Todo nació inspirado con el electro encefalograma allá en los años 70. este era una colección de métodos para monitorear la actividad eléctrica del cerebro. Pero hoy esa tecnología está cambiando, utilizando múltiples sensores y algoritmos complejos, ahora es posible analizar señales cerebrales y extraer los patrones cerebrales más relevantes.

El BCI es un puente entre el cerebro y un dispositivo externo, tal como lo explica Cristian en este video. Y sirven no solo para controlar una prótesis sino para controlar todo lo que esté a mi alcance. Incluso para poner en funcionamiento cualquier idea o proceso.

¿Para qué consideramos que puede ser muy útil?

Supkir algunas funciones frente a los accidentes o a diversas enfermedades. Apoyar a quienes han nacido sin alguna de sus extremidades, o las han perdido a lo largo de su vida. Para hacer su vida algo más sencilla, muchas personas usan prótesis de diversos tipos. Pero con frecuencia esas prótesis no son muy funcionales, ya que hasta hace no tanto eran simplementeextremidades rígidas y no aportaban movilidad alguna, o lo que se articulaba solo era a través de una influencia externa (por ejemplo, usando las manos para mover la prótesis).

Por suerte, en los últimos años las prótesis han avanzado bastante. Empresas como Open Bionics han desarrolladoprótesis robóticas de antebrazo que detectan los movimientos musculares del usuario y articulan la muñeca y la mano en base a ello.

Para conseguir que estas prótesis funcionen, deben estar conectadas mediante electrodos y otros sistemas similares al cerebro, al sistema nervioso, e incluso a los huesos. Los nuevas interfaces de conexión cerebro-computadora (BCI) harán posible que las señales del propio cuerpo sean enviadas a la prótesis, haciendo que se realicen los movimientos pensados por el usuario.

Por si fuera poco, las señales pueden ir en ambos sentidos. Y si las prótesis incluyen sensores, esto hace que los usuarios tengan, de forma artificial, sentido del tacto en su prótesis.

Ya ha habido algunas pruebas a pequeña escala con prototipos, y parecen demostrar que este tipo de tecnología es viable. Considerando esto, consideramos que para el año 2030 la mayoría de prótesis se controlarán con el cerebro y permitirán percibir diferentes sensaciones.

Compilado y desarrollado por Fabián Sorrentino de las siguientes fuentes: ComputerHoy, Openbionics y Neuralinks.