Acento proviene etimológicamente del latín “accentus” y se refiere a la máxima intensidad que se aplica en la sílaba de una palabra, que por ello recibe el nombre de sílaba tónica, al momento de su pronunciación.

Sólo las palabras átonas no tienen esta pronunciación más intensa en alguna sílaba, como por ejemplo ocurre en los artículos y en casi todas las preposiciones. En algunos casos se coloca tilde para marcar la sílaba acentuada, que es una barrita de forma oblicua, direccionada de derecha a izquierda. Sólo los adverbios terminados en mente tienen más de una sílaba tónica.

Las palabras se clasifican según el lugar donde se ubique su sílaba acentuada en agudas (u oxítonas) cuando la acentuación recae en su última sílaba, por ejemplo papá; en las palabras agudas se coloca tilde u acento ortográfico (la barrita oblicua) cuando terminan en n, s, o vocal.

Las graves (o paroxítonas) son las que surgen cuando recae la intensidad en su sílaba penúltima, como ocurre con resumen. En este caso, resumen no lleva tilde, pues sólo se acentúan en forma ortográfica las palabras graves que no terminan en n, s, o vocal.

Las esdrújulas (o proparoxítonas) son llamadas así, cuando suena fuerte su antepenúltima sílaba como ocurre con espíritu. Siempre llevan tilde.

Por último las sobreesdrújulas (o superproparoxítonas) son las se acentúan en la sílaba anterior a la antepenúltima. Por ejemplo: acércamelo. Todas se acentúan con tilde.

Por extensión también se habla de acento cuando se recalcan determinados hechos, situaciones o ideas, por ejemplo, cuando se dice: “Puso el acento sobre su buena conducta” en el sentido de destacarla.

También se utiliza la palabra acento para designar un particular modismo al hablar, propio de ciertos países o regiones, por ejemplo: “Habla con acento italiano”

Esta palabra tiene que usarse cuidadosamente, porque puede tener por lo menos tres significados diferentes y es fácil confundirlos.)

El acento fonético es la prominencia especial que se da a una sílaba de las que forman una palabra o frase. Generalmente se pronuncia la sílaba acentuada más fuerte (con mayor energía o amplitud acústica) y con el tono de la voz elevado; en muchas lenguas también es un poco más larga que las otras sílabas. En algunas lenguas, el acento puede ser la única diferencia entre dos palabras; en este caso, se le puede decir acento fonémico. Por ejemplo, el par mínimo «papa» y «papá» se distinguen solamente en la sílaba acentuada, lo cual establece que el acento es fonémico en el español. En palabras o frases largas, muchas veces hay acentos secundarios también; generalmente se escribe el acento principal con el acento ortográfico agudo y a veces se escribe el acento secundario con el acento grave.

El acento ortográfico (un tipo de marca diacrítica) es una marca pequeña encima de la letra que representa una vocal. Típicamente se usa para indicar la presencia del acento fonético (acento en el sentido anterior), pero también se usa para otros fines, como para marcar los tonos. La letra á lleva un acento agudo, y à lleva un acento grave.

La forma de hablar característica de una persona o un grupo, especialmente cuando permite distinguirles de los de otra región o nación que hablan el mismo idioma. El acento en este sentido puede incluir muchísimos factores, como la pronunciación precisa de diferentes fonemas, patrones de entonación, hasta frases y vocablos distintivos, etc. Muchos lingüistas prefieren evitar el uso de la palabra en este sentido, por ser muy indefinido.

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