La leche vacuna es uno de los alimentos más populares consumidos en todo el mundo y desde hace cientos de años está considerada como parte básica de la dieta de toda persona, por algunos nutrientes esenciales como el calcio. Sin embargo, recientes estudios han determinado su relación con diferentes enfermedades comunes en la población.

Desde su aparición, las opiniones sobre las bondades y peligros están divididas. Están los que les resulta exagerado considerar que un alimento tan popular y consumido pueda ser dañino para la salud y los que ni siquiera admiten su consumo.

Por lo tanto los invito a revisar algunos de estos argumentos:

Hacía el año 1800, una vaca producía alrededor de dos litros de leche al día. Cuando en 1960 comenzaron a utilizarse procesos de modificación artificial en la crianza de las reses se pasaron a producir hasta 9 litros de leche al día.

Desde ese momento, la industria cárnica y de los lácteos se beneficia económicamente con las técnicas de crianza artificial, mientras los consumidores comenzaron a recibir las consecuencias de las alteraciones. Esta cantidad de leche fue incrementándose con el paso de los años.

Hoy en día, se utilizan técnicas de crianza artificial que incluyen el uso de antibióticos, selección genética de la cría, cambio de alimentación y uso de hormonas de crecimiento, las cuales aumentan la producción de carne y leche en cantidades sorprendentes.

La industria ha tratado de conservar el secreto, pero las investigaciones han revelado que todas estas técnicas y alteraciones tienen efectos negativos en la salud de los consumidores. De hecho, una reciente investigación de la Universidad de Harvard confirmó muchos de los peligros que se venían sospechando sobre el consumo de la leche de vaca.

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12 razones por las que no recomendamos la ingesta de la leche de vaca:

1 – La leche de vaca reduce el hierro en el organismo

La leche de vaca reduce las cantidades de hierro en los niños. La Academia Nacional de Pediatría de los Estados Unidos publicó en 1993 un informe en el que indicaba que ningún niño debería beber leche de vaca antes de los 18 meses. Además, la leche de vaca contribuye a la carencia de ácidos grasos esenciales y vitamina E.

Las denuncias sobre este tema llevaron a muchas industrias lácteas al fortalecimiento del hierro en los productos lácteos: he aquí un informe sobre el tema.

¿Qué síntomas notamos cuando tenemos el hierro bajo?
Para la OMS, la carencia de hierro y la anemia reducen la capacidad de trabajo de las personas, e incluso de poblaciones enteras, entrañando graves consecuencias económicas y obstaculizando el desarrollo de los países. Si nos centramos en los síntomas generales que podemos notar cada persona, Guadalupe Blay, responsable de Endocrinología y Nutrición de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG) describe que puede aparecer cansancio, astenia, taquicardia, sensación de falta de aire, palidez, dolor precordial, calambres e hipotensión.

2 – Contiene Caseína

La leche contiene una proteína llamada caseína, que se utiliza para elaborar el pegamento y que en muchos niños puede provocar inflamación de los tejidos blandos. Estos tejidos se encuentran en zonas como la garganta, cavidades nasales y senos paranasales. Si estos se inflaman, el niño puede tener dificultades para respirar y está relacionada con enfermedades crónicas:

El consumo de leche de vaca y productos derivados está relacionado con varias enfermedades como diabetes, esclerosis múltiple, síndrome del intestino irritable, enfermedad de Crohn y hasta cataratas.

En el diario el Latino señalan: «la caseína puede crear adicción a los lácteos. Al ser digerida, produce sustancias parecidas a la morfina (casomorfina) que entran en la sangre y afectan al sistema nervioso pudiendo generar adicción similar a la heroína, que es l razón por la que es tan difícil dejar los lácteos».

3 – Huesos rotos

En un estudio médico sueco, las mujeres que consumieron a diario grandes cantidades de leche tuvieron más probabilidades de sufrir fracturas que aquellas que bebieron poca o nada de leche. CNN señala que tomar mucha leche podría no ayudar a tus huesos.

4 – Cáncer de Próstata

Las evidencias que sugieren que el consumo de leche y otros productos lácteos conducen a un aumento en el riesgo de contraer cáncer de próstata están encontradas. Sin embargo se han implementado dietas sin lácteos para retardar el progreso del cáncer de próstata. Sobre todo y especialmente si se consumen 3 vasos al día o más. Vayamos un poco más profundo.

El Instituto Nacional del Cáncer en los EEUU ha publicado resultados de estudios con seres humanos en muchas partes del mundo con el fin de averiguar si hay alguna relación entre los productos lácteos, el calcio y el riesgo de cáncer de próstata.

Estudios de población

  • En los estudios de población sobre los productos lácteos, el calcio alimentario y el riesgo de cáncer de próstata se observaron resultados desiguales. Es posible que la edad, el índice de masa corporal y otros nutrientes de los productos lácteos afectaran los resultados.
  • Se necesitan más estudios para determinar si el calcio o los productos lácteos afectan el riesgo de cáncer de próstata.

Ensayo clínico sobre prevención del cáncer de próstata

  • En un ensayo clínico aleatorizado presentado en 2005, se administró calcio o un placebo a hombres durante 4 años y, luego, se les dio seguimiento durante 12 años. Durante los primeros 6 años del estudio, se presentaron menos casos de cáncer de próstata en el grupo de calcio que el grupo de placebo. Después de 10 años, ya no se encontró una diferencia importante en el número de casos de cáncer de próstata en el grupo de calcio en comparación con el grupo de placebo.

Estudios combinados

  • En una revisión de 2005, se encontró una posible relación entre el aumento de riesgo de cáncer de próstata y una alimentación rica en productos lácteos y calcio.
  • En una revisión de estudios de cohorte publicados entre 1996 y 2006, se encontró que el consumo de leche y productos lácteos aumentó el riesgo de cáncer de próstata.
  • En una revisión de 2008 de 45 estudios de observación, no se encontró una relación entre el consumo de productos lácteos y el riesgo de cáncer de próstata.
  • En una revisión de la U.S. Preventive Services Task Force (Brigada de Servicios Preventivos de los Estados Unidos) presentada en 2013, se encontró que tomar suplementos de vitamina D o calcio no tiene un efecto general en las tasas de cáncer o de muertes por cáncer, incluso por cáncer de próstata.
  • En una revisión de 32 estudios de cohortes presentada en 2015, se encontró que el consumo de grandes cantidades de leche, leche baja en grasa, queso, calcio alimentario total y calcio lácteo quizás aumente el riesgo de cáncer de próstata. Los suplementos de calcio y el calcio que no proviene de alimentos lácteos no se vincularon con un mayor riesgo de cáncer de próstata.
5 – Intolerancia a la Lactosa

La leche de vaca contiene un azúcar llamado lactosa que puede ser difícil de digerir para las personas, lo que da lugar a síntomas como náusea, calambres, gases, inflamación y diarrea. Puede, además, desarrollarse en la vida adulta y como consecuencia los síntomas pueden empeorar en meses.

La leche de vaca está diseñada especialmente para el sistema digestivo de los bovinos. Cuando las personas consumen leche de vaca, están ingiriendo componentes que perturban la digestión y que afecta la absorción de nutrientes presentes en la dieta.

La Clínica Mayo de Florida, USA ha realizado una publicación sencilla y a la vez interesante sobre el tema.

6 – Acné

En múltiples estudios, el consumo de cualquier tipo de leche de vaca estuvo ligado al incremento de la prevalencia y severidad del acné en niños y niñas.

Desde que empezó a estudiarse esta relación, como en artículos como este, se encontró una relación entre el consumo de leche (en especial desnatada) y el acné.  La explicación que daban los autores era que la leche contiene precursores de la testosterona (sustancias que utiliza nuestro cuerpo para sintetizar esta hormona), contribuyendo a la producción de sebo. Además, la fermentación que sufren algunos quesos durante su producción, conlleva la presencia en estos alimentos de más precursores hormonales. También, estudios prospectivos han encontrado esta relación entre acné y consumo de lácteos;de manera que puede entreverse que no son los macronutrientes de la leche en sí (como la grasa), sino los precursores hormonales, los que pueden mediar la producción de sebo, ya que no se encuentra relación entre los nutrientes lácteos, como grasa láctea, vitamina A y el acné. Es por tanto, uno de los alimentos más relacionados con el acné por las revisiones científicas.

Pero nuestra propia experiencia nos enseñó que no todos los lácteos provocan acné, aquí hay un artículo sencillo sobre el tema.

7 – Colesterol

Una sola porción de leche pueden contener tanto como 24 mg de colesterol, mientras que los alimentos veganos no contienen colesterol.

8 – Cáncer de los Ovarios

Un estudio sueco reveló que las mujeres que consumieron cada día cuatro o más porciones de productos lácteos presentaron dos veces más probabilidades de desarrollar cáncer de ovario, en comparación con aquellas que consumieron con la misma frecuencia dos porciones o menos de productos lácteos. Otros estudios dicen que los riesgos de cáncer de ovario pueden incrementarse hasta el 66%.

Otro estudio publicado en HealthDay dice lo suyo. Sin embargo es importante estar al día en la ciencia con las refutaciones de estas fuentes. Muchas veces en función de defender a los productores y la industria y en otros casos con intenciones profundas de fondo.

9 – Contiene Hormonas que potencian las Alergias

Conviene tener claro que la leche de vaca y sus productos derivados contienen alrededor de 59 tipos diferentes de hormonas sintéticas- entre otras, esteroideas, adrenales y sexuales- las cuales se unen a otros tóxicos que pueden causar enfermedades degenerativas.

A diferencia de la intolerancia a la lactosa, las alergias a la leche, por lo general en niños pequeños, se caracterizan por reacciones fuertes y peligrosas, tales como vómito o anafilaxia. Gracias a la caseína presente en la leche, el organismo produce histamina y, después, moco. Por esta razón, se relaciona el consumo de leche de vaca y sus derivados con el asma.

10 – Antibióticos

La leche de vaca contiene cantidades anormales de antibióticos, los cuales provienen del proceso de crianza de la vaca. Esta cantidad de antibióticos contribuye a que las bacterias se hagan más resistente a ellos. Por lo que, una vez en el cuerpo, son más difíciles de combatir en casos de enfermedades graves.

11 – Grasa Saturada que favorece el aumento de peso.

Una sola porción de leche entera puede contener más del 20 por ciento de la cantidad diaria recomendada (RDA por sus siglas en inglés) de grasa saturada, pero incluso la leche de 1 por ciento contiene 8 por ciento de la RDA. Si consumes tres porciones de leche entera, habrás cubierto el 60 por ciento de la recomendación diaria, incluso antes de comer cualquier otro alimento.

Al contrario de lo que la industria dice, un estudio en más de 12.000 niños mostró que entre más leche bebieron, más peso ganaron, y la leche descremada y de 1 por ciento, al contrario de lo esperado, pareció conducir a un mayor aumento de peso que beber leche de 2 por ciento o entera. El estudio también encontró que sustituir los refrescos por leche no llevó a la pérdida de peso.

12 – Pérdida de Masa Ósea

En lugar de promover la salud ósea, la proteína animal en los productos lácteos puede tener un efecto de filtración del calcio.

Estos factores de salud, combinados con el característico daño al medio ambiente de la producción de leche a gran escala, dejan en claro que la leche es mala para ti. Si piensas que es momento de abandonar los productos lácteos, intenta ser vegano por 30 días y ¡revisa estas fuentes veganas más saludables y que te ayudan a absorber mejor el calcio!

Algunas de las Fuentes con las que se concibió este artículo: Peta-Latino. Mejor con Salud. Mi Dieta Cojea. Otras están citadas con sus link en en artículo mismo.