Es un color muy importante para calmar a las personas, se trata de un color frío que produce paz y sueño. Se dice que tiene cualidades anti-bacterianas. Por ejemplo, si una parte del establo se pinta de color azul, las moscas no pululan alrededor del caballo o de la vaca.

Así mismo, cuando un dentista saca un diente que está infectado de pus, si tras la extracción irradia la herida con una luz azul durante 10 ó 15 minutos, no aparecerá inflamación. Del mismo modo, al tratarse de un color para aliviar el dolor, podemos utilizarlo en las odontalgias.

Enfermedades típicas de los individuos dominados por el color «azul»: todos los problemas de garganta, laringitis, paperas, inflamaciones de la garganta, ronquera; dentición, fiebre, cólera, plaga bubónica, viruela, varicela, sarampión, aftas, apoplejía, histeria, epilepsia, palpitaciones, espasmos; reumatismo agudo; vómitos, disentería, diarrea, ictericia, biliosidad, cólicos; inflamación intestinal, ojos inflamados, picaduras, sarna, dolor de muelas; cefalea, desórdenes nerviosos, insomnio, menstruación dolorosa, choques.

Es un poderoso antiséptico, trata la laringitis, la ronquera, la inflamación de garganta, las aftas, los problemas de dentición, la inflamación del cerebro, las paperas, las fiebres en general, la plaga bubónica, ataques biliares, golpes, quemaduras, picaduras de todas clases, hidrofobia, enfermedades de la mujer.

En terapéutica, el color azul corresponde a la pituitaria y psicológicamente para los estados de malestar, zozobra e inquietud. El azul, color frío, refrigerante, sedante, antibiótico y astringente es preconizado en los estados febriles e inflamaciones producidas por gérmenes: así como para combatir insomnios, terrores nocturnos en la infancia, neuralgias intercostales.