Alan Watts (1915-1973) fue un filósofo, escritor y conferenciante inglés, conocido por su labor de divulgación de las filosofías orientales en Occidente. Nació el 6 de enero de 1915 en Chislehurst, Kent, Inglaterra, y falleció el 16 de noviembre de 1973 en Mount Tamalpais, California, Estados Unidos12.

Watts se interesó desde joven por las filosofías orientales, influenciado por el arte y las historias del Lejano Oriente. A los 16 años, se unió al London Buddhist Lodge y comenzó a estudiar budismo1Aunque inicialmente se formó en el cristianismo anglicano, su interés por las religiones orientales lo llevó a explorar el budismo zen, el taoísmo y el hinduismo1.

En 1938, se trasladó a Estados Unidos, donde continuó su formación y se ordenó como sacerdote episcopaliano. Sin embargo, dejó el sacerdocio en 1950 y se dedicó a la enseñanza y la escritura2Publicó más de 25 libros y numerosos artículos sobre temas como la identidad personal, la naturaleza de la realidad y la elevación de la conciencia1.

Watts es conocido por su capacidad para interpretar y popularizar las filosofías asiáticas para el público occidental, combinando su conocimiento con la ciencia y la enseñanza de las religiones tanto orientales como occidentales12.

El enfoque filosófico de Alan Watts

Se caracteriza por su habilidad para integrar y comunicar las filosofías orientales, especialmente el budismo zen, el taoísmo y el hinduismo, a una audiencia occidental. Aquí hay algunos puntos clave de su filosofía:

  1. La Unidad de la Existencia: Watts enfatizaba la interconexión de todas las cosas. Creía que la separación entre el individuo y el universo es una ilusión, y que todos somos parte de un todo mayor.
  2. El Aquí y Ahora: Inspirado por el budismo zen, Watts subrayaba la importancia de vivir en el presente. Argumentaba que la vida se experimenta plenamente solo en el momento presente, y que preocuparse por el pasado o el futuro nos aleja de la verdadera experiencia de la vida.
  3. La Naturaleza de la Realidad: Watts exploraba la idea de que la realidad es un proceso continuo y dinámico, más que una colección de objetos estáticos. Esta visión está influenciada por el taoísmo, que ve el universo como un flujo constante de cambio.
  4. La Ilusión del Ego: Según Watts, el ego es una construcción mental que nos hace sentir separados del resto del mundo. En sus enseñanzas, animaba a las personas a trascender esta ilusión y a reconocer su verdadera naturaleza como parte del todo.
  5. La Sabiduría del Inseguro: Watts promovía la aceptación de la incertidumbre y el cambio como aspectos naturales de la vida. Creía que la búsqueda de seguridad absoluta es una fuente de sufrimiento y que abrazar la incertidumbre puede llevar a una vida más plena y auténtica.

Watts utilizaba un estilo accesible y a menudo humorístico para transmitir estas ideas, haciendo que las complejas filosofías orientales fueran comprensibles y atractivas para el público occidental.

Su Opinión sobre las drogas

Alan Watts tuvo una perspectiva matizada sobre el uso de drogas psicodélicas. Participó en el movimiento contracultural de los años 60 y experimentó con sustancias como el LSD. Sin embargo, Watts no veía las drogas psicodélicas como una fuente de sabiduría en sí mismas. Comparaba su uso con herramientas como microscopios o telescopios, útiles solo si lo que revelan puede integrarse en la vida cotidiana y en el sistema de pensamiento de una persona1.

Una de sus frases más conocidas sobre este tema es: “Cuando ya has captado el mensaje, cuelga el teléfono”. Esto significa que una vez que se ha obtenido una comprensión o una visión a través de una experiencia psicodélica, no es necesario seguir usando la sustancia1Watts creía que las drogas psicodélicas podían ofrecer vislumbres valiosos, pero que la verdadera transformación y el entendimiento moral debían integrarse en la vida diaria sin depender continuamente de estas sustancias1.

Alan Watts creía que las experiencias psicodélicas podían ofrecer vislumbres valiosos de la realidad y la conciencia, pero enfatizaba la importancia de integrar estas experiencias en la vida cotidiana. Aquí hay algunos puntos clave sobre su enfoque de integración:

  1. Herramientas, no Soluciones: Watts veía las drogas psicodélicas como herramientas que podían abrir puertas a nuevas percepciones, pero no como soluciones permanentes. Comparaba su uso con el de un microscopio: útil para ver algo nuevo, pero no para ser usado continuamente1.
  2. Integración en la Vida Diaria: Para Watts, lo crucial era cómo las visiones obtenidas durante las experiencias psicodélicas se integraban en la vida diaria. Creía que las verdaderas transformaciones ocurren cuando las personas aplican las lecciones aprendidas en su comportamiento y pensamiento cotidiano1.
  3. Autoconocimiento y Crecimiento Personal: Watts promovía el uso de estas experiencias para el autoconocimiento y el crecimiento personal. Sin embargo, advertía contra la dependencia de las sustancias y subrayaba la importancia de desarrollar una práctica espiritual o filosófica que no dependiera de ellas1.
  4. Aceptación de la Realidad: Una de las enseñanzas clave de Watts era la aceptación de la realidad tal como es. Las experiencias psicodélicas podían ayudar a las personas a ver más allá de las ilusiones del ego y a aceptar la naturaleza interconectada y cambiante de la existencia1.

Alan Watts veía las experiencias psicodélicas como una herramienta para explorar la conciencia y la espiritualidad, pero siempre con la advertencia de que estas experiencias debían ser integradas en la vida cotidiana para tener un impacto duradero. Aquí hay algunos puntos clave sobre su perspectiva:

  1. Vislumbres de la Realidad: Watts creía que las drogas psicodélicas podían ofrecer vislumbres profundos de la realidad y la naturaleza de la concienciaEstas experiencias podían ayudar a las personas a ver más allá de las ilusiones del ego y a comprender la interconexión de todas las cosas1.
  2. Instrumentos, no Soluciones: Comparaba las sustancias psicodélicas con herramientas como microscopios o telescopios, útiles para obtener nuevas percepciones pero no para ser usadas continuamente. Su famosa frase “Cuando ya has captado el mensaje, cuelga el teléfono” refleja esta idea1.
  3. Integración Espiritual: Watts enfatizaba la importancia de integrar las experiencias psicodélicas en una práctica espiritual o filosófica más amplia. Creía que las visiones obtenidas debían ser aplicadas en la vida diaria para fomentar el crecimiento personal y la transformación espiritual1.
  4. Aceptación de la Realidad: Las experiencias psicodélicas podían ayudar a las personas a aceptar la realidad tal como es, sin las distorsiones del egoEsta aceptación es un principio clave en muchas filosofías orientales que Watts promovía, como el budismo zen y el taoísmo1.

En resumen, para Watts, las experiencias psicodélicas podían ser una puerta de entrada a una comprensión más profunda de la espiritualidad, siempre y cuando se integraran adecuadamente en la vida diaria y no se dependiera de ellas para el crecimiento espiritual continuo.