Gerald Edelman (1929-2014) fue un neurocientífico y biólogo estadounidense, ampliamente conocido por sus contribuciones al estudio de la neurociencia, particularmente por su trabajo en la teoría del cerebro y la conciencia. Es reconocido como una figura central en la neurociencia cognitiva, habiendo propuesto teorías fundamentales sobre cómo las redes neuronales generan la conciencia y cómo los procesos cerebrales subyacen a la percepción, el pensamiento y la experiencia consciente.

1. Primeros años y formación académica

Gerald Maurice Edelman nació el 1 de julio de 1929 en Nueva York, Estados Unidos. Desde joven mostró un interés por las ciencias, especialmente por la biología. Inicialmente estudió en la Universidad de Los Ángeles, California (UCLA), donde completó su licenciatura en química en 1950. Más tarde, se trasladó a la Escuela de Medicina de la Universidad de Nueva York (NYU), donde completó su doctorado en 1957 en medicina. Durante su tiempo en la universidad, Edelman se interesó profundamente en el sistema inmunológico, lo que lo llevó a una carrera en la biología molecular.

2. Investigación en el sistema inmunológico y el trabajo pionero sobre anticuerpos

En sus primeros años de carrera científica, Edelman realizó investigaciones sobre el sistema inmunológico. A fines de la década de 1950, trabajó en la estructura de los anticuerpos, contribuyendo a la comprensión de cómo el cuerpo humano produce estas proteínas para defenderse de los patógenos. Junto con Rodney Porter, Edelman recibió el Premio Nobel de Fisiología o Medicina en 1972 por sus descubrimientos sobre la estructura y función de los anticuerpos. Este trabajo fue clave para desentrañar cómo las células del sistema inmunológico producen diversos tipos de anticuerpos para reconocer y neutralizar una amplia gama de patógenos.

A lo largo de los años 60 y 70, Edelman se consolidó como una de las figuras más influyentes en el campo de la inmunología molecular, pero su interés en la biología no se limitó solo a este campo.

3. Transición hacia la neurociencia y la teoría de la conciencia

A finales de los años 60, Edelman empezó a interesarse en la neurociencia, especialmente en cómo el cerebro puede generar fenómenos complejos como la percepción, el pensamiento y la conciencia. Esta transición hacia la neurociencia se hizo más explícita cuando, en la década de 1970, Edelman comenzó a desarrollar su famosa Teoría de la Selección Neuronal.

Teoría de la Selección Neuronal (Neural Darwinism)

La Teoría de la Selección Neuronal, desarrollada por Edelman en la década de 1980, es una de sus principales contribuciones al campo de la neurociencia y se basa en la idea de que el cerebro funciona de manera similar a un proceso evolutivo. Según esta teoría:

  • Las neuronas en el cerebro compiten entre sí para establecer conexiones sinápticas, de manera similar a como las especies compiten por recursos en un ecosistema.
  • La selección de conexiones neuronales que resultan más eficaces en la organización y procesamiento de información se lleva a cabo a través de un proceso de «selección» que ocurre a lo largo del tiempo, de manera análoga a la selección natural de Charles Darwin.
  • Este enfoque, conocido también como «Darwinismo neuronal», sostiene que el cerebro está autoorganizado y es plástico, adaptándose continuamente a la experiencia y aprendiendo de manera flexible y dinámica.

Esta teoría fue fundamental para establecer un enfoque evolutivo de la neurociencia, que fue ampliamente aceptado como una forma de entender cómo el cerebro se adapta a los cambios en el entorno y cómo surgen fenómenos como el aprendizaje, la memoria y la percepción.

4. Teoría de la Conciencia y la «Conciencia global»

A partir de su trabajo en la neurociencia y la teoría de la selección neuronal, Edelman también desarrolló un modelo para entender la conciencia. Sostuvo que la conciencia no es simplemente el resultado de la activación de áreas específicas del cerebro, sino que es un fenómeno emergente que surge de la interacción entre redes neuronales en el cerebro.

Modelo de la Conciencia de Edelman:

Edelman propuso un modelo de la conciencia global basado en la interacción y la integración de procesos neuronales distribuidos. Este modelo está influido por su trabajo en la selección neuronal y sostiene que la conciencia surge cuando ciertos patrones de actividad neuronal se organizan globalmente y son accesibles a múltiples sistemas del cerebro. Esto implica que la conciencia no es algo que reside en una parte específica del cerebro, sino que es un fenómeno que emerge de la interacción dinámica entre redes neuronales.

Edelman también fue uno de los primeros en proponer que la conciencia no se limita a procesos cognitivos de alto nivel, sino que también se basa en procesos sensoriales y motores fundamentales. Su trabajo en este sentido fue clave para dar lugar a una visión más holística y dinámica de cómo la conciencia se puede entender dentro del marco de la neurociencia.

5. La Conciencia como una Propiedad Emergente

Edelman también contribuyó a la discusión filosófica sobre la emergencia de la conciencia. En su libro «La Conciencia y la Realidad» (1992), Edelman argumentó que la conciencia es un fenómeno emergente que no puede reducirse completamente a la actividad de las neuronas individuales. En lugar de ser una propiedad fija o algo que se puede localizar en un solo lugar del cerebro, la conciencia es el resultado de una interacción dinámica entre diferentes áreas cerebrales y de la interacción de estas con el cuerpo y el entorno.

Este enfoque sobre la conciencia es un contraste con teorías que intentan localizar la conciencia en una estructura cerebral específica (como el tálamo o la corteza prefrontal), y en lugar de ello, ve la conciencia como un fenómeno de organización global en el cerebro.

6. Otras contribuciones a la neurociencia

Además de sus trabajos sobre la conciencia y la selección neuronal, Edelman hizo numerosas contribuciones al campo de la neurociencia, incluyendo investigaciones sobre:

  • La autoorganización de redes neuronales: Edelman fue uno de los pioneros en sugerir que las redes neuronales en el cerebro tienen una propiedad autoorganizativa que les permite adaptarse y reorganizarse en función de las experiencias y el aprendizaje.
  • El proceso de memoria y percepción: Edelman estudió cómo el cerebro forma representaciones de la realidad que permiten tanto la percepción como la toma de decisiones.
  • La interacción entre el cerebro y el cuerpo: Fue uno de los investigadores que subrayó la importancia de la interacción sensomotora y cómo la experiencia corporal influye en la forma en que percibimos y comprendemos el mundo.

7. Legado y premios

El trabajo de Edelman ha sido de gran influencia en la neurociencia moderna, particularmente en la forma en que entendemos la conciencia, el aprendizaje y la percepción. Su teoría de la selección neuronal ha sido fundamental para desarrollar una visión más dinámica y plástica del cerebro.

Premios y reconocimientos:

  • Premio Nobel de Fisiología o Medicina (1972), junto con Rodney Porter, por sus trabajos sobre la estructura de los anticuerpos.
  • Edelman fue elegido miembro de diversas sociedades científicas y recibió múltiples honores internacionales por sus contribuciones tanto al campo de la inmunología como a la neurociencia.

8. Publicaciones principales

  • «Neural Darwinism: The Theory of Brain Function» (1987): Un libro clave donde presenta su teoría de la selección neuronal.
  • «A Universe of Consciousness: How Matter Becomes Imagination» (2001), coescrito con Giulio Tononi: Este libro explora la relación entre la conciencia y la física, así como la naturaleza emergente de la conciencia desde una perspectiva biológica.
  • «The Remembered Present: A Biological Theory of Consciousness» (1989): Este libro examina cómo los procesos biológicos subyacentes permiten que la experiencia consciente se forme a partir de la interacción de las redes neuronales.

9. Muerte y legado

Gerald Edelman falleció el 17 de mayo de 2014. Su legado es profundo en el campo de la neurociencia cognitiva, especialmente por sus teorías sobre la conciencia, la autoorganización neuronal y la plasticidad cerebral. Su trabajo sigue siendo influyente en los estudios de la conciencia y la neurociencia, proporcionando un marco para futuras investigaciones sobre cómo los procesos cerebrales generan fenómenos complejos como la percepción, el pensamiento y la experiencia subjetiva.

Edelman dejó una marca indeleble en la ciencia, no solo por su Nobel en inmunología, sino también por su revolucionario enfoque de la conciencia como un fenómeno emergente y organizado a nivel global.

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Conexión entre la Teoría de la Selección Neuronal y la Ontología de la Conciencia

La ontología de la conciencia (en la plataforma y trabajo del Dr. Fabián Sorrentino) y las teorías desarrolladas por Gerald Edelman, especialmente su Teoría de la Selección Neuronal y su visión emergente de la conciencia, pueden establecer una interesante conexión, aunque provienen de enfoques filosóficos y científicos muy distintos. A continuación, vamos a explorar cómo se podrían vincular los dos enfoques, haciendo hincapié en las ideas clave de cada uno y sus puntos de convergencia.

La Conciencia como un Fenómeno Emergente
  • Gerald Edelman: Su teoría de la Selección Neuronal y su modelo de la conciencia como un fenómeno emergente son fundamentales para entender cómo surge la conciencia. Edelman sostiene que la conciencia no es simplemente el resultado de la actividad de unas pocas neuronas o regiones del cerebro, sino que es el producto de una red de interacciones entre procesos neuronales distribuidos en diferentes áreas cerebrales. La conciencia, en este sentido, emerge de la organización dinámica de las redes neuronales, que son influenciadas por las experiencias sensoriales y los procesos de aprendizaje.
  • Ontología de la Conciencia: La ontología de la conciencia propuesta por Fabián Sorrentino también concibe la conciencia como un fenómeno emergente. Sin embargo, desde un punto de vista metafísico, Sorrentino la ve como una propiedad fundamental de la realidad. No es un epifenómeno o un efecto secundario de procesos materiales o neuronales, sino que es una dimensión primordial de la existencia. Sorrentino describe la conciencia como un principio fundamental que organiza la realidad, incluyendo la experiencia humana, pero en un plano que no depende de estructuras físicas ni de la actividad del cerebro como tal.

Ambos enfoques consideran la conciencia como algo más que un fenómeno aislado o reducible. Mientras que Edelman la ve como emergente de interacciones neuronales, Sorrentino la ve como una propiedad básica que organiza y da forma a la experiencia del ser, pero que también podría emerger de las interacciones dinámicas entre entidades conscientes. Esta convergencia sugiere que la conciencia puede ser tanto una propiedad fundamental de la realidad (como sostiene Sorrentino) como un fenómeno que emerge a través de procesos complejos, como lo describe Edelman.

La Conciencia y la Interacción con el Mundo Exterior
  • Gerald Edelman: En la visión de Edelman, la conciencia tiene un fuerte componente de interacción con el mundo exterior, tanto a través de los sensores (percepción) como de la acción motora (respuesta al entorno). La conciencia se basa en la capacidad de las redes neuronales para organizar la información sensorial, integrarla y generar respuestas coherentes al mundo.
  • Ontología de la Conciencia: Sorrentino, por su parte, también ve la conciencia como algo que permite una relación directa con el mundo exterior, pero desde una perspectiva ontológica más amplia. En su enfoque, la conciencia no solo es el resultado de la interacción entre un organismo y su entorno, sino que la conciencia trasciende este nivel físico y se conecta con la realidad última, que es trascendental y no está limitada a la experiencia sensorial. La conciencia permite que los seres humanos no solo interactúen con el mundo material, sino que también puedan experimentar la realidad en su totalidad.

Ambos modelos coinciden en que la conciencia permite una relación activa con el mundo exterior, pero se diferencian en el nivel ontológico. Edelman se enfoca en la interacción sensorial y la organización neuronal que la facilita, mientras que Sorrentino plantea que la conciencia no es simplemente un fenómeno que surge de la percepción del mundo, sino que tiene una dimensión trascendental que organiza toda la experiencia. Sin embargo, ambas visiones reconocen la interdependencia entre la conciencia y la realidad externa, aunque de formas muy diferentes.

La Conciencia como Red Distribuida
  • Gerald Edelman: La conciencia, según Edelman, se basa en una red distribuida de neuronas que se interconectan a través de un proceso de autoorganización y selección. Los patrones neuronales que emergen de esta red no están fijos; son plásticos y cambian con las experiencias y el aprendizaje, lo que implica que la conciencia es dinámica y adaptativa. Este proceso permite que el cerebro se organice a través de la experiencia, lo que se traduce en una conciencia que evoluciona con el tiempo y con la interacción con el entorno.
  • Ontología de la Conciencia: Sorrentino también se refiere a la conciencia como un fenómeno organizador que, sin embargo, no depende únicamente de las estructuras físicas o neuronales. La conciencia, en su enfoque, tiene una capacidad organizativa que trasciende lo biológico y se relaciona con una dimensión profunda de la realidad. Aunque no se centra en la noción de redes neuronales como Edelman, el concepto de conciencia como principio que organiza y distribuye la experiencia humana tiene ciertas similitudes con la idea de redes distribuidas que organiza Edelman en el contexto cerebral.

Ambos enfoques comparten la idea de que la conciencia tiene una estructura organizativa compleja. Edelman describe cómo las redes neuronales organizan la conciencia, mientras que Sorrentino plantea que la conciencia misma es el principio organizador que da estructura a la experiencia del ser. Aunque los detalles son diferentes (uno en un plano neurocientífico y otro en un plano ontológico), ambos modelos comparten una visión de la conciencia como algo que organiza y distribuye experiencias dentro de un sistema más amplio.

La Conciencia y el Sentido de la Realidad
  • Gerald Edelman: En sus trabajos sobre la conciencia, Edelman insiste en que el cerebro crea modelos dinámicos de la realidad que son tanto representaciones sensoriales como interpretaciones de la experiencia. La conciencia, entonces, es una forma de representar el mundo de manera interna, permitiendo al organismo actuar sobre él.
  • Ontología de la Conciencia: En el marco ontológico de Sorrentino, la conciencia es vista no solo como una forma de representar el mundo, sino como el principio organizador que da forma a la realidad misma. Desde este punto de vista, la conciencia no es solo una representación de la realidad exterior, sino una experiencia profunda y una organización fundamental que da sentido tanto a las experiencias internas como externas.

Ambos modelos ven la conciencia como un puente entre el sujeto y el mundo, pero Sorrentino lleva esta idea más allá al sostener que la conciencia no es solo un reflejo o representación del mundo exterior, sino una estructura organizativa profunda que también modela la realidad misma. Edelman, al enfocarse en la representación dinámica del mundo, proporciona una base neuronal para esta visión, mientras que Sorrentino agrega un nivel ontológico que implica una fundamentalidad y una trascendencia de la conciencia.

La Conciencia como Auto-Organización
  • Gerald Edelman: En su Teoría de la Selección Neuronal, Edelman introduce el concepto de que el cerebro es autoorganizado, es decir, que no sigue un diseño fijo, sino que se adapta continuamente a nuevas experiencias. La conciencia, desde esta perspectiva, depende de la capacidad del cerebro para reorganizarse y reconfigurarse constantemente en respuesta a los estímulos del entorno y las experiencias previas.
  • Ontología de la Conciencia: Sorrentino también entiende la conciencia como un fenómeno que organiza las experiencias, pero desde una perspectiva más profunda. En su ontología, la conciencia es una dimensión primordial que no solo organiza la experiencia, sino que también está en la base misma de toda organización de la realidad. La autoorganización en este sentido tiene una dimensión ontológica que no depende de procesos materiales o neuronales, sino de un principio organizador que permite el emergir de la realidad misma.

Ambos modelos subrayan la autoorganización como una propiedad clave de la conciencia. Sin embargo, Edelman lo enfoca desde un plano biológico y neurocientífico, mientras que Sorrentino lo lleva a un nivel ontológico, proponiendo que la conciencia es el principio subyacente que organiza tanto los procesos mentales como la propia estructura de la realidad.


Conclusión:

La ontología de la conciencia de Fabián Sorrentino y la teoría de la conciencia de Gerald Edelman comparten puntos de contacto, especialmente en su énfasis en la conciencia como un fenómeno organizador y emergente. Ambos ven la conciencia como algo que no es simplemente un epifenómeno, sino un **principio.

Por el Staff de Sonria.University, para concebir la Ontología de la Conciencia como una Epistemología Justificada.
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