El rostro, también llamado Faz, es la parte anterior de la cabeza. Generalmente, es la primera parte del ser humano que vemos. Es lo que identifica a la persona. Los problemas en el rostro son numerosos y van de simples espinillas hasta la desfiguración total por una enfermedad o un accidente.

Por lo general, los problemas faciales se relacionan con una de las expresiones siguientes: tener buena cara (buen semblante); mostrar una buena cara a alguien (ser amable, incluso si hay hostilidad); escupir en fa cara (manifestar desprecio); perder la cara (perder el prestigio tolerando una ofensa al honor, a la reputación); salvar la cara (salvaguardar el prestigio, la dignidad); darle la cara a alguien o a una situación (actuar de manera eficaz en presencia de una dificultad).

rostro

La persona más susceptible de tener problemas en el rostro es aquélla que se avergüenza fácilmente, que se siente humillada por el menor motivo. Las personas que se sienten culpables fácilmente y que se esfuerzan por ser lo que los demás esperan de ellas también tienen miedo de perder la cara. Se esfuerzan por mostrar una buena cara.

Este problema que afecta a tu rostro se manifiesta para ayudarte a tomar conciencia de que te preocupa mucho lo que los demás piensan de ti y lo que ven de ti. Esto te impide ser tú mismo. Recibes el mensaje de que todas las creencias que tienes con respecto a ti mismo no te benefician.

Es momento de que recuperes «tu verdadero rostro», es decir, que seas tú mismo. Mi rostro es la primera parte de mí ser que aborda o acoge el universo. Normalmente, un golpe de vista me da sensaciones sobre alguien según que su rostro es radiante, luminoso, sonriente o, al contrario, sombrío, irritado, triste. El rostro se relaciona pues con mi imagen, mi identidad, mi ego.

Si quiero esconder un aspecto de mi personalidad o si me escondo algo a mí – mismo, mi rostro lleva esta máscara también al volverse tenso y con muecas. Del mismo modo, si me desvalorizo, si crítico, si me siento incompetente, si tengo la sensación que nadie me ama, mi malestar interior se expresa por el aspecto de la piel de mi rostro que se vuelve llena de granos o que se seca. Una irritación mental hace la piel imperfecta.

Para que se aclaren, se suavicen y se limpien por sí – mismos los rasgos y la piel de mi rostro, es importante que limpie primero mi interior y que me quite sentimientos y pensamientos negativos que mantengo y que deje sitio a más amor, a más comprensión, más aceptación y más apertura. Mi rostro se iluminará aún más y ya no tendré necesidad de llevar máscara.