Los estados inducidos de conciencia pueden ser alcanzados tanto por ejercicios como por la intervención de sustancias:

¿un problema o una solución?

Las sustancias psicoactivas son aquellas que afectan al cerebro y producen cambios en la percepción, el pensamiento, el estado de ánimo, la conducta y la conciencia.

Algunos estudios científicos han sugerido que sustancias como el LSD, la Ketamina y la Psilocibina podrían tener efectos beneficiosos para el tratamiento de algunos trastornos mentales, como la depresión, la ansiedad, el estrés postraumático, las adicciones y los trastornos obsesivo-compulsivos3.

Estos estudios se basan en la hipótesis de que estas sustancias podrían facilitar procesos terapéuticos al inducir experiencias místicas, espirituales o transpersonales que favorecen el autoconocimiento, la aceptación, la empatía y el cambio de perspectiva3.

Además, estos estudios han mostrado que estas sustancias tienen un bajo potencial de abuso y dependencia, y que su uso controlado y supervisado por profesionales no produce efectos adversos graves3. Por lo tanto, se plantea un debate ético y legal sobre el uso de estas sustancias para fines terapéuticos.

Por un lado, se argumenta que se trata de un derecho humano el poder acceder a tratamientos innovadores y efectivos que mejoren la calidad de vida de las personas que sufren trastornos mentales3Por otro lado, se advierte que se debe tener precaución y rigor científico para evitar riesgos innecesarios y posibles abusos o desviaciones de estas sustancias2.

Los estudios

Según un comunicado de la Universidad de Sussex, los neurocientíficos han detectado un incremento constante de la diversidad de señales nerviosas, un indicador de la complejidad de la actividad cerebral, en las personas que están bajo el efecto de medicamentos psicodélicos, en comparación con la actividad cerebral que se produce en el estado de vigilia.

La diversidad de señales cerebrales ofrece un índice matemático del nivel de consciencia1Por ejemplo, las personas en estado de vigilia presentan una actividad neuronal más extensa y variada, usando esta escala, que las personas que están dormidas2.

No obstante, es la primera vez que un estudio revela una diversidad de señales cerebrales más alta en relación a la actividad mostrada en un estado normal de consciencia. Estudios previos se han enfocado en explorar estados inferiores de consciencia, como el sueño, la anestesia o el estado vegetativo.

Los investigadores consideran que se necesitan nuevos estudios, más avanzados, para verificar sus resultados, pero su hallazgo es de por sí interesante. El profesor Anil Seth, co director del Sackler Centre for Consciousness Science de la mencionada universidad, explica que esta observación demuestra que el cerebro, en un estado psicodélico, se comporta de forma distinta que en un estado ordinario de conciencia3.

Consciencia superior

Durante el estado psicodélico, la actividad eléctrica del cerebro es menos predecible y menos integrada que el estado normal de conciencia, si se considera solamente la diversidad de la señal global4.

Dado que esta medida ha demostrado ya su fiabilidad como medida del nivel de consciencia, se puede decir que el estado psicodélico surge como un nivel de consciencia superior al normal, pero solo en relación a esta medida matemática específica5.

Para esta investigación, Michael Schartner, Adam Barrett y el profesor Seth reanalizaron los datos que habían sido recogidos por el Imperial College London y la Universidad de Cardiff de un grupo de voluntarios que habían recibido uno de los 3 medicamentos conocidos para inducir un estado psicodélico, que son la psilocibina, la ketamina y el LSD6.

Apoyándose en la tecnología de imagen cerebral, han medido los diminutos campos magnéticos producidos en el cerebro durante el experimento y descubrieron que con los tres medicamentos esta medida del nivel de consciencia era más alta.

Los investigadores insisten que eso no significa que el estado psicodélico sea un estado de consciencia mejor o más deseable que el estado ordinario de conciencia.

Cerebro diferente

Este resultado simplemente demuestra que el estado del cerebro psicodélico es diferente y que puede estar relacionado con otros cambios globales que ocurren en el nivel de la consciencia, por ejemplo en estado de sueño o de anestesia, apoyándose en una simple medición matemática de la diversidad de señales7.

El Dr. Muthukumaraswamy, que participó en los tres estudios iniciales, explica que cambios similares en la diversidad de señales se han encontrado en los tres medicamentos a pesar de que tienen una farmacología diferente, lo que prueba que los resultados son sólidos y reproducibles8.

Estos resultados permitirán debatir sobre el uso médico controlado de estos medicamentos, por ejemplo para el tratamiento de la depresión severa. El Dr. Robin Cahart-Harris, del Imperial College London, añade que las investigaciones rigurosas sobre los psicodélicos adquieren cada día mayor importancia, especialmente por el potencial terapéutico que pueden tener si se aplican de forma controlada y bajo vigilancia médica9.

Conciencias relacionadas

Los resultados de este estudio ayudan a comprender lo que pasa en el cerebro de las personas cuando experimentan una expansión de su consciencia en un estado psicodélico10Los pacientes relatan a menudo que han tenido una experiencia positiva con estos medicamentos11Y cuando esto se produce en un contexto terapéutico, se pueden obtener resultados médicos12. Esta investigación ayuda a comprender cómo se obtienen estos resultados.

En conclusión, los estados inducidos de conciencia por la intervención de sustancias como el LSD, la ketamina y la psilocibina pueden ser vistos como un problema o una solución dependiendo del contexto y el propósito de su uso. Si se usan de forma recreativa o ilícita, pueden causar daños a la salud y a la sociedad. Si se usan de forma terapéutica o científica, pueden ofrecer beneficios a las personas que padecen trastornos mentales. Por lo tanto, se necesita más información y educación sobre estas sustancias para promover un uso responsable y consciente.

Compilado por el Dr Fabián Sorrentino con fines exclusivamente académicos. Fuentes citadas en el texto con sus vínculos.