La cultura pop no solo refleja las tendencias y valores dominantes de la sociedad, sino que también actúa como un espejo que revela las dinámicas subyacentes de la conciencia colectiva.

El arte, la cultura pop han dejado una huella indeleble en el arte contemporáneo. Obras icónicas de artistas como Andy Warhol y Banksy han desdibujado la línea entre el arte elevado y la cultura de masas, redefiniendo lo que puede ser considerado arte. Este fenómeno no solo democratiza el acceso al arte, sino que también cuestiona las jerarquías tradicionales y abre nuevas vías de expresión creativa.

El arte pop es un movimiento artístico que surgió en Reino Unido y Estados Unidos a mediados del siglo XX, inspirado en la estética de la vida cotidiana y los bienes de consumo de la época, como anuncios publicitarios, cómics, objetos culturales “mundanos” y elementos del cine. Este movimiento, al igual que la música electrónica, presenta una forma de ver y tratar el arte de manera más global y social, utilizando imágenes populares en oposición a la cultura elitista de las Bellas Artes, separándolas de su contexto y combinándolas con otras, además de resaltar el aspecto banal o kitsch de algún elemento cultural, a menudo a través del uso de la ironía.

El arte pop es considerado un arte moderno, junto con el minimalismo, y por lo tanto, precursor del arte postmoderno, aunque también se le considera uno de los ejemplos más tempranos de este.

El arte pop es comúnmente interpretado como una reacción a los ideales dominantes del expresionismo abstracto. Sin embargo, también es una continuación de ciertos aspectos de este, como la creencia en las posibilidades de hacer arte, especialmente en obras de grandes proporciones. Del mismo modo, el arte pop era una extensión y un repudio del dadaísmo. Mientras que ambos movimientos exploraban los mismos sujetos, el arte pop reemplazaba los impulsos destructivos, satíricos y anárquicos del dadaísmo. Entre los artistas considerados precursores del movimiento pop están Marcel Duchamp, Kurt Schwitters, Man Ray, Max Ernst y Jean Arp.

El movimiento surgió a mediados de los años 1950 en el Reino Unido y a principios de los años 1960 en los Estados Unidos, con diferentes motivaciones. En Estados Unidos, marcó el regreso del dibujo de contornos nítidos y del arte representacional como una respuesta de los artistas al utilizar la realidad mundana e impersonal, la ironía y la parodia para contrarrestar el simbolismo personal del expresionismo abstracto. En contraste, el origen en la Bretaña de la posguerra, aunque también utilizaba la ironía y la parodia, era más académico y se enfocaba en la imaginería dinámica y paradójica de la cultura popular estadounidense, la cual estaba formada por un conjunto de mecanismos fuertes y manipuladores que afectaban los patrones de vida, mientras mejoraban la prosperidad de la sociedad. El arte pop temprano de Inglaterra se puede considerar entonces como una serie de ideas alimentadas por la cultura popular estadounidense vista desde lejos, mientras que los artistas estadounidenses estaban comprometidos con los derechos civiles, la participación y la protesta contra la guerra de Vietnam; estos mismos rechazaban el consumismo y los valores conservadores. Muchos artistas adoptaron técnicas mecánicas de imprenta para reflejar el mundo contemporáneo y distribuir su arte en masa.

La mayoría de las obras de este estilo son consideradas incongruentes debido a que las prácticas conceptuales que generalmente se utilizan hacen que sean de difícil comprensión. El concepto del arte pop no hace tanto énfasis en el arte en sí, sino en las actitudes que lo conducen.

El movimiento urbano que constituye el arte pop, a diferencia del expresionismo abstracto, pretende unir arte y vida mediante el enfriamiento de las emociones. Tiene el propósito de reflejar la superficialidad de los elementos de la cultura de masas en sus obras, es decir, toma productos de consumo accesibles para todos y los representa. Con esto se destaca la inexpresión y la impersonalidad del objeto, alejándose de cualquier tipo de subjetividad del artista.

Por otro lado, la repetición es una característica que abunda en este movimiento ya que en los medios de comunicación se usa como método tanto para crear iconos como para anestesiar a la sociedad sobre problemas graves. Por lo tanto, en este punto de la historia del arte, el arte ya no imita la vida, sino que es la vida la que imita el arte o la imagen.

La publicidad se ha nutrido del arte y sus diversas técnicas de impresión para la producción de la imagen publicitaria, favoreciendo así la integración con el medio urbano y configurando parte del imaginario colectivo. Por su parte, la relación inversa puede ser vista desde la multiplicación de la imagen comercial (como en la serie de las sopas Campbell) como un intercambio de la publicidad con el arte, desde donde se discute el comercialismo como una afrenta directa a la técnica y filosofía del expresionismo abstracto, hasta la democratización de productos y del arte, y la implantación de un discurso del régimen fordista de producción.

Como parte de la socialización o acercamiento del arte a la sociedad, el arte pop proyecta y usa técnicas de diseño que implican una cultura visual y cuyo fenómeno extendido es la apropiación de obras de arte, en una función edu-comunicativa, al no dejar de ser educativas a la sociedad a pesar de ese ámbito puramente comercial.

El Grupo Independiente, fundado en Londres en 1952, es reconocido como el precursor del movimiento artístico pop. Eran un grupo de jóvenes pintores, escultores, arquitectos, escritores y críticos que desafiaban la visión modernista de la cultura así como la perspectiva tradicional de ver las Bellas Artes. Las discusiones del grupo se centraban en la cultura popular y la implicación de la aparición de elementos comerciales, películas, tiras cómicas, ciencia ficción y tecnología. Durante la primera reunión del Grupo Independiente en 1952, el cofundador, artista y escultor Eduardo Paolozzi presentó una lectura utilizando una serie de collages titulada “Bunk!”, la cual había ensamblado durante su estancia en París entre 1947 y 1949. El material consistía en “objetos encontrados” tales como anuncios, personajes de tiras cómicas, portadas de revistas y material gráfico que representaba la cultura estadounidense. Una de las imágenes utilizadas en dicha presentación fue un collage de 1947 de Paolozzi titulado “I was a Rich Man’s Plaything”, el cual incluye la primera vez en que se utilizó la palabra “pop” que aparecía en una nube de humo que emergía de un revólver. Después de dicha presentación, el Grupo Independiente se enfocó principalmente en el uso de imágenes de la cultura estadounidense, principalmente aquellas que aparecían en los medios de comunicación masivos.

El término “arte pop” fue acuñado finalmente por John McHale en 1954 para describir el movimiento. Este fue utilizado en las discusiones del Grupo Independiente durante su segunda sesión realizada en 1955 y la primera aparición de dicho término en una publicación impresa tuvo lugar en 1956, en un artículo publicado en Arc por parte de los miembros del Grupo Alison y Peter Smithson. Sin embargo, el término generalmente es acreditado al crítico y curador británico Lawrence Alloway, quien en un ensayo titulado “The Arts and the Mass Media” de 1958 utilizó el término “popular mass culture”.

Aunque el movimiento comenzó a finales de 1950, el arte pop en Estados Unidos tuvo su mayor impulso durante la década de 1960. En ese momento, la publicidad estadounidense había adoptado muchos elementos e inflexiones del arte.

En el ámbito de la sociología, la cultura pop se estudia como un fenómeno que refleja y moldea las estructuras sociales. La música, el cine y la literatura populares actúan como vehículos de comunicación masiva que pueden tanto reforzar como desafiar las normas sociales. La sociología de la cultura pop examina cómo estos medios influyen en la identidad, las relaciones de poder y las dinámicas de grupo dentro de la sociedad.

Desde la ontología de la conciencia, la cultura pop puede ser vista como una manifestación de los estados de conciencia colectivos. Los productos de la cultura pop no solo entretienen, sino que también sirven como herramientas para la exploración y expansión de la conciencia. A través de la identificación con personajes y narrativas, los individuos pueden experimentar y reflexionar sobre diferentes aspectos de su propia conciencia y existencia.

En resumen, la cultura pop, ofrece una visión interdisciplinaria que enriquece nuestra comprensión de la sociedad y de nosotros mismos. Este enfoque integral permite apreciar cómo los fenómenos culturales populares no solo reflejan, sino que también configuran la realidad en la que vivimos.