La visión ontológica de la conciencia propuesta por el Dr. Fabián Sorrentino se basa en un enfoque que integra tanto los aspectos fenoménicos (subjetivos) como los ontológicos (de ser) de la conciencia. Sorrentino, que es un Ontólogo de la Conciencia, ha desarrollado una teoría que considera la conciencia no solo como un fenómeno emergente de la actividad cerebral, sino también como algo relacionado con las propiedades fundamentales del universo.

En su propuesta, Sorrentino sostiene que la naturaleza de la conciencia tiene una estructura ontológica fundamental, que se encuentra en la base de la realidad, y que no es simplemente una función emergente de la interacción de los elementos materiales del cerebro, sino algo más profundo, que está intrínsecamente relacionado con el espacio-temporal y las leyes físicas fundamentales del universo.

A partir de su perspectiva, si quisiéramos representar la conciencia desde un punto de vista matemático y ontológico (siguiendo las ideas de Sorrentino), la fórmula debería reflejar tanto los elementos físicos que contribuyen a la conciencia como sus dimensiones ontológicas fundamentales, que en su visión, se relacionan con una interacción más profunda entre la materia, la información y la experiencia.

Fórmula propuesta desde la visión ontológica de Sorrentino

Una posible aproximación matemática para representar la conciencia, basada en la visión ontológica de Sorrentino, podría ser la siguiente:

Descripción de los términos:
  • C(t): El estado de conciencia en el tiempo tt.
  • M(t): El estado material o físico del cerebro y sistema nervioso en el tiempo tt. Esto incluye la actividad neuronal y los procesos biológicos que facilitan la actividad cognitiva.
  • I(t): El estado de integración informacional en el tiempo tt, representando la capacidad del sistema para integrar la información y generar una experiencia coherente de la conciencia.
  • O(t)\mathcal{O}(t): La ontología fundamental de la conciencia, la cual es vista como una propiedad básica del ser, enraizada en la estructura fundamental del universo. En este caso, no es solo un fenómeno material o funcional, sino un atributo que trasciende la materia y está profundamente ligado con el orden cósmico.
  • T(t)\mathcal{T}(t): La estructura témporo-espacial, que abarca tanto el tiempo como el espacio en los cuales se desarrolla la experiencia consciente. Esto implica que la conciencia no solo es temporal, sino que está también influenciada por la manera en que los eventos se configuran en el espacio (la ubicación del sujeto en el universo físico).
  • P: El factor o principio creador, que se entiende como «la voluntad inteligente» que da origen a la conciencia. Este componente refleja la creencia de que la conciencia no es solo un fenómeno material o emergente, sino que su existencia está vinculada a una instancia superior, que origina, sustenta y da propósito a la experiencia consciente.

Fundamento de la Nueva Fórmula:

Estado Material M(t):

Este término sigue representando la dimensión física de la conciencia, como en la propuesta anterior. La actividad cerebral y la organización neuronal siguen siendo fundamentales para la existencia de la conciencia en un nivel práctico.

Estado de Información I(t):

La integración de información es crucial para que la conciencia se mantenga coherente. La función de procesamiento y la capacidad de generar estados unificados de conciencia dependen de cómo el cerebro integra esta información sensorial y cognitiva.

Ontología Fundamental O(t)\mathcal{O}(t):

La conciencia está vinculada a una estructura ontológica profunda que no puede reducirse solo a la interacción de la materia y la información. Sorrentino sugiere que hay algo más fundamental, algo que trasciende la fisicalidad del cerebro y que permite la experiencia consciente. Este componente refleja la idea de que la conciencia tiene una raíz en la naturaleza fundamental del ser.

Estructura Temporo-Espacial T(t)\mathcal{T}(t):

La conciencia se experimenta dentro de un marco temporal y espacial. Esto implica que la conciencia no solo se desarrolla a lo largo del tiempo, sino también que depende de cómo la realidad se organiza espacialmente (es decir, cómo el sujeto interactúa y experimenta el mundo dentro de las dimensiones físicas).

Factor P:

Aquí introducimos un Propósito Superior como la fuente última o causa trascendental de la conciencia. En la visión de Sorrentino, la conciencia no es solo el producto de interacciones materiales, sino que se origina en lo que le da sentido y propósito a la experiencia consciente. Este término P refleja la Creencia en que la conciencia tiene un fundamento trascendental o creador que la origina y la guía.

Este punto fue inspirado por el científico Max Planck cuando al recibir su Premio Nobel pronunció las palabras descriptas en la imagen.

En este modelo, la conciencia es vista como una interacción dinámica entre la materia, la información, el tiempo y el espacio, como algo profundamente fundamentado en una voluntad inteligente que da origen a todo el sistema consciente.

En resumen, la fórmula de la conciencia desde la visión ontológica de Sorrentino no solo incluye los aspectos materiales y funcionales (como en la visión computacional o de procesamiento de información), sino que también considera que la conciencia está profundamente conectada con las leyes fundamentales de la realidad y con la estructura témporo-espacial que hace posible la experiencia subjetiva. La conciencia es vista como un fenómeno emergente que no se puede reducir simplemente a procesos físicos, sino que implica una interacción profunda con el ser y el tiempo mismo.

Por el Staff de Sonria.University. Noviembre de 2024. Extractado de la minuta sobre la clase: Lógica Despierta, del Dr. Fabián Sorrentino.