La palabra paciente nos remite etimológicamente al latín “patiens”, participio del verbo “patior” que significa “sufrir”. Un paciente, como sustantivo, es un ser que sufre la acción de un agente, que puede ser una enfermedad o un accidente, o sea una dolencia física o psíquica, o debe soportar algún ruido molesto o cualquier otra situación que lo incomode con resignación, sin quejarse, de allí que se asocie también con la paciencia. Como adjetivo se aplica a quien presenta la cualidad de tener paciencia, por ejemplo: “Martín es un niño muy paciente, es capaz de estudiar cada día un poco más su difícil lección, hasta lograr aprenderla”; y también tiene uso en Gramática, donde un sujeto paciente es aquel que debe soportar la acción del verbo.

Concepto de paciente
En general usamos el término paciente para referirnos a aquel que se encuentra afectado por una dolencia orgánica y debe recurrir a un profesional médico o a un odontólogo para ser tratado. El paciente en general está dolorido, molesto, y debe esperar en la sala de espera que le toque el turno correspondiente para que se lo atienda. Lo primero que debe hacer el profesional es analizar los síntomas, revisarlo, y luego hacer un diagnóstico que tal vez requiera de estudios complementarios, como análisis de laboratorio, radiografías, electrocardiogramas, ecografías, etcétera de acuerdo al órgano que resulte afectado. Hay pacientes que no pueden aguardar porque necesitan ser tratados con premura pues de lo contrario pueden sufrir consecuencias graves, y para ello están las guardias de emergencia, por ejemplo en casos de sangrado excesivo o ataques cardiacos. Otros pacientes tal vez requieran ingresar al quirógrafo para realizarles una operación.

Como la palabra paciente parece sugerir que el enfermo o accidentado queda en manos del profesional de la salud de modo pasivo, debiendo solo obedecer, lo cual no es correcto, ya que debe tomar una posición activa para participar en su recuperación, se intenta cambiar el uso de la palabra paciente por el de usuario.

En Gramática y con respecto a la voz pasiva, el sujeto paciente, como ya adelantamos, no es el que ejecuta la acción verbal (ésta es efectuada por el complemento agente) sino que la recibe, lo afecta. Por ejemplo: La muerte es atraída por la osadía: el sujeto paciente es la muerte y el complemento agente, la osadía.

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