El compatibilismo es una corriente filosófica que intenta reconciliar el determinismo —la idea de que todo evento o acción tiene una causa previa— con el libre albedrío, que se refiere a la capacidad de tomar decisiones de manera autónoma. Según esta corriente, aunque nuestras acciones puedan estar determinadas por factores biológicos, psicológicos o ambientales, aún podemos considerar a las personas responsables de sus decisiones si estas son el resultado de sus propias intenciones, deseos o razones.

Y lo hace redefiniendo el libre albedrío no como la libertad de actuar sin ninguna causa previa, sino como la libertad de actuar sin coacción externa, con control sobre nuestras acciones y de acuerdo con nuestras propias motivaciones internas.

En lugar de ver el determinismo y el libre albedrío como opuestos, el compatibilismo sugiere que podemos ser libres, en un sentido significativo, incluso en un mundo donde todo está causalmente determinado.

Lo importante es que las acciones surjan de la propia naturaleza del individuo, como sus valores, creencias o deseos, y no de fuerzas externas que lo obliguen a actuar en contra de su voluntad.

Desde nuestra perspectiva Ontológica de la Conciencia este enfoque podría analizarse acorde a la fase de conciencia que está siendo atravesadas por la persona. La Ontología de la Conciencia postula que nuestro ser y nuestras decisiones están profundamente influenciados por nuestras experiencias, nuestras creencias y la forma en que integramos los aprendizajes. Desde esta visión, el libre albedrío no sería una «libertad absoluta», sino una capacidad que emerge a medida que nos hacemos conscientes de las estructuras que limitan o condicionan nuestra manera de actuar.

En esta línea, la capacidad de actuar con libertad depende del nivel de conciencia con el que operemos. Cuanto más conscientes somos de nuestras influencias, condicionamientos y patrones mentales, más capaces seremos de ejercer un tipo de «libertad» que se basa en la autodeterminación consciente. Es decir, nuestras acciones pueden estar determinadas por causas previas, pero si somos conscientes de estas influencias y tomamos decisiones alineadas con nuestra esencia, podemos considerar que estamos actuando libremente, de acuerdo con los principios del compatibilismo.

Desde esta perspectiva, el ser humano tiene el poder de transformarse y trascender los condicionamientos externos e internos, alcanzando un mayor grado de responsabilidad y libertad dentro de los límites que impone la realidad.

Ahora revisemos la lista de autores compatibilistas sostienen que el libre albedrío es compatible con el determinismo, es decir, que aunque nuestras acciones estén determinadas por causas previas, aún podemos considerarlas libres si cumplen ciertos criterios.

A continuación, te menciono algunos filósofos clave con posturas compatibilistas y sus principales planteamientos:

1. David Hume (1711-1776)

Hume es uno de los primeros defensores del compatibilismo. Según su visión, el libre albedrío no consiste en la capacidad de actuar sin causa alguna, sino en la capacidad de actuar de acuerdo con nuestros deseos y razones. Para Hume, la libertad no es la ausencia de causa, sino la capacidad de actuar sin coacción externa. En su obra Tratado de la naturaleza humana y Investigación sobre el entendimiento humano, defiende que el libre albedrío es la posibilidad de actuar en función de nuestras motivaciones internas, incluso si esas motivaciones están determinadas por causas previas.

Planteamiento clave: El libre albedrío es actuar de acuerdo con nuestros deseos y razones internas, aunque estos estén determinados.

2. Immanuel Kant (1724-1804)

Aunque Kant es más conocido por su postura de que los humanos viven en dos mundos, uno fenomenal (de la naturaleza y el determinismo) y otro noumenal (donde existe la libertad moral), algunos interpretan su obra como compatibilista en un sentido más práctico. En su Crítica de la razón pura y Fundamentación de la metafísica de las costumbres, Kant argumenta que los seres humanos pueden ser considerados libres en el ámbito moral si actúan conforme a principios racionales, aunque estén sujetos al determinismo en el mundo natural. Para Kant, el libre albedrío se manifiesta en el hecho de que podemos seguir la ley moral dictada por nuestra razón, a pesar de estar inmersos en un mundo causal.

Planteamiento clave: La libertad moral se encuentra en la capacidad de actuar según principios racionales, incluso si el mundo físico está sujeto al determinismo.

3. Thomas Hobbes (1588-1679)

Hobbes también es un compatibilista temprano. Para él, la libertad significa actuar sin impedimentos externos, no la ausencia de causas. En su obra Leviatán, Hobbes define la libertad como la ausencia de restricciones físicas: somos libres cuando no estamos físicamente forzados a hacer o no hacer algo. De esta manera, incluso en un mundo determinado, podemos actuar libremente siempre que nuestras acciones no estén obstaculizadas por barreras externas.

Planteamiento clave: La libertad es la capacidad de actuar sin impedimentos externos, incluso si nuestras acciones están determinadas por causas internas.

4. John Locke (1632-1704)

Locke, en Ensayo sobre el entendimiento humano, defendió una forma de compatibilismo. Según él, la libertad consiste en la capacidad de seguir nuestros deseos y de elegir entre diferentes opciones, pero reconoce que esos deseos y opciones pueden estar determinados por causas previas. Para Locke, la clave está en que la libertad es la capacidad de diferir una acción o decidir reflexivamente, no en que las decisiones sean indeterminadas.

Planteamiento clave: El libre albedrío se refiere a la capacidad de reflexionar y elegir entre diferentes deseos, aunque esos deseos puedan estar determinados.

5. Harry Frankfurt (1929-2015)

Frankfurt desarrolló una forma más moderna de compatibilismo, conocida por su concepto de «segundo orden de deseos». En su influyente ensayo Freedom of the Will and the Concept of a Person (1971), Frankfurt argumenta que lo que realmente importa para la libertad no es simplemente actuar de acuerdo con nuestros deseos, sino actuar de acuerdo con los deseos que realmente queremos tener (los deseos de segundo orden). Si nuestras acciones reflejan nuestros deseos más profundos, entonces podemos considerarlas libres, incluso si esos deseos están determinados.

Planteamiento clave: El libre albedrío consiste en la capacidad de actuar conforme a los deseos que realmente queremos tener, es decir, los deseos de segundo orden, aunque nuestras preferencias sean determinadas.

6. Daniel Dennett (1942-)

Dennett es uno de los compatibilistas contemporáneos más influyentes. En su libro Freedom Evolves (2003), argumenta que el libre albedrío no requiere la ausencia de determinismo, sino la capacidad de tomar decisiones complejas basadas en información, razones y deliberación. Para Dennett, la libertad que valoramos es la capacidad de actuar de manera racional y previsora, aunque nuestras acciones puedan estar determinadas por nuestras circunstancias y biología. Ve el libre albedrío como un fenómeno emergente que ha evolucionado con la complejidad de los sistemas cognitivos humanos.

Planteamiento clave: El libre albedrío es la capacidad de tomar decisiones racionales basadas en información y deliberación, lo que es compatible con el determinismo.

7. P. F. Strawson (1919-2006)

En su ensayo Freedom and Resentment (1962), Strawson adoptó un enfoque emocional hacia el compatibilismo. Argumentó que, aunque el determinismo pueda ser cierto, nuestras prácticas morales y nuestras emociones, como el resentimiento o la gratitud, dependen de la suposición de que somos responsables de nuestras acciones. Para Strawson, el libre albedrío y la responsabilidad moral son aspectos esenciales de nuestra vida práctica, y debemos mantenerlos a pesar de las posibles implicaciones del determinismo.

Planteamiento clave: La responsabilidad moral y el libre albedrío son necesarios para las interacciones humanas y las emociones morales, independientemente del determinismo.

8. Alfred Ayer (1910-1989)

Ayer, un filósofo británico del siglo XX, es conocido por su obra Lenguaje, Verdad y Lógica, en la que argumenta a favor de una forma de compatibilismo influenciada por el positivismo lógico. Según Ayer, el libre albedrío no requiere la ausencia de causas para nuestras acciones, sino la ausencia de coerción. Para él, una acción es libre si no está siendo físicamente forzada, aunque pueda estar determinada por causas previas.

Planteamiento clave: La libertad es actuar sin coerción física, aunque las acciones puedan estar determinadas por causas internas.

9. Roderick Chisholm (1916-1999)

Aunque Chisholm es más conocido por su defensa del indeterminismo, también exploró posturas compatibilistas. Argumentó que, incluso si el determinismo es cierto, podemos ser responsables de nuestras acciones siempre que estas sean causadas por nuestras propias decisiones o estados internos. Su trabajo destaca la idea de que la responsabilidad moral es compatible con una visión causal del mundo.

Planteamiento clave: Podemos ser responsables de nuestras acciones si son el resultado de nuestros propios estados internos, independientemente de que el determinismo sea cierto.

10. Susan Wolf (1952-)

Wolf ha explorado en sus trabajos la compatibilidad entre el libre albedrío y la responsabilidad moral en un contexto determinista. En su ensayo Sanity and the Metaphysics of Responsibility (1987), argumenta que una persona actúa con libertad si tiene la capacidad de actuar según lo que es correcto o racional, y tiene el control de sus acciones. Si alguien está privado de esta capacidad, por razones como enfermedad mental o manipulación extrema, entonces no puede considerarse moralmente responsable.

Planteamiento clave: El libre albedrío y la responsabilidad moral dependen de la capacidad de actuar conforme a lo que es correcto, lo cual es compatible con el determinismo si las capacidades cognitivas están intactas.

11. John Martin Fischer (1946-)

Fischer es un defensor contemporáneo del compatibilismo que ha desarrollado la teoría del «semi-compatibilismo». En su obra Responsibility and Control: A Theory of Moral Responsibility, argumenta que la responsabilidad moral es compatible con el determinismo, incluso si el determinismo excluye el libre albedrío en el sentido de la libertad de elegir entre alternativas. Según Fischer, lo importante no es si una persona puede actuar de manera diferente, sino si tiene el control suficiente sobre sus acciones para ser considerada responsable.

Planteamiento clave: La responsabilidad moral no requiere la capacidad de actuar de manera diferente, sino un control suficiente sobre nuestras acciones, lo cual es compatible con el determinismo.

12. Hillary Bok (1959-)

En su libro Freedom and Responsibility (1998), Bok defiende una postura compatibilista influenciada por Kant, argumentando que el determinismo no socava nuestra capacidad para ser responsables de nuestras acciones. Según Bok, el libre albedrío se basa en la capacidad de deliberar racionalmente y actuar en función de esa deliberación. Aunque nuestras acciones estén determinadas, la capacidad de reflexionar sobre nuestras razones y decisiones nos permite ser responsables.

Planteamiento clave: El libre albedrío reside en la capacidad de deliberar racionalmente sobre nuestras acciones, lo que es compatible con un mundo determinado.

13. T.M. Scanlon (1940-)

Scanlon, en su obra What We Owe to Each Other (1998), presenta un enfoque compatibilista relacionado con la responsabilidad moral. Para él, la cuestión central no es si nuestras acciones están determinadas, sino si nuestras acciones son el resultado de razones que podemos defender y justificar en un contexto moral. Si nuestras decisiones se basan en razones que podemos defender ante los demás, entonces somos responsables de ellas.

Planteamiento clave: El libre albedrío y la responsabilidad moral se basan en la capacidad de actuar por razones justificables, lo cual es compatible con el determinismo.


Estos autores muestran cómo el compatibilismo se ha desarrollado a lo largo de la historia, con variaciones en el enfoque, pero todos coinciden en que el libre albedrío y el determinismo no son incompatibles. La clave, desde esta perspectiva, está en redefinir la libertad de manera que se ajuste a la realidad causal del mundo.

Desarrollado por el Dr. Fabián Sorrentino a partir de información provista por Chat GPT4, Octubre 2024