Taller para la Vida Universitaria: 1era actividad virtual  14-10-2019 | Por Fabián Sorrentino

Consignas:

A – A partir de esta frase “No dejes para mañana lo que puedes hacer hoy”, escribo un texto corto de una experiencia o escena que haya dejado para último momento, relacionada con el estudio.

Cuando estudiaba Neurociencia aprendí que las hormonas del estrés: el CORTISOL y la ADRENALINA cambian los genes dentro creando «nuevas redes neuronales» que aumentan la capacidad de nuestro aprendizaje. El resultado es simple: a más estrés, más aprendizaje. A partir de este descubrimiento maravilloso decidí crear esta técnica y como hoy me siento generoso, paso a explicárselas.

1 – Consígase una madre, tutor, abogado o expareja… cuanto más tirano, mejor para el ejercicio.
2 – Espere hasta el último minuto para estudiar lo que debió hacer en los últimos 15 días.
3 – Cuando se sienta bien estresado lea haciendo un gran esfuerzo para memorizar los conceptos.
4 – Sométase a las preguntas de su asistente. Si las responde bien, agradezca, si las responde mal, pídale que le imprima un cachetazo y luego le diga la respuesta correcta.
5 – A medida que no sepa las respuestas, su asistente aumentará el poder del cachetazo.

La efectividad de este método se basa en que lo que más nos duele o nos amenaza es lo que más recordamos.
La base Neurocientífica de esta creación espontánea pertenece a los estudios sobre Modificación Epigenética de Hans Reul, Universidad de Bristol, UK.

B – ¿Qué hago cuando no estoy cursando en la universidad? (Incluí horas de sueño, descanso, trabajo, ocio, hobbies, familia, pareja, viaje, lectura, ejercitación, etc.).

Llevo una vida sedentaria. Diariamente investigo sobre mis 4 áreas de interés, escribo artículos para la Fundación que encontará en este mismo sitio, pongo a prueba mi tesis sobre educación transformativa en adultos, preparo presentaciones o afiches como este para mis clases de Coaching y Mentoring, solemos almorzar junto con Beth, luego escucho a mi hija a la vuelta de su escuela y asisto a los clientes o estudiantes por las redes sociales; leo sobre tecnología aplicada a los medios audiovisuales; conecto con algunos artículos o videos educativos tipo TED. A veces tengo entrevistas con clientes o colaboradores.
Los días que no tenemos clase, tipo 9, cocinamos la cena con Beth, cenamos en familia y antes de ir a la cama, utilizamos nuestra hora de entretenimiento pasivo en Netflix para bajar a tierra hasta que comienzo a cabecear.
A veces me doy un baño largo y caliente a la medianoche, o antes de una reunión con clientes al día siguiente.

C – Lugar de estudio. Para leer y pensar:

¿Dónde estoy estudiando?
En mi escritorio, el mismo en que trabajo, investigo y chateo. Frente a un monitor de 28 pulgadas y una computadora muy veloz y silenciosa. A veces con música muy suave de fondo, si Beth elige musicalizar el espacio. El lugar es tranquilo con buena luz.

¿Es este el mejor lugar que puedo encontrar para estudiar?
Definitivamente. Quizá podríamos sumar nuevos espacios con Beth, pero no solemos coordinar en horarios.

¿Tengo todo el material que necesito para estudiar?
En la palma de mi mano. No uso lapicera, digitalizo todo y publico las respuestas en este blog, que es donde nunca las pierdo.
Cuando descubro un concepto nuevo o considero que hay un concepto transversal previo a lo que estoy aprendiendo, lo publico o republico en el glosario de este sitio web y automáticamente queda vinculado al artículo.

¿Puedo encontrar un mejor lugar? ¿O un mejor horario?
Siempre puedo mejorar. En esta etapa de mi vida estoy haciendo un cambio drástico de clientes y eso me tiene un poco tomado los espacios. Priorizando nuevas formas de sustentabilidad.