Estudio dialógico del carisma en el liderazgo, desde una perspectiva epistemológica.

La siguiente exploración adopta un formato dialógico para desentrañar cómo conocemos y validamos el fenómeno del carisma en los líderes. Mediante intercambios entre un epistemólogo (“E”) y un investigador en liderazgo (“L”), se analizan definiciones, fuentes de conocimiento, metodologías y ejemplos históricos.


E: Para comenzar, ¿cómo definimos “carisma” en la literatura del liderazgo?
L: Max Weber lo caracterizó como un “don sobrenatural” atribuido socialmente a individuos capaces de inspirar lealtad y transformar grupos (Weber, 1947). Hoy se entiende también como una combinación de rasgos personales, habilidades comunicativas y resonancia emocional (Goleman, 1998).

Este diálogo inicial muestra que la definición de carisma se ubica entre lo descriptivo (rasgos observables) y lo normativo (atribuciones valorativas). Desde el punto de vista epistemológico, conviene preguntarse si el carisma existe como entidad independiente o emerge únicamente en la interacción simbólica (Merleau-Ponty, 1945).


1. Fuentes y validación del conocimiento

E: ¿Qué métodos validan los estudios de carisma?
L: Se recurre a la investigación cuantitativa (encuestas de percepción, análisis de redes sociales) y cualitativa (entrevistas en profundidad, etnografía organizacional) (House, 1977).

La convergencia de ambos enfoques responde a una epistemología pragmática: el conocimiento del carisma se construye a partir de evidencias empíricas y la interpretación de significados compartidos. Un estudio de resonancia magnética funcional (fMRI) durante discursos políticos reveló correlaciones entre expresividad facial y altos índices de persuasión, aportando datos objetivos a un fenómeno tradicionalmente vinculado al “encanto”.


2. Diálogo sobre fenomenología y contexto

L: La fenomenología aporta claves para entender la vivencia del carisma.
E: ¿Cuáles son sus aportes esenciales?
L: Husserl y Merleau-Ponty destacan la intencionalidad y el cuerpo propio: el carisma no reside solo en el mensaje, sino en la co-presencia corporal y la “atención” mutua que se genera (Merleau-Ponty, 1945).

Este giro fenomenológico introduce la idea de que el carisma es un acontecimiento intersubjetivo, no reducible a rasgos psicológicos o a discursos retóricos. El investigador debe entonces incorporar descripciones en primera persona y técnicas como la epoché para suspender juicios y captar la esencia de la influencia carismática.


3. Estructuras semióticas del carisma

El carisma usa símbolos y metáforas para transmitir autoridad. Un análisis semiótico de los discursos de Winston Churchill durante la Segunda Guerra Mundial revela códigos de luz y oscuridad (“We shall fight on the beaches…”) que estructuran una narrativa de resistencia heroica (Eco, 1976). Este estudio demuestra que los signos no verbales —gestos, vestimenta, escenografía— funcionan como vectores de legitimación carismática.


4. Constructos epistemológicos críticos

Surgen dos retos centrales:

  1. Subjetividad de la percepción: ¿Podemos medir objetivamente una respuesta emocional?
  2. Constructivismo social: ¿El carisma es un atributo real o un contrato simbólico entre líder y seguidores?

La respuesta filosófica plantea un “realismo débil”: el carisma existe como propiedad relacional emergente, respaldada por resultados (motivación, cooperación) pero dependiente del contexto y las expectativas culturales (Nielsen & Daniels, 2012).

5. Integración interdisciplinar: Ontología de la Conciencia (ODC)

Para profundizar, conviene incorporar las siete interdisciplinas  propias de la ODC

  1. Salud y resiliencia: medir la adaptabilidad emocional del líder mediante escalas como CD-RISC; diseñar “reencuadres” de fracaso que refuercen la credibilidad (Smith & Carpenter, 2013).
  2. Lógico-matemática: modelar dinámicas de influencia con grafos y coeficientes de centralidad (Freeman, 1979).
  3. Neuropsicológica: registrar respuestas autónomas (EDA, EEG) durante interacciones para cuantificar la “resonancia empática” (Porges, 2011).
  4. Epistemológica: someter narrativas carismáticas a test de coherencia predictiva y verificación de hechos, estableciendo “contrafácticos” que midan su solidez (Popper, 1959).
  5. Semiótica: decodificar metáforas y repertorios icónicos en discursos públicos como claves de legitimación (Eco, 1976).
  6. Dinámica Cuántica: usar analogías de entrelazamiento para diseñar dinámicas colaborativas donde la iniciativa de unos potencie la de otros inesperadamente (Sorrentino, 2025).
  7. Bioética teofilosófica: fundamentar códigos de integridad que orienten el uso del carisma hacia el bien común, inspirados en principios de justicia y dignidad (Rawls, 1971).
  8. Fenomenológica: implementar diarios de experiencia y entrevistas fenomenológicas para captar la vivencia subjetiva del carisma en tiempo real.

6. Ejemplo aplicado: Martin Luther King, Jr.

En su “I Have a Dream” (1963), King combinó un ritual (marcha sobre Washington), metáforas religiosas (libertad como manantial) y resonancia emocional colectiva (coro de miles) para activar un movimiento. Estudios retrospectivos confirman que su discurso generó un aumento del 35 % en la afiliación a grupos pro-derechos civiles tras el evento (Johnson & Gale, 2008). La validación empírica y la interpretación semiótica convergen, ilustrando la riqueza de un enfoque epistemológico integral.


7. Conclusiones dialógicas

E: ¿Qué aprendemos de este diálogo sobre la epistemología del carisma?
L: Que conocer el carisma exige métodos mixtos, conciencia de la co-creación simbólica y rigurosidad ética.

La investigación del carisma no puede limitarse a una sola disciplina. Solo la integración de perspectivas —desde la fenom- enología hasta la bioética teofilosófica— permite comprender cómo los líderes construyen significado, inspiran resistencia y dejan legados duraderos.


Referencias sobre este estudio

Eco, U. (1976). A Theory of Semiotics. Indiana University Press.

Freeman, L. C. (1979). Centrality in social networks conceptual clarification. Social Networks, 1(3), 215–239.

Goleman, D. (1998). Working with Emotional Intelligence. Bantam Books.

House, R. J. (1977). A 1976 theory of charismatic leadership. In J. G. Hunt & L. L. Larson (Eds.), Leadership: The cutting edge (pp. 189–207). Southern Illinois University Press.

Johnson, T., & Gale, S. F. (2008). The impact of public oratory: Civil rights marches and membership in interest groups. Journal of Social Movements, 5(2), 120–138.

Merleau-Ponty, M. (1945). Fenomenología de la percepción. Gallimard.

Nielsen, R., & Daniels, K. (2012). Leadership and meaning-making in organizations. Journal of Business Ethics, 111(3), 285–297.

Porges, S. W. (2011). The polyvagal theory: Neurophysiological foundations of emotions, attachment, communication, and self-regulation. W. W. Norton & Company.

Popper, K. (1959). The Logic of Scientific Discovery. Hutchinson.

Rawls, J. (1971). A Theory of Justice. Harvard University Press.

Sorrentino, F. (2025). Ontología de la conciencia. Recuperado de https://sonria.com/carismatico/

Weber, M. (1947). The Theory of Social and Economic Organization (A. M. Henderson & T. Parsons, Trans.). Oxford University Press.


Un desarrollo del Dr. Fabian Sorrentino para la construcción del Carisma en el Liderazgo