Hace pocos días atrás descubrí una exposición inolvidable que permanecerá hasta el  9 de febrero 2025, en el Museo de Arte Moderno de Bogotá (MAMBO).

Se trata del trabajo del artista franco-argelino Kader Attia en ReparaRenacer que nos trae su primera exposición antológica institucional en América Latina . Esta muestra nos trae una selección de sus obras más emblemáticas, cuidadosamente curadas para resonar con el contexto latinoamericano.

El título de la exposición, ReparaRenacer, simboliza una exploración poética de los procesos que oscilan entre el trauma y la sanación. Aquí, la fractura se convierte en una oportunidad para una vida nueva. La exposición destaca la reparación como una forma de sanación, donde las heridas no se ocultan, sino que se resaltan.

La exposición consta de obras pictóricas, esculturas, instalaciones y piezas multimedia que ayudan a sanar la huella del conflicto armado en el contexto de Colombia . Imperdible!

Esta fue para mi la instalación que mas me impactó.

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La misma obra de Kader Attia en la Saatchi Gallery de Londres en el año 2016. Copyright: Getty Images

La Ontología de la Reparación y el Renacer a través del Arte

A continuación expreso 5 conceptos que vi presente en las obras:

1. La Fractura como Potencialidad

Toda fractura o herida, sea en un objeto o en un ser vivo, implica una ruptura del estado anterior. Sin embargo, esta ruptura no necesariamente significa pérdida definitiva, sino que abre un espacio para la transformación. En términos filosóficos, la fractura es una manifestación de la impermanencia y la vulnerabilidad inherente a la existencia.

2. La Reparación como Proceso Creativo

Reparar no es simplemente restaurar algo a su estado original. Es un proceso creativo donde la intervención humana introduce nuevas dinámicas y elementos. Este acto de reparación añade capas de significado y valor al objeto o al ser, reconociendo sus cicatrices y heridas como parte integral de su identidad.

3. La Metáfora del Kintsugi

Un ejemplo simbólico de esta filosofía es el arte japonés del Kintsugi, donde las roturas en la cerámica se reparan con laca dorada. En lugar de ocultar las cicatrices, se resaltan, transformando el objeto en algo único y más valioso. Aquí, la reparación no es solo restauración, sino embellecimiento y reconfiguración.

4. Reparación y Sanación en lo Humano

En el ámbito humano, la reparación puede ser vista como un proceso de sanación. Los traumas y heridas emocionales, cuando son reconocidos y abordados, permiten a las personas reconstruir su identidad y encontrar un nuevo sentido de sí mismas. Este proceso implica aceptar y dar significado a las experiencias dolorosas, lo que facilita un renacer emocional y psicológico.

5. Dimensión Colectiva de la Reparación

A nivel social, la reparación puede ser un acto de justicia y reconciliación. Las comunidades que han sufrido injusticias pueden encontrar en la reparación un medio para reconstruir su tejido social. La reparación aquí no solo alude a la compensación material, sino a la restauración de la dignidad y la memoria colectiva.

Conclusión

Desde esta perspectiva ontológica, reparar es un acto profundo que transforma la naturaleza misma de lo que ha sido dañado. Es un impulso hacia el renacer, donde las cicatrices no se ocultan, sino que se integran y se resaltan, dando lugar a una existencia renovada y enriquecida. Este proceso nos invita a ver la fragilidad y la vulnerabilidad no como debilidades, sino como oportunidades para la creación de nuevas formas de ser y de entender el mundo.

Esta idea de la reparación como impulso para renacer que presenta Kader Attia resuena profundamente en diversos contextos, desde el arte y la filosofía hasta la psicología y la justicia social, ofreciendo una visión enriquecedora y transformadora de la existencia. En Colombia estos aspectos resultan claves para sanar las heridas del conflicto armado.

El museo reúne obras de otros artistas de renombre internacional como la innovadora Elisa Giardina Papa, junto con una selección destacada de la Colección MAMBO. Visitar Sitio del Museo.

Por el Dr. Fabián Sorrentino.