Agrandamiento permanente de los espacios aéreos distales a los bronquiolos terminales, con una destrucción de la pared alveolar, con o sin fibrosis manifiesta. Es una enfermedad crónica comprendida junto con la bronquitis crónica en la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC). El nombre viene del griego emphysema que significa «soplar el aire» o «insuflar».

El consumo de cigarrillos es la causa más común del enfisema. Se piensa que en los pulmones existe un equilibrio entre la síntesis y la degradación de elastina, un componente de la pared de los alveolos fundamental para mantener las propiedades elásticas del pulmón. El enfisema aparece cuando se produce un desequilibrio, bien porque aumenta la capacidad elastolítica o porque disminuye la actividad antielastolítica. Se cree que el humo del tabaco y otros contaminantes provocan la liberación de productos químicos (fundamentalmente oxidantes) que dañan las paredes de los alvéolos. El daño empeora con el paso del tiempo. Las personas que padecen esta enfermedad tienen alvéolos pulmonares que son capaces de llenarse con aire fresco, pero no pueden expulsarlo fácilmente, lo cual afecta el suministro de oxígeno al cuerpo.

Una sustancia que existe naturalmente en los pulmones, llamada alfa-1-antitripsina (AAT), puede proteger contra este daño. La AAT, producida por los hepatocitos, es el inhibidor deproteasa más abundante del suero humano y la principal defensa del pulmón en contra de la elastasa. Las personas con deficiencia de alfa-1-antitripsina presentan mayor riesgo de padecer esta enfermedad.

Interpretación Psicológica
El enfisema pulmonar es una afección de las vías respiratorias ocasionada por una dilatación de la parte más profunda de los bronquios.

Generalmente se presenta después de una bronquitis crónica y a la persona que lo sufre le resulta muy difícil respirar.

Tiene la impresión de que siempre le falta el aire. Ver bronquitis, agregando que esta enfermedad indica una mayor urgencia de hacerse caso.

Debido a que los pulmones tienen una relación metafísica con la capacidad de aspirar la vida, la persona que sufre de enfisema recibe el mensaje de que es momento de retomar su propio espacio.

es principalmente una enfermedad de personas mayores de 40 años y es más frecuente en hombres que en mujeres, aunque el incremento en la incidencia de mujeres es notable en los últimos años. La causa más común de enfisema es el tabaquismo o consumo de cigarrillos.5

Signos y síntomas
La mayor parte de los pacientes de enfisema son mayores de 40 años, con una prolongada historia de disnea (dificultad para respirar) al esfuerzo y tos no productiva. Estos pacientes presentan frecuentemente pérdida de peso, debido a la utilización de los músculos accesorios para respirar, mientras que los individuos sanos únicamente utilizan el diafragma para producir los movimientos ventilatorios.

El enfisema está caracterizado por pérdida de la elasticidad pulmonar, destrucción de las estructuras que soportan el alvéolo y destrucción de capilares que suministran sangre al alvéolo. El resultado de todo ello es el colapso de las pequeñas vías aéreas durante la respiración, conduciendo a una obstrucción respiratoria y a una retención de aire en los pulmones. Todos estos trastornos dan como resultado síntomas de disnea, inicialmente al esfuerzo aunque se hace evolutiva pudiendo llegar a tener incluso disnea de reposo. Pérdida de peso, ansiedad, edema y fatiga suelen acompañar en muchos casos.6 La tos y las sibilancias son mucho menos frecuentes que en la bronquitis crónica.

En los pacientes con enfisema los hallazgos característicos son taquipnea (aumento de la frecuencia respiratoria), una fase respiratoria disminuida debido a la retención de volúmenes de aire, tórax en posición inspiratoria (tórax en tonel), uso de los músculos accesorios de la respiración (sobre todo el esternocleidomastoideo) y respiración con labios fruncidos (soplando). En el examen radiológico, presentan los pulmones inflados, un diafragma deprimido y un aumento del diámetro posteroanterior (tórax en tonel).

Como presentan una tasa respiratoria elevada y un volumen inicial mayor, pueden mantener una saturación de la hemoglobina en valores casi normales. Por ello, generalmente no están cianóticos, refiriéndose a ellos como sopladores rosados, en contraposición a los pacientes con bronquitis crónica evolucionada que presentan frecuentemente cianosis, a los cuales se les denomina abotagados azules. En contraste con los pacientes con bronquitis crónica, los pacientes de enfisema tienen menor riesgo de infecciones y menor riesgo de cor pulmonale (insuficiencia cardíaca derecha).

La evolución clínica es una disminución progresiva de la función pulmonar y un incremento de la disnea.

enfisema

Etiología
Enfisema Pulmonar hereditario. Causado por deficiencia de alfa-1 antitripsina, una antiproteasa de funciones críticas en el alvéolo. Las infecciones producen inflamación antigénica lo cual conduce a la liberación de proteasas (de macrófagos y células lisadas por inmunología celular). Normalmente, las proteasas así liberadas al alvéolo son neutralizadas por antiproteasas como α1-antitripsina. Secretada por los hepatocitos, la deficiencia de alfa-1 antitripsina por defecto genético conduce a la insuficiencia para proteger el tejido conectivo del pulmón de los efectos negativos de las proteasas.

Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica. La producción de α1-antitripsina y otras antiproteasas es normal pero la acumulación de proteasas es excesiva, por encima de la capacidad neutralizadora, causando enfisema. Los irritantes, en particular el humo del cigarrillo, producen activación de macrófagos y liberación de radicales libres los cuales inactivan la α1-antitripsina. La activación de la C5 convertasa del sistema del complemento, junto con la liberación de otros agentes quimotácticos que atraen a neutrófilos y eosinófilos, liberan más proteasas (así también lo hacen las bacterias si estuviesen presentes), agotan la concentración de antiproteasas locales, ocasionando el desequilibrio típico en el alvéolo enfisematoso que conlleva a la destrucción de las fibras elásticas del espacio interalveolar.

Cuando aún soy feto y cuando se forman mis pulmones, esto indica mi compromiso a estar aquí, mi acuerdo a decir sí, esto haciéndose merced a mi respiración. Si tengo miedo de la vida o si quiero que alguien más se cuide de mi propia vida, mis pulmones podrán conocer algunas dificultades. Respirando superficialmente, me protejo contra el hecho de tener que tratar con la realidad.

Vivo ansiedad y tengo miedo porque me siento amenazado. Mis pulmones se dilatan y se contraen y esto corresponde a mi capacidad para ampliar, compartir, entrar en la vida o para contraerme, aislarme, retirarme de la vida.

Estar afectado de un enfisema pulmonar significa que tengo dificultad en respirar y que me siento oprimido por el esfuerzo.

Gracias a la respiración, aspiro la vida en mí. ¿Por qué tengo dificultad en tomar la vida? ¿Es mi modo de huir la vida? ¿Ya no me interesa la vida, ya no tengo ningún interés? Tengo grandes miedos y uno de ellos, es afirmarme y tomar mi lugar. ¿Por qué la vida perdió todo su sentido para mí? Me siento arrinconado.

No he aprendido a ser yo – mismo y a tomar el lugar que me corresponde; vivo en función de los demás. Mis frustraciones y mi disgusto me ahogan. Tengo la sensación de que no me merezco vivir.

Tomo consciencia de que cada cual tiene su lugar y que debo tomar el mío. Acepto amarme más, afirmarme y expresar mis necesidades, en una palabra, ser YO. La opresión que sentía está sustituida por el suministro de aire y de vida en mis pulmones. Veo otra vez todas las posibilidades que me ofrece la vida. Vuelvo a saborear la felicidad.