Los compromisos éticos se refieren a los principios y valores que orientan nuestras decisiones y acciones morales, especialmente ante los dilemas y conflictos que plantean la salud, la enfermedad y la muerte.
Algunos ejemplos de compromisos éticos son:
Respetar y promover los derechos humanos, especialmente el derecho a la salud, como un bien fundamental para el desarrollo humano integral y sostenible1.
Proteger y cuidar el medio ambiente, como la fuente de vida y salud para todos los seres vivos, evitando o reduciendo el impacto negativo de nuestras actividades sobre el clima, la biodiversidad o los recursos naturales2.
Fomentar la solidaridad y la cooperación entre las personas, los países y las regiones, para enfrentar los desafíos globales que afectan a la salud, la enfermedad y la muerte, como la pobreza, la desigualdad, las pandemias o las guerras3.
Clasificando los compromisos éticos:
- Según su ámbito de aplicación: Los compromisos éticos pueden clasificarse según el ámbito o el nivel en el que se aplican, ya sea personal, profesional, organizacional o social. Por ejemplo, un compromiso ético personal podría ser respetar la dignidad de las personas, un compromiso ético profesional podría ser actuar con honestidad y competencia, un compromiso ético organizacional podría ser promover una cultura de integridad y transparencia, y un compromiso ético social podría ser contribuir al desarrollo sostenible.
. - Según su contenido o valor: Los compromisos éticos pueden clasificarse según el contenido o el valor que expresan o promueven, ya sea de carácter universal, relativo o situacional. Por ejemplo, un compromiso ético de carácter universal podría ser defender los derechos humanos, un compromiso ético de carácter relativo podría ser respetar la diversidad cultural, y un compromiso ético de carácter situacional podría ser adaptarse a las circunstancias cambiantes.
. - Según su grado de exigencia o cumplimiento: Los compromisos éticos pueden clasificarse según el grado de exigencia o cumplimiento que implican, ya sea de tipo obligatorio, voluntario o ideal. Por ejemplo, un compromiso ético de tipo obligatorio podría ser cumplir con las leyes y normas vigentes, un compromiso ético de tipo voluntario podría ser asumir responsabilidades sociales o ambientales más allá de lo legalmente establecido, y un compromiso ético de tipo ideal podría ser aspirar a la excelencia o a la perfección.
.
El Compromiso ëtico como competencia
El compromiso ético es una competencia muy importante para el desarrollo personal y profesional de las personas. El compromiso ético se puede definir como la capacidad de actuar de acuerdo con los principios y valores morales que orientan nuestro comportamiento, respetando los derechos y deberes de los demás, así como las normas y leyes que regulan la convivencia social.
Una forma de evaluar el compromiso ético como competencia es mediante una rúbrica, que es una herramienta que permite describir y valorar los criterios, indicadores y niveles de desempeño que se esperan de una persona o un grupo al realizar una tarea o actividad. Una rúbrica puede tener diferentes formatos y dimensiones, según el objetivo, el contexto y el destinatario de la evaluación.
Una compilación con posterior desarrollo del Dr Fabián Sorrentino. Las fuentes fueron citadas con Links en los textos.
Debe estar conectado para enviar un comentario.