De manera esquemática, el panóptico se representa con la figura siguiente: Donde el círculo más pequeño, puede representar la torre de vigilancia y el círculo mayor, el conjunto de celdas, donde habitan los presos. A este sencillo esquema se puede agregar un cuadrado que rodee la panóptico y lo separe de otros edificios civiles, pero deberá conservar el carácter de economía en la vigilancia, es decir, sólo puede agregarse a ese cuadro, un vigilante por esquina.

La descripción de Bentham es la siguiente: «Una casa de penitenciaría…debería ser un edificio circular, o por mejor decir, dos edificios encajados uno en otro. Los cuartos de los presos formarían el edificio de la circunferencia con seis altos [seis pisos o niveles], y podemos figurarnos estos cuartos como unas celdillas abiertas por la parte interior…Una torre ocupa el centro, y esta es la habitación de los inspectores…la torre de inspección está también rodeada de una galería cubierta con una celosía transparente que permite al inspector registrar todas las celdillas sin que le vean, de manera que con una mirada ve la tercera parte de sus presos…pero aunque esté ausente, la opinión de su presencia es tan eficaz como su presencia misma…Entre la torre y las celdillas debe haber un espacio vacío, o un pozo circular, que quita a los presos todo medio de intentar algo contra los inspectores…

El todo de este edificio es como una colmena, cuyas celdillas todas pueden verse desde un punto central…» A esta innovación arquitectónica en la construcción de cárceles, Bentham trató de adaptarle un mecanismo para hacer audible todo lo que dijeran los presos, sólo que no pudo evitar que los sonidos de los inspectores llegaran hasta los mismos presos. En el mismo panóptico, se proyecta su edificación con respecto a la salida y puesta del sol, para que se iluminen las celdas y se facilite la mirada del inspector. También se pone cuidado en le aspecto higiénico, pues hay obligatoriedad en la limpieza personal y en la limpieza de las celdas, la luz del ocaso o el levante, —consideró Bentham— contribuiría en la buena salud de los internos. Foucault ve en el aspecto de la iluminación del panóptico, la concreción de la Ilustración en oposición a un oscurantismo. Es pues, un enfrentamiento entre el calabozo frío, oscuro, inhóspito, solitario, sucio, infectado, y las celdas transparentes del nuevo sistema. La influencia del concepto de inspección, y los mecanismos de control-mirada implícitos en el panóptico, se hace patente en la construcción de hospitales y escuelas. Bajo ese modelo fueron construidas cárceles en España, México, Estados Unidos, y Francia. Para Bentham hubo un reconocimiento pleno, cuando la Asamblea Nacional Francesa lo nombró «Ciudadano Francés Honorífico», y tomó a su cargo la publicación de la Memoria del Panóptico.

La Controversia en Torno al Panóptico

Entre las investigaciones más recientes, patrocinadas por la Sociedad Internacional de Estudios Utilitaristas, está la dedicada a documentar la autoría del Panóptico. La aportación de Simon Werret se refiere a que el Panóptico fue ideado por Sir Samuel Bentham, hermano de Jeremy, en otoño de 1786. cuando Samuel Bentham trabajó para el príncipe Grigori Potemkin, en un poblado de nombre Krichev, provincia de Mogilev, en la Rusia de Catalina II. Samuel Bentham era un ingeniero naval, muy notable en la época, lo mismo que el príncipe Potemkin. Los datos presentados por Werret confirman el viaje de Jeremy a Rusia, tierra donde escribió su obra Defensa de la Usura, pero donde también conoció los proyectos de su hermano. El supuesto panóptico de Samuel, fue ideado como «Casa de Inspección», adaptada a las necesidades industriales del poblado ruso de Krichev. El fin de esta casa era el control de los obreros, la supervisión, y la enseñanza. El encargo hecho Sir Samuel, era para la aplicación industrial, y como campo deacción, tendría un pueblo entero. Los datos anteriores, ubicarían al panóptico como un lugar proyectado en función al Absolutismo, no en función de la Ilustración, ni con intervención de la opinión pública. Al menos la afirmación de Foucault sobre la relación Bentham Rousseau, se pondría en duda, lo mismo que el rastro seguido por el propio Foucault, y que remite la idea del panóptico en un parque zoológico. El enigma histórico sobre el nacimiento del panóptico ofrece un campo de investigación, lo mismo que su pertenencia o no a los ideales ilustrados. Pero es innegable que esta innovación en la «tecnología de poder», tenga una vigencia importante.

Bibliografía Bentham, Jeremy 1979 El Panóptico, Ediciones de la Piqueta, Madrid. Bentham, Jeremy 1978 Escritos Económicos, Fondo de Cultura Económica, México. Foucault, Michel 1998 Vigilar y Castigar, SigloXXI Editores, México. Foucault, Michel 1986 El Nacimiento de la Clínica. SigloXXI Editores, México. Sartori, Giovani 1989 La Política. Lógica y Método de las Ciencias Sociales. Fondo de Cultura Económica, México.

Resumen
En este trabajo se expone de manera breve el invento arquitectónico del filósofo inglés Jeremy Bentham, pero tratando de apegarse a la concepción original y alejándose de la mirada de M. Foucault. Esta monografía hace incapié en los datos que podrían atribuir el invento del «Panóptico», no a Jeremy Bentham sino a su hermano Sir Samuel Bentham.

EL PANÓPTICO, LA CÁRCEL PERFECTA DE JEREMY BENTHAM

Una vez me dijeron que «la cárcel es un lugar donde se hacen experimentos sociales». No todos los experimentos sociales en las cárceles son represivos (los hay integradores), pero la gran mayoría sí. ¿Por qué? Porque si una técnica de represión es aceptada bien por los reclusos y se los consigue doblegar, sin duda alguna también servirá para controlar a la gran masa de población, que es en promedio bastante más dócil y obediente que la población reclusa. Analicemos el ejemplo de la videovigilancia. Hace ya algunas decadas que la videovigilancia se emplea en cárceles, y sólo hace unos pocos años está dando el salto al mundo civil, a las calles por las que todos nosotros paseamos. Sólo ahora que su eficacia para el control de los reclusos ya está demostrada nos las imponen en las calles. Se aplican así a las personas libres, inocentes mientras se demuestre lo contrario, técnicas de control y coacción. De este modo emplear alta tecnología (lo que en cada momento de la historia sea alta tecnología) para controlar reclusos puede parecer algo nuevo, cuando no lo es en absoluto. En el origen de la videovigilancia moderna tenemos a Jeremy Bentham, filósofo, y el panóptico, del latín (pan-, todo; -óptico, visión), un modelo de cárcel ideado por él. Bentham es, desde mi punto de vista, el padre de la vigilancia social moderna. El panóptico de Bentham es en realidad una cárcel en la cual todo se puede vigilar desde un único punto, con la ventaja añadida de que puede hacerse sin ser visto. En una cárcel de este tipo el vigilante se sitúa en el centro del edificio y tiene acceso visual a todas las celdas, pero no puede ser visto ni oído. Las celdas están, además, separadas unas de otras. De este modo el recluso no saben en ningún momento cuándo está siendo vigilado o cuando el vigilante está en la otra parte de la plataforma vigilando a otro recluso. Podría haber varios vigilantes, podría haber sólo uno y estar durmiendo, podría no haber nadie en el puesto de vigía… el recluso no lo sabe y no tiene manera de averiguarlo. La idea tras este diseño no es otra que la de gobernar a los reclusos con el miedo. Coetáneo de la revolución francesa, Bentham había comprendido perfectamente que las viejas formas de castigo ya no servían, y que con la nueva democracia, para evitar el crimen se perseguía no tanto castigar el delito como evitarlo; si bien la democracia pretendía evitar este crimen reinsertando al preso (esta idea persiste en la mayoría de democracias modernas y es la que hace que no haya ni pena de muerte ni cadena perpetua en el sistema penal español), y no asustándolo preventivamente como a una comadreja. Y es que en este panóptico ni siquiera hace falta que el vigilante vigile, bastaría con que los vigilados sientan que podrían ser vistos haciendo algo que no deben, bastaría la idea de mirada, aunque ésta no exista todo el tiempo, sintiéndola pesar sobre sí, para que el individuo termine por interiorizarla hasta el punto de vigilarse a sí mismo y actuar en consecuencia. La mirada, el panóptico en sí, es la idea del poder en sí mismo: poder para controlar a las personas y modificar su conducta. Esta cárcel perfecta (reclusos que se autolimitan, reducción del número de vigilantes y por tanto de los costes de mantener la prisión) jamás llegó a construirse, a pesar de que Bentham empleó en ello una parte de su fortuna, pues para cuando estuvo ideada la corona inglesa estaba más preocupada por luchar contra Napoleón que por construir modernas prisiones. Sin embargo, desde aquel momento todas las cárceles y centros de trabajo se han construído siguiendo este modelo panóptico de vigilancia. ¿Por qué? Porque tanto en cárceles como en fábricas la idea de que «el jefe» o el «vigilante» siempre te van a ver cuando hagas algo incorrecto era útil al sistema. El miedo preventivo a que nos pillen fuera de nuestro lugar de trabajo está interioriado por todos. Y es por eso que ahora las ciudades se convierten en panópticos, espacios de vigilancia perfecta repletos de videocámaras que nos coartan, del mismo modo que la RFID modifica nuestra conducta, y nos vigilan para devolvernos a un momento pasado de nuestra historia que no deberíamos repetir.

El panóptico

Entramos así en una edad que yo llamaría de ortopedia social. Se trata de una forma de poder, un tipo de sociedad que yo llamo sociedad disciplinaria por oposición a las sociedades estrictamente penales que conocíamos anteriormente. Es la edad del control social. Entre los teóricos que he citado hay uno que de algún modo previó y presentó un esquema de esta sociedad de vigilancia, de gran ortopedia social, me refiero a Jeremías Bentham. Pido disculpas a los historiadores de la filosofía por esta afirmación pero creo que Bentham es más importante, para nuestra sociedad, que Kant o Hegel. Nuestras sociedades deberían rendirle un homenaje, pues fue él quien programó, definió y describió de manera precisa las formas de poder en que vivimos, presentándolas en un maravilloso y célebre modelo de esta sociedad de ortopedia generalizada que es el famoso Panóptico., forma arquitectónica que permite un tipo de poder del espíritu sobre el espíritu, una especie de institución que vale tanto para las escuelas como para los hospitales, las prisiones, los reformatorios, los hospicios o las fábricas. El Panóptico era un sitio en forma de anillo en medio del cual había un patio con una torre en el centro. El anillo estaba dividido en pequeñas celdas que daban al interior y al exterior y en cada una de esas pequeñas celdas había, según los objetivos de la institución, un niño aprendiendo a escribir, un obrero trabajando, un prisionero expiando sus culpas, un loco actualizando su locura, etc. En la torre central había un vigilante y como cada celda daba al mismo tiempo al exterior y al interior, la mirada del vigilante podía atravesar toda la celda; en ella no había ningún punto de sombra y, por consiguiente, todo lo que el individuo hacía estaba expuesto a la mirada de un vigilante que observaba a través de persianas, postigos semicerrados, de tal modo que podía ver todo sin que nadie, a su vez, pudiera verlo. Para Bentham, esta pequeña y maravillosa argucia arquitectónica podía ser empleada como recurso para toda una serie de instituciones.

El Panóptico es la utopía de una sociedad y un tipo de poder que es, en el fondo la sociedad que actualmente conocemos, utopía que efectivamente se realizó. Este tipo de poder bien puede recibir el nombre de panoptismo: vivimos en una sociedad en la que reina el panoptismo. M. Foucault, La verdad y las formas jurídicas.

Apreciación Personal: Por lo que pude leer el panóptico habla de la teoría de quien está realmente controlado, el vigilado o el vigilante, cuantas veces nos creemos que controlamos todo a nuestro alrededor, que cada cosa que pasa se realiza bajo nuestro conocimiento, pero en mi caso nunca me puse a pensar que quien está realmente preso de esa situación soy yo mismo, que vivo en un constante panóptico, sin paredes ni edificios , vale decir , con paredes creadas por mis propias limitaciones y paradigmas. Cuantas veces esas misas sombras que controlamos, es nuestra propia sombra. Leonardo Mercado, Agosto 2011

Fuentes: publicado por: Graciela Paula Caldeiro ver página del autor.
Leonardo Luis Mercado – martes, 23 de agosto de 2011, 13:32
Panóptico panóptico, ca. (De pan- y el gr. ?pt????, óptico). 1. adj. Dicho de un edificio: Construido de modo que toda su parte interior se pueda ver desde un solo punto. U. t. c. s. m.