Para que este artículo tenga sentido para ti, te invitamos a realizar primero este Test.

¿Eres de los que dominan Todo en su vida y son capaces de surfear cualquier ola… o de los que ven la incidencia de un océano tormentoso en medio del hundimiento?

Interpretación del Test

Este test ha sido concebido para valorar nuestro nivel de impecabilidad durante «las olimpíadas educativas». Su resultado (alineado con la escala de Julián Rotter) marca el gradiente en que nos consideramos responsables de los hechos que nos acocontecen.

¿Tu eres completamente responsable de lo que sucede en tu vida o hay circunstancias que inciden en el éxito o fracaso de las personas?

00 a 04 puntos: excesivo control interno.
05 y 06 puntos: conducta que puede resultar estresante.
07 a 09 puntos: conducta de salud. Normalidad.
10 y 11 puntos: Conducta laxa, liviana.
12 a 23 puntos: cede la responsabilidad al contexto.

Ni una, ni otra postura son absolutas. Siempre que nos paramos en cualquiera de los extremos aparecerá una conducta irresponsable. Y el resultado de nuestra vida podría quedar reducido a la «buena o mala suerte».

Lo mejor es comprender que se nos abren dos caminos para el aprendizaje
1 – Admitir que no podemos dominar todo lo que nos ocurre
2 – Ver la incidencia de las circunstancias adversas que influyen sobre nuestro destino, para poder adelantarnos a los escenarios.

El sentido de la vida no es convertirnos en todopoderosos para dejar de ser víctimas de las terribles circunstancias. Una conducta responsable implica de nuestra parte aprender a gestionar el conjunto de procesos que nos llevan a dar respuestas funcionales y asertivas frente a las circunstancias que se nos presentan.

Cuando José Ortega y Gasset trae la frase: «Yo soy yo y mis circunstancias» hace referencia a que el entorno que nos rodea forma parte e influye a la vez que es influido por nosotros. No existimos por separado, sino que somos parte del mundo y este parte de nosotros. Como dice más adelante en su obra, «La vida es una serie de colisiones con el futuro: no es una suma de lo que hemos sido, sino de lo que anhelamos ser» Por eso no podemos regir nuestra vida por lo que fuimos, ni considerar que somos absolutamente responsables de lo que está sucediendo en nuestro entorno.

El llamado a superarnos siempre está allí, cuando somos sensibles a lo que está sucediendo en el mundo podremos adelantarnos a los próximos escenarios. Dr. Fabián Sorrentino

Veamos lo que nos dice otro autor: Cuando en 1947 Jean Paul Sartre declara en la sorbona de Paris «Somos lo que hacemos con lo que hicieron de nosotros». ¿Desde que temporalidad la interpretas… en el presente basado en las experiencias del pasado… o el futuro? Según donde te enfoques el sentido puede ser diferente.

La invitación «de las olimpíadas educativas» es aprender a dejar atrás lo que nos sucedió en el pasado, aprender a soltar los apegos, las excusas, las explicaciones sobre las experiencias transitadas y enfocarnos en el desarrollo de nuestro potencial, comprendiendo que «Lo importante no es lo que han hecho de nosotros, sino lo que hacemos con lo que hicieron de nosotros.» de eso se tratan estas olimpíadas.

Si tu resultado final «está enmarcado dentro de la franja verde», adelante. Tu observador está preparado para sortear psicológicamente muchas de las circunstancias que se te presenten. De lo contrario tu mentor podrá acompañarte a ver que es necesario corregir en el camino.

¿Aún tienes inquietudes acerca de los resultados de este test?

Este test clasifica nuestra personalidad acorde a los rasgos internalistas o externalistas que manifiesta nuestra conducta.

El resultado se presenta en una escala de 1 a 23, desde el internalismo al externalismo. La distinción depende de dónde consideremos que está el “control” de lo que ocurre: en nosotros o en las adversidades del contexto. El resultado es un rasgo que se mantiene con cierta estabilidad, pero puede modificarse a través del tiempo desarrollando otras virtudes a través del entrenamiento.

Ambos extremos de la escala de Rotter son perjudiciales, pero el rango de normalidad y salud se encuentra desplazado hacia el polo internalista, o de mayor responsabilidad, con un valor situado entre 4 y 11.

Internalismo y externalismo marcan afectos, actos, modo de pensar y actitudes.

¿Por qué aguantas todo lo que sucede o por qué te rebelas ante lo que te pasa?
¿Por qué piensas que la culpa de cuanto ocurre es tuya o por qué responsabilizas a los demás?
Cuándo algo sale mal o experimentas el fracaso, ¿dónde buscas al culpable?
Si algo te sale bien, ¿a quién atribuyes el mérito?
Sorprende saber que la respuesta está en parte condicionada por el modo de ser, por la personalidad que se ha ido formando a partir del temperamento heredado.

El resultado de este test influye en la salud.

Con este test basado en la teoría de Rotter podemos conocer nuestro gradiente de responsabilidad determinado por dos características que Varían según atribuyamos lo que ocurre: a nosotros mismos y a nuestra voluntad o, por el contrario, a los demás y a factores externos. Situándose el control en el espacio interno o externo (Rotter habla de locus of control en 1954).

Para conocer las características de una conducta internalista o externalista haga click en las siguientes imágenes.