La teoría de la información integrada (IIT) es una propuesta del neurocientífico Giulio Tononi para explicar por qué algunos sistemas, como el cerebro humano, son conscientes, es decir, tienen una experiencia subjetiva de la realidad. Según esta teoría, la conciencia surge cuando un sistema tiene un alto grado de información integrada, que es la capacidad de generar y combinar información de manera coherente y diferenciada. La información integrada se mide por un índice matemático llamado phi (Φ), que representa el nivel de irreducibilidad de un sistema. Cuanto mayor es el valor de phi, mayor es la conciencia del sistema.

Si nos atenemos a la famosa deducción del filósofo del siglo XVII, René Descartes, “pienso, luego existo”, podemos parafrasearla como una certeza de que somos conscientes.

El índice de la conciencia es una forma de medir el rendimiento de la teoría de la información integrada, comparando sus predicciones con los datos empíricos sobre los estados conscientes e inconscientes de diferentes sistemas. Por ejemplo, se puede aplicar el índice de la conciencia a los pacientes en coma, a los animales no humanos, a las máquinas o a las redes neuronales artificiales.

El índice de la conciencia puede ayudar a evaluar si la teoría de la información integrada es capaz de captar las características esenciales de la conciencia, como su unidad, su diversidad y su gradación. Si el índice de la conciencia coincide con las observaciones clínicas y experimentales, se puede considerar que la teoría de la información integrada es una buena aproximación al fenómeno de la conciencia.

  • La teoría parte de la existencia de la experiencia subjetiva como un hecho fundamental e inapelable, y busca los sistemas físicos que cumplen con ciertos axiomas fenomenológicos sobre las propiedades de la consciencia.
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  • La teoría propone que la consciencia surge cuando un sistema tiene un alto grado de información integrada, que es la capacidad de generar y combinar información de manera coherente y diferenciada. Esta información se mide por un índice llamado phi (Φ), que representa el nivel de irreducibilidad de un sistema.
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  • La teoría se diferencia de otras teorías identitarias de la mente, que intentan hacer corresponder un objeto o mecanismo arbitrario con la subjetividad, o que se basan en el funcionalismo o el computacionalismo. Según la teoría, no todos los sistemas equivalentes funcional o computacionalmente son conscientes, sino solo aquellos que tienen una estructura irreducible e integrada.
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  • La teoría también implica que la consciencia es una propiedad abstracta y fundamental, inherente en menor o mayor medida a todas las cosas propiamente dichas, y que depende tanto del estado como de las capacidades del mecanismo. La teoría predice que la consciencia no puede ser simulada en hardware diferente al original, y que el carácter cualitativo de la experiencia está dado por la geometría del repertorio de estados del sistema1.

¿Qué busca esta teoría?

Explicar el origen y la naturaleza de la subjetividad o experiencia consciente, sin apelar al “propósito” evolutivo ni a la necesidad lógica o metafísica. Esta forma básica de sensibilidad es llamada en la literatura filosófica como “consciencia fenoménica”, o como “consciencia primaria” según Gerald Edelman. Es este concepto el que se abordará en este artículo, y se diferenciará de estados conscientes de mayor complejidad conceptual, como la consciencia de sí mismo que se evalúa en la prueba del espejo.

En filosofía de la mente y ciencia cognitiva se ha debatido mucho sobre los obstáculos para explicar la emergencia de subjetividad recurriendo solamente al funcionalismo, a la manipulación sintáctica de símbolos (véase el artículo “Habitación china”) o a los estados cerebrales. La Teoría de la Información Integrada pretende resolver el enigma de cómo es que una estructura representacional física se transforma en un estado mental completo; con fenomenología y significado para el objeto (o sujeto según IIT) que lo experimenta.

A diferencia de otras teorías identitarias de la mente, IIT no afronta el problema difícil asignando un objeto o mecanismo arbitrario a la subjetividad; ni siquiera uno correlacionado empíricamente con la consciencia, como son sus correlatos neurales. IIT afronta el problema al revés: parte de la existencia de la experiencia subjetiva como un hecho fundamental e indiscutible; para luego buscar todos los sistemas físicos que cumplirían un sistema axiomático filosófico de las propiedades de la consciencia.

Formulaciones recientes de IIT proponen axiomáticamente (por introspección fenomenológica) que toda experiencia subjetiva es necesariamente real, que tiene estructura o componentes, que su estructura es distinguible de la de otras experiencias, que cada experiencia es irreductible a la experiencia por separado de los componentes, y que también excluye a otras experiencias posibles. Posteriormente estos axiomas son traducidos en postulados físico-matemáticos.

Según Michael A. Cerullo, IIT no aborda el problema difícil tal y como fue planteado por Chalmers, sino el “problema bastante difícil” (Pretty-Hard Problem) de predecir qué objetos son también mentes.​ Chalmers por su parte ha mostrado cierto interés por IIT.

Críticas a esta Teoría

Este artículo fue compilado y posteriormente desarrollado por el Dr Fabián Sorrentino. Si quieres saber más sobre la teoría de la información integrada y el índice de la conciencia, te invito a consultar los siguientes enlaces:

  1. Teoría de la información integrada – Wikipedia
  2. Giulio Tononi – Wikipedia
  3. La conciencia como información integrada – Paradigma XXI
  4. Teoría de la información integrada – Wikiwand
  5. esalud.com
  6. scielo.isciii.es
  7. elsevier.com
  8. dx.doi.org