El fenómeno de la punta de la lengua hace referencia a la sensación experimentada durante el tiempo que transcurre entre la identificación de que conoce un hecho concreto, y el momento en que se es capaz de recordar sus características o nombres asociados. Este fenómeno también se conoce como presque vu, un término francés que significa «casi visto». Existen dos teorías explicativas a propósito de este fenómeno: la perspectiva psicolingüística y la perspectiva metacognitiva.

Desde el punto de vista de la psicolingüística, el fenómeno de la punta de la lengua se debe a un fallo en la recuperación de recuerdos léxicos a partir de la información proveniente de la memoria semántica. Es decir, el recuerdo o la experiencia de determinados hechos (memoria semántica) debería elicitar una serie de recuerdos léxicos asociados, pero a pesar de que se tiene consciencia de que debería ser así, estos recuerdos léxicos no se encuentran accesibles. Dado que se ha observado un incremento de la frecuencia de este fenómeno a medida que aumenta la edad, existen dos mecanismos a través de los cuales la psicolingüística puede explicar su apariciónEl primero de ellos es la degradación de las redes de trabajo léxicas con el envejecimiento. La pérdida de conexiones entre el conocimiento y el vocabulario aumenta la dificultad para recuperar con éxito una palabra específica de la memoria.

El segundo mecanismo explicativo sugiere que, con la edad, a medida que aumentan los conocimientos, las experiencias y el vocabulario, se alcanza una situación en la que existen muchas conexiones entre distintos conocimientos y palabras asociadas, lo que dificulta también el recuerdo exitoso de la palabra adecuada en cada momento y para cada situación o hecho concreto.

Desde el punto de vista de la metacognición, el fenómeno de la punta de la lengua no es más que la sensación experimentada cuando tiene lugar un evento concreto y la percepción de la experiencia que implica. EL hecho de ser consciente de experimentar este fenómeno, desde este punto de vista, puede provocar que el cerebro asigne rápidamente los recursos necesarios para resolver ese estado y recuperar eficazmente la información de la memoria.
Esta clase de explicación resulta poco clarificadora, pero en cualquier caso las perspectivas psicolingüística y metacognitiva no son mutuamente excluyentes, y ambas pueden utilizarse como punto de partida a la hora de estudiar este fenómeno en condiciones experimentales.

Durante la experimentación de este fenómeno puede observarse un efecto de incubación, por el que el mero transcurrir del tiempo puede influir en la resolución del estado, desembocando en un recuerdo efectivo. Además, la presencia de este fenómeno es un buen predictor de que el problema podrá ser resuelto fácilmente.

Se ha observado una mayor frecuencia de aparición en adultos de edad mediana, más que en adultos jóvenes o ancianos. Los datos aportados desde ambas perspectivas (psicolingüística y metacognitiva) muestran que para solucionar este estado se asignan recursos a la búsqueda del recuerdo apropiado, y también que somos conscientes de la información que conocemos o desconocemos.61 Actualñmente se mantiene el debate entre la visión psicolingüística del fenómeno como un fallo en la recuperación, y la visión metacognitivista, que lo entiende como una herramienta para el aprendizaje.

Existen fenómenos similares, como el déjà vu (ya visto) y el jamais vu (nunca visto). Estos ocurren con menor frecuencia, y tienen una mayor prevalencia entre pacientes que han sufrido traumatismos craneoencefálicos o trastornos cerebrales como la epilepsia.

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