Charles Darwin (Inglaterra 1809 1882) luego de plantear su famosa teoría de la evolución, en 1872 en «La expresión de las emociones en hombres y animales» supuso que las respuestas faciales humanas evidenciaban estados emocionales idénticos en todos los seres humanos. Relacionaba la expresión de la emoción con otras conductas y a todas ellas las hacía resultado de la evolución; a partir de ahí intentó compararlas en diversas especies.

La aportación más destacable de la teoría de Darwin a la expresión de las emociones es la asunción de que los patrones de respuesta expresiva emocional son innatos y que existen programas genéticos que determinan la forma de la respuesta de expresión emocional. No obstante, el aprendizaje puede determinar que una reacción se presente en ciertas situaciones, o no, además de modificar el propio patrón de respuesta expresiva. Habitualmente lo que es innato es el programa que determina la respuesta emocional, pero ésta no puede producirse si no existe el adiestramiento o aprendizaje necesario.

Claramente ya plantea la existencia de 6 emociones innatas que luego estudia desde un enfoque biológico, descubriendo que cuando las conductas son beneficiosas aumentarán, mientras disminuirán si no lo son, ya que los mensajes opuestos a menudo se indican por movimientos y posturas opuestas «principio de antítesis».

Para probar sus teorías realiza los siguientes estudios:

– Estudio de la expresión de las emociones en animales filogenéticamente cercanos al ser humano.
– Estudio de la expresión de las emociones en ciegos de nacimiento que nunca han visto dichos gestos y que, por lo tanto, no han podido aprenderlos.
– Estudio de la expresión de las emociones en niños antes de que hubieran podido aprender cómo expresan dicha emoción otras personas.
– Evidencia de que las personas de diferentes culturas y etnias realizan movimientos y gestos parecidos cuando experimentan emociones similares.
– Estudio de las emociones expresadas en obras de arte (pintura y escultura)
– Emociones experimentadas cuando se estimula eléctricamente ciertos músculos asociados a determinadas experiencias emocionales

Algunas observaciones derivadas

Cada reacción emocional puede caracterizarse por una serie de gestos, o movimientos faciales específicos que facilitan su reconocimiento por parte de observadores externos. Algunos de los más significativos son los siguientes:

Alegría:

-Elevación de las mejillas.
-Comisura labial retraída y elevada.
-Arrugas en la piel debajo del párpado inferior.

Asco:

-Elevación del labio superior. Generalmente asimétrica.
-Arrugas en nariz y áreas cercanas al labio superior.
-Arrugas en la frente.
-Elevación de las mejillas arrugando los párpados inferiores.

Ira:

-Cejas bajas, contraídas y en disposición oblícua.
-Párpado inferior tenso.
-Labios tensos, o abiertos en ademán de gritar.
-Mirada prominente.

Miedo:

-Elevación y contracción de las cejas.
-Párpados superior e inferior elevados.
-Labios en tensión. En ocasiones la boca está abierta.

Sorpresa:

-Elevación de las cejas, dispuestas en posición circular.
-Estiramiento de la piel debajo de las cejas.
-Párpados abiertos (superior elevado e inferior descendido).
-Descenso de la mandíbula.

Tristeza:

-Ángulos inferiores de los ojos hacia abajo.
-Piel de las cejas en forma de triángulo.
-Descenso de las comisuras de los labios, que incluso pueden estar
temblorosos.

Cada emoción puede definirse en función del grado de activación que genera en el organismo, e incluso de los tipos de respuesta que favorece, de forma que pueda inferirse su valor adaptativo y de supervivencia. Así, habría emociones que se caracterizan por una disminución de la activación del organismo (tristeza), mientras que otras, por contr, producen gran activación (ira, alegría). De la misma forma, una favorecen una respuesta de huída o evitación (miedo), mientras que otras favorecen una respuesta de confrontación (ira).

En este punto se da pie para la discusión de si la emoción produce dichas respuestas motoras, o si simplemente se trata de la experiencia asociada a las exigencias ambientales y a la respuesta emitida, en cuyo caso aparecerá cada vez que se produzcan dichas reacciones, aunque no exista entre emoción y conducta una relación de causa-efecto.

¿Cuál es el Aporte de Ekman a su teoría?

Posteriormente Ekman (1992) asume que los diferentes patrones de actividad del sistema nervioso autónomo están a la base de diferentes conductas motoras   apropiadas a diferentes emociones, tales como miedo, ira o aversión. Tales emociones están directamente relacionadas con la adaptación del organismo, y por lo tanto es consecuente que tengan un patrón de actividad autonómica específica. En la misma línea, Izard (1992) argumenta que existen una serie de emociones básicas, directamente relacionadas con la adaptación y la evolución, que tienen un sustrato neural innato, universal y un estado afectivo asociado  único. Para Izard, así como para Plutchik (1980), las emociones son fenómenos neuropsicológicos específicos fruto de la selección natural, que organizan y motivan comportamientos fisiológicos, cognitivos que facilitan la adaptación.

Por contra, otros autores en la actualidad (Ortony y Turner, 1990) señalan que no existen tales emociones básicas a partir de las cuales puedan construirse todas las demás. Esto vendría evidenciado por elhecho de que cada autor propone un número y unas emociones determinadas que no suelen coincidir con las que proponen otros investigadores. Si realmente existieran emociones basicas no debería existir tal desconcierto. Esto puede ser debido a que realmente se esté hablando de la misma cualidad emocional, pero que la denominaran de diferente manera. Para Ortony y Turner (1990) existen dos corrientes principales que abordan las emociones básicas. Una biológica, que defiende que las emociones básicas han permitido la adaptación al medio, se encuentran en diferentes culturas y debe haber un sustrato neurofisiológico común entre las emociones básicas de los mamíferos, e incluso de los vertebrados. La otra corriente, psicológica, defiende que todas las emociones se pueden explicar en función de emociones irreducibles. Ambas concepciones están muy relacionadas y su distinción es fundamentalmente didáctica.

La polémica sobre la existencia de emociones básicas, en fin, lejos de estar zanjada, es un tema de palpable actualidad. Si consideramos que quienes defienden la existencia de emociones básicas se basan en posiciones claramente neodarwinistas, podemos constatar la influencia que todavía posee el autor de El origen de las especies en la psicología actual.

Una compilación de Fabián Sorrentino a partir de las siguientes fuentes: Wikipedia y la expresión de las emociones en la obra de Darwin. Mariano Chóliz Montañés. Departamento de Psicología Básica. Universidad de Valencia.

Referencias bibliográficas:

Chóliz, M. (1995): La expresión de las emociones en la obra de Darwin. En F. Tortosa, C.
Civera y C. Calatayud (Comps): Prácticas de Historia de la Psicología. Valencia: Promolibro.