“Interpretamos al lenguaje como generativo”. Consideremos antes de referirnos a este postulado, que por siglos hemos interpretado al lenguaje como un instrumento que nos permite describir lo que percibimos o expresar lo que pensamos o sentimos. Esta concepción daba al lenguaje una capacidad fundamentalmente pasiva o descriptiva. En esta función del lenguaje, solemos decir que “el mundo antecede al lenguaje”.

Recuerda el ejercicio del 1er Postulado. Además de describir tu historia, estas generando en el presente que tu relación con esa persona o situación siga siendo la misma. Como los hechos pasados no pueden modificarse, podrías modificar la historia que te cuentas para que en el presente y de cara al futuro puedas mejorar esa relación.

1 – Si pudieras comprender la situación o a la persona y ponerte en su lugar, ¿qué dirías al respecto?

Al postular al lenguaje como generativo, incluimos su capacidad de describir aquello que ya existe, pero además reconocemos su capacidad de hacer que las cosas pasen. En otras palabras, usamos el lenguaje para crear realidades además de describirlas.

Al postular que el lenguaje es generativo, sostenemos que el lenguaje es acción y por lo tanto el mismo nos permite crear realidades. Al decir lo que decimos, al decirlo de una u otra manera, abrimos o cerramos posibilidades para nosotros mismos y para los otros dice Rafaél Echeverría.

2 – ¿Qué posibilidades te cierra tu enojo?

3 – ¿Qué otra actitud podrías elegir para superar esta situación?

Cuando hablamos no solo modelamos el futuro, sino que también intervenimos activamente en la modelación de nuestra identidad. Veamos los dos postulados, interpretamos al ser humano como ser lingüístico y al lenguaje como generativo. O sea que mediante el lenguaje generamos y regeneramos nuestro ser y nuestra identidad (como nos vemos a nosotros mismos y como nos ven los demás). Por ello es esencial declarar Quién Soy, a través de un proceso de autodescubrimiento, y Hacia dónde Voy teniendo en claro la visión y las competencias a desarrollar.

¿Cómo y de qué conversan un empresario, un empleado y un desempleado? Podemos observar que dado a la posición que tienen las personas es el tipo de conversación que mantienen, pero además reconozcamos que dado a la conversación que mantienen es la posición que luego ocupan. Una definición existencialista del ser humano es que “somos lo que hacemos” y hacemos acorde a lo que conversamos, el lenguaje es acción. El lenguaje genera Ser.

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Si observas tu manera de ser hoy en día, lo cual implica reconocer como te relacionas con personas conocidas, con desconocidos, con autoridades, con el clima, contigo mismo, si te cuesta levantarte de la cama a la mañana temprano, si eres cambiante o más bien perseverante;

4 – ¿Qué relación encuentras con tu manera de conversar?

Como dijimos anteriormente, para lograr modificar algunos aspectos de nuestra vida en los cuales hoy no logramos los resultados que nos gustarían, es imprescindible comenzar a conversar diferente. Podríamos eliminar algunas palabras de nuestro vocabulario como por ejemplo: intentar, querer y luchar. Además de dejar de hablar en pretérito, frases como “me gustaría”, “si pudiera”, “si tuviera”. E incluir en nuestro habla de todos los días las palabras: elección, compromiso, responsabilidad, hacerme cargo, objetivos, proyectos, superación, aprender, perseverar.

5 – Escribe en qué áreas de tu vida necesitas incluir estas palabras, en un lenguaje comprometido. Por ejemplo “me comprometo a estudiar dos horas por día”; “mi objetivo es ganar $6000 pesos por mes”; “elijo perseverar en mi dieta”.

Muy bien, este es un primer paso para lograr lo que te propones. Hablar en un lenguaje comprometido y hacerte cargo (ser responsable) de lo que dices. Es importante que notes la diferencia que genera en tu escucha conversar de esta manera. Cuando dices “me gustaría ganar $6000 por mes” normalmente encuentras algunos “peros”. Me gustaría pero en mi provincia no se puede, pero no tengo los recursos, pero somos pobres.

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Cuando dices “me comprometo a ganar $6000 por mes” es diferente. Ahora que te comprometes, no hay más “peros”. Sólo queda entrar en acción y conversar y buscar a la gente con quien tenga que relacionarme para ganar ese dinero. Recuerda que vives en un mundo de relaciones, y no vas a lograr mayores resultados de lo que tus relaciones te lo permitan. El lenguaje genera relaciones y de acuerdo a como converses serán el tipo de relaciones que logres entablar.

Una advertencia: al decir que te comprometes (declarar un compromiso) pones en juego tu confianza. Cuando conversas con alguien cercano a ti y le dices qué te gustaría, no generas lo mismo que cuando le dices a qué te comprometes. Al mencionar el compromiso siembras una expectativa en el otro. El otro va a esperar que respondas por ello, no es un mero juego de palabras.

Esta nota forma parte de una serie de artículos ofrecidos en la Carrera de Coaching & Mentoring de Ser.Red. Y que forman parte del Manual del Mentor del Dr Fabián Sorrentino.