nombrar las cosas y también de establecer nombres diferentes.

3. La Semasiología: Una nueva rama de la semiótica que se ocupa del análisis de la relación que va de la palabra al objeto. Entre la palabra recibida y la Comprensión por parte de su interlocutor.

4. La Pragmática se encarga de la forma en que son interpretados. Cuando se trata de pragmática y su relación con la semiótica, se refiere a cómo las personas usan diferentes signos cuando se comunican.

5. La Sintáxis: trata las relaciones entre los signos que no es más que el estudio de la relación entre distintos signos. Todo lo que trata la semiótica es muy amplio, por lo que debemos tratar de cubrir la mayor cantidad de material en esta área. Echemos un vistazo más de cerca a los casos en los que esto podría aplicarse.

Todas estas ramas nos llevan a concebir la Semiósfera

Yuri Lotman introdujo este término en oposición a biosfera, para describir el sistema de signos en el que vivimos. Para Lotman, la comunicación es un acto de traducción creado en la cultura, es decir, la cultura es texto. Como especie, somos criaturas en busca de sentido. Crear significado es un acto humano inherente. En todas las situaciones sociales, creamos significado: lo que hacemos y decimos tiene sentido. Quizá todo lo que media entre las personas sean signos. Gestos, señales, palabras, así como una imagen, un poema o un cuento, un bordado, una película, una escultura, una pieza musical. Todo tiene sentido porque, como argumenta Umberto Eco en La estructura ausente señala: “todo fenómeno cultural es un sistema de signos” y por tanto “la cultura es esencialmente comunicación”. La significación es el valor con el que cubrimos de sentido nuestras vidas.

Cada interacción con la realidad, cada experiencia sensorial se transforma en un significado, una idea, una emoción. Percibimos la realidad como un sistema de signos: de lo que interpretamos, de lo que leemos, de lo que traducimos.

¿Cómo se puede aplicar la semiótica?

La semiótica se fue extendiendo a diversos campos de la vida cultural y refinó sus herramientas analíticas hasta el punto de que se puede llegar a concebir como una teoría general de la cultura.

Estos son algunos de los usos más populares: Discursos Políticos, Prensa o Anuncios. Fotógrafía, Cine, Programas de televisión. Videojuegos, Cómics. Diseño Gráfico.

Un signo es una cosa que, además de la imagen asimilada por los sentidos, hace venir por sí misma al pensamiento alguna otra cosa. San Agustín

¿Te gustaría ver el uso de la semiótica en un ejemplo cotidiano?

Durante un partido de fútbol, ​​hay una falta y el árbitro saca una tarjeta… ¿no sabes qué pasará dependiendo del color de la tarjeta? Si es amarillo, sabes que ha sido alertado; pero si es roja, entonces el jugador es expulsado.

Lo mismo ocurre con otros signos de la vida cotidiana: la paloma blanca con la rama de olivo representa el mundo y la cruz representa al cristiano. Incluso en el caso de un semáforo con un color o símbolo en particular que sugiera una señal en particular, debemos tener esto en cuenta. Esto es semiótica. Por lo que es la semiótica, podemos entender cómo se comportan las personas y cómo se comunican entre sí. De esta forma, nos será mucho más fácil explicar los fenómenos sociales, culturales e incluso psicológicos de nuestra sociedad.

Compilado por el Dr Fabián Sorrentino. Fuentes: Definición en DeConceptos.com, Chreana.com