Analizar, averiguar o indagar. Realizamos una investigación porque desconocemos algo y necesitamos aportar algún tipo de abordaje al respecto.

El concepto de investigación es aplicable a ámbitos distintos, especialmente el científico, el policial o el histórico. La actividad de investigar es una típica acción humana, que todos los individuos desplegamos en algún momento de nuestros vidas con la intención de lograr nuevos conocimientos, para solucionar conflictos o complicaciones que puedan presentarse ante nosotros, o bien para responder a cuestiones científicas que requieren de una respuesta irrefutable, solamente obtenible a partir de una consciente investigación sobre la materia de estudio.

La Investigación Científica
Por lo general, un científico se pone a investigar un aspecto de la realidad cuando encuentra un problema que no tiene solución. Para poner en marcha un proceso de investigación científica el investigador parte de una hipótesis explicativa. A continuación deberá utilizar un método (normalmente el método hipotético-deductivo). Seguidamente, se contrastan los hechos hallados con la hipótesis propuesta. Tras comprobar que los hechos son explicados por su hipótesis inicial, el científico presenta sus conclusiones definitivas.

La investigación científica tiene que cumplir ciertos requisitos metodológicos, así como unos criterios de objetividad y rigor compartidos por la comunidad científica. No olvidemos que los resultados científicos deben ser evidentes y sin ningún tipo de subjetividad. De lo contrario, estaríamos hablando de pseudociencias, una esfera en la que la idea de investigación objetiva es muy discutible.

La investigación científica puede entenderse de varias maneras. Existe una investigación básica o teórica. Por otra parte, es posible llevar a término una investigación aplicada, una de tipo documental, una investigación de campo o una con carácter experimental.

La Investigación Histórica
El historiador estudia los hechos del pasado, que pueden referirse a tiempos remotos (por ejemplo, los hechos de la prehistoria) o acontecimientos de hace cien años. En cualquier caso, la investigación histórica tiene que esclarecer un asunto a partir datos objetivos (información de un archivo, restos arqueológicos o testimonios escritos, entre otros muchos elementos).

El historiador reconstruye el pasado y para ello necesita recurrir a disciplinas históricas auxiliares (por ejemplo, la numismática, la heráldica o la genealogía). La investigación histórica se basa en una serie de pasos y estrategias: definición del tema a tratar, establecimiento de una metodología, recurrir a las fuentes originarias, ordenación de la información y, finalmente, la presentación de unos resultados.

Todo es Susceptible de una Investigación
Si una persona quiere conocer sus orígenes deberá indagar sobre sus antepasados. Si alguien tiene la necesidad de mejorar su negocio, tendrá que investigar qué hace la competencia. Y si tenemos un examen deberemos estudiar y, por lo tanto, investigar una materia. Estos sencillos ejemplos nos recuerdan que el concepto de investigación está presente en cualquier actividad humana. En otras palabras, no es posible no investigar, pues supondría renunciar al conocimiento.

Compilado por: Fabián Sorrentino
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