Las piernas me transportan hacía delante o hacía atrás, me dan una dirección propia, estabilidad, solidez y una base firme. Representan pues mi capacidad de adelantar en la vida, de ir hacia delante.

Mis piernas me permiten ir o no ir al encuentro de la gente, acercarme o apartarme de ella. Mis piernas reflejan pues todos los sentimientos que puedo vivir con relación al movimiento y a la dirección por tomar y representan así todo el campo de las relaciones con mi entorno.

Piernas débiles me indican que hay poca energía que circula en éstas, lo cual denota en mí una falta de seguridad, una incapacidad en quedarme de pie y a estar fuerte delante de cierta situación o cierta persona.

Entonces, tengo tendencia a ser dependiente de los demás. Busco mi apoyo y mi motivación en los demás en vez de hallarlos en mi interior. El grosor de las piernas me da también informaciones: si tengo piernas pequeñas, tengo más dificultad en conectar con el mundo físico, material y me gustaría más delegar las responsabilidades que están vinculadas a ello en vez de asumirlas.

Al contrario, si tengo piernas gordas, éstas soportan un peso excesivo: las responsabilidades que decidí tomar (sobre todo en el plano material) y no sólo las mías, las de los demás que a veces acepté por obligación.

En anatomía humana, la pierna es el tercer segmento del miembro inferior o pelviano, comprendida entre la rodilla y el tobillo. La pierna se articula con el muslo mediante la rodilla, y con el pie mediante el tobillo.

En lenguaje común, no científico, el término pierna denota la totalidad del miembro inferior del cuerpo humano.

Dolores de Piernas
La pierna es el segmento de la extremidad inferior comprendido entre la rodilla y el tobillo. El dolor se manifiesta generalmente durante la marcha o estando en pie.

Es evidente que sin piernas es imposible impulsarnos hacia delante para caminar o para correr. El dolor en la pierna tiene una relación directa con nuestra forma de hacer frente al futuro, con nuestra capacidad de impulsarnos y avanzar en la vida. Indica los temores que se experimentan en este aspecto; el miedo a arriesgarse a algo nuevo o a realizar acciones que nos lleven hacia la meta actual. Puede estar relacionado con un nuevo trabajo o con el ser amado. Por otro lado, si la pierna duele sobre todo en posición de reposo, el mensaje indica que esta persona no se permite detenerse el tiempo suficiente como para prepararse para un nuevo destino. Si el dolor de pierna es consecuencia de un accidente, véase también este término tras la descripción siguiente.

Si la pierna te duele durante el movimiento, el mensaje es preciso: tu cuerpo te dice que reflexionar demasiado antes de avanzar no te beneficia. Esta reflexión prolongada o tu indecisión provienen de tus temores. Estos últimos, aunque pretendan ayudarte a no cometer errores, te impiden vivir una o algunas experiencias que necesitas en este momento. Desarrolla más confianza en ti y en el Universo, lo cual te dará el aliento necesario para pasar a la acción. Si por el contrario, el dolor de pierna se produce sólo en estado de reposo, eres del tipo de persona que quiere ir demasiado rápido y hacer mucho. Tu cuerpo te dice que dejes de creer que si descansas un momento serás considerado perezoso o ingrato. Cuando hay dificultad con mis piernas, debo pararme y preguntarme lo siguiente: ¿Cuál es la situación actual o qué veo venir que me hace tener miedo del porvenir? Resisto al cambio, me siento “paralizado” y puedo estar tan asustado que tengo el gusto de “tomar las de Villadiego”; pero ¿es ésta la verdadera solución? ¿Con quién tengo dificultades racionales que son fuente de tensión y de conflicto? Adelanto y evoluciono cada día, cada momento, y problemas en las piernas sólo manifiestan que existe actualmente obstáculos que debo quitar para seguir mi camino hacía una felicidad más grande y una armonía más grande. Sea la que sea la nueva situación que se presente a mí, ¿puedo hacerme confianza e ir más allá de mi resistencia al cambio?