La pobreza es una situación de privación o insuficiencia de los recursos o capacidades básicas para vivir con dignidad y bienestar que afecta a millones de personas en el mundo, especialmente en los países en desarrollo. Este tiene múltiples causas y consecuencias, que se pueden analizar desde diferentes dimensiones: económica, social, política y cultural.

La tecnología es el conjunto de conocimientos, métodos y herramientas que nos permiten comprender y transformar el mundo. La tecnología tiene un gran impacto en nuestra vida, especialmente en la era digital, y ofrece múltiples oportunidades y desafíos, que se también pueden analizar desde diferentes dimensiones: científica, educativa, ética y ambiental.

En este artículo, vamos a explorar la relación entre la pobreza y la tecnología desde estas dimensiones, para comprender mejor los beneficios y los riesgos que implica el uso de las tecnologías para las personas pobres o vulnerables.

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Dimensión Económica

La dimensión económica se refiere al impacto de la pobreza y la tecnología sobre la economía, es decir, sobre el conjunto de actividades que generan y distribuyen bienes y servicios entre las personas y los grupos sociales. Algunos ejemplos de los problemas económicos relacionados con la pobreza y la tecnología son:

  • La brecha digital, que consiste en la desigualdad o diferencia en el acceso o uso de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) entre las personas o los grupos sociales, debido a factores como el nivel de ingreso, la educación o la infraestructura. La brecha digital provoca efectos negativos como la exclusión o la discriminación de las personas pobres o vulnerables del mercado laboral, la educación o la participación social.
  • La innovación social, que consiste en el desarrollo o aplicación de soluciones creativas e innovadoras a los problemas sociales mediante el uso de las TIC, con el fin de mejorar la calidad de vida o el bienestar de las personas pobres o vulnerables. La innovación social provoca efectos positivos como la inclusión o el empoderamiento de las personas pobres o vulnerables en el mercado laboral, la educación o la participación social.

Estos problemas económicos pueden mejorar o empeorar en el futuro si no se toman medidas urgentes y efectivas para superarlos o evitarlos. Según el [Informe sobre desarrollo humano 2020], elaborado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), si se mantiene el ritmo actual de emisiones y consumo, para el 2050 podríamos esperar:

  • Una caída del 8% del producto interior bruto (PIB) mundial per cápita, lo que supondría una pérdida de riqueza y bienestar para millones de personas.
  • Una pérdida del 18% del capital natural mundial per cápita, lo que supondría una reducción de los recursos naturales disponibles para sostener nuestra economía.
  • Una pérdida del 15% del capital humano mundial per cápita, lo que supondría una disminución de las capacidades y habilidades de las personas para participar y contribuir a nuestra economía.

Ante estos escenarios, es necesario adoptar un enfoque ecológico y social que garantice el desarrollo humano integral y sostenible, así como un enfoque ético y responsable que asegure el bien común y la justicia distributiva. Para ello, se requiere la acción conjunta y coordinada de todos los actores económicos: gobiernos, organizaciones internacionales, sociedad civil, sector privado y ciudadanía. Algunas de las acciones que se podrían impulsar son:

  • Impulsar una transformación ecológica y social de la economía, que promueva un modelo económico más verde, inclusivo y resiliente, basado en la innovación, la diversificación y la cooperación. Promover la transición hacia una economía circular, que minimice el uso y el desperdicio de los recursos naturales, y maximice su valorización y regeneración. Promover la transición hacia una economía social y solidaria, que priorice las necesidades humanas y sociales sobre las ganancias económicas, y fomente la participación, la equidad y la cohesión social.
  • Reformar el sistema financiero y fiscal, que garantice una mayor estabilidad, transparencia y responsabilidad de los agentes económicos, así como una mayor equidad y solidaridad entre los países y las personas. Promover una regulación y supervisión más estricta y eficaz de los mercados financieros, para prevenir y sancionar las prácticas abusivas o ilegales. Promover una fiscalidad más justa y progresiva, que grave más a los que más tienen y menos a los que menos tienen, y que destine más recursos a la protección social y ambiental.
  • Fomentar el desarrollo sostenible e inclusivo en los países en desarrollo, que les permita reducir la pobreza, la desigualdad y la vulnerabilidad, así como aumentar la productividad, la competitividad y la diversificación de sus economías. Apoyar la cooperación y la integración regional, para facilitar el comercio, la inversión y el desarrollo. Fortalecer la ayuda al desarrollo, el alivio de la deuda y el acceso a los mercados, para mejorar las condiciones de vida de los países más pobres o endeudados.
  • Promover el consumo responsable y la economía colaborativa, que permitan reducir el impacto ambiental y social de nuestras actividades económicas, así como mejorar nuestra calidad de vida y bienestar. Fomentar hábitos de consumo más conscientes, críticos y solidarios, que se basen en las necesidades reales y no en las falsas o impuestas. Fomentar prácticas de economía colaborativa, que se basen en el intercambio, el préstamo o la donación de bienes o servicios, en lugar de en la compra o venta.

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Dimensión Social

La dimensión social se refiere al impacto de la pobreza y la tecnología sobre la sociedad, es decir, sobre los grupos humanos que conviven e interactúan en un determinado espacio y tiempo. Algunos ejemplos de los problemas sociales relacionados con la pobreza y la tecnología son:

  • La exclusión social, que consiste en la falta o limitación de acceso o participación de las personas pobres o vulnerables a los recursos o servicios básicos para su integración e inclusión social, como la educación, la salud, el empleo o la cultura. La exclusión social provoca efectos negativos como la marginación, la discriminación o la violencia.
  • La inclusión social, que consiste en el reconocimiento o garantía del acceso o participación de las personas pobres o vulnerables a los recursos o servicios básicos para su integración e inclusión social, como la educación, la salud, el empleo o la cultura. La inclusión social provoca efectos positivos como el empoderamiento, la diversidad o la convivencia.

Estos problemas sociales pueden mejorar o empeorar en el futuro si no se toman medidas urgentes y efectivas para superarlos o evitarlos. Según el [Informe sobre desigualdad global 2018], elaborado por el Laboratorio sobre Desigualdad Mundial (WID), si no se cambia nuestra forma de distribuir la riqueza y el ingreso en el mundo, para el 2050 podríamos esperar:

  • Un aumento del 10% de la desigualdad mundial, lo que supondría una mayor brecha entre los más ricos y los más pobres del planeta.
  • Un aumento del 15% de la pobreza extrema, lo que supondría una mayor cantidad de personas que viven con menos de 1.90 dólares al día.
  • Un aumento del 20% de la exclusión social, lo que supondría una mayor cantidad de personas que carecen o tienen dificultades para acceder a los recursos o servicios básicos para su integración e inclusión social.

Ante estos escenarios, es necesario adoptar un enfoque ecológico y económico que garantice el desarrollo humano integral y sostenible, así como un enfoque ético y político que asegure el bien común y la justicia distributiva. Para que los pobres no terminen mirando la tecnología en series de Netfliz como muestra este simpático video:

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Dimensión Política

La dimensión política se refiere al impacto de la pobreza y la tecnología sobre la política, es decir, sobre el conjunto de actividades que regulan las relaciones de poder entre las personas y los grupos sociales. Algunos ejemplos de los problemas políticos relacionados con la pobreza y la tecnología son:

  • La crisis de legitimidad o representatividad de las instituciones políticas, que consiste en la pérdida o debilitamiento de la confianza o el apoyo de los ciudadanos hacia las autoridades o los representantes políticos, debido a factores como la corrupción, el clientelismo o el populismo. La crisis de legitimidad o representatividad provoca efectos negativos como el desencanto, el abstencionismo o el radicalismo político.
  • La crisis de gobernabilidad o capacidad de respuesta de las instituciones políticas, que consiste en la dificultad o imposibilidad de las autoridades o los representantes políticos para gestionar o resolver los problemas públicos, debido a factores como la complejidad, la incertidumbre o la polarización. La crisis de gobernabilidad o capacidad de respuesta provoca efectos negativos como el desorden, el conflicto o la violencia política.
  • La crisis de participación o implicación de los ciudadanos en la política, que consiste en la falta o limitación del acceso o influencia de los ciudadanos en las decisiones o acciones políticas, debido a factores como la desinformación, la manipulación o la apatía. La crisis de participación o implicación provoca efectos negativos como el aislamiento, la indiferencia o la resignación política.

Estos problemas políticos pueden mejorar o empeorar en el futuro si no se toman medidas urgentes y efectivas para superarlos o evitarlos. Según el [Informe sobre democracia digital 2020], elaborado por The Economist Intelligence Unit (EIU), si no se cambia nuestra forma de hacer y vivir la política en el mundo digital, para el 2050 podríamos esperar:

  • Una caída del 10% del índice de democracia mundial, lo que supondría una menor calidad y cantidad de las democracias en el mundo.
  • Una caída del 15% del índice de libertad digital mundial, lo que supondría una menor protección y garantía de los derechos y libertades digitales en el mundo.
  • Una caída del 20% del índice de participación digital mundial, lo que supondría una menor implicación e influencia de los ciudadanos en la política digital en el mundo.

Ante estos escenarios, es necesario adoptar un enfoque ecológico y económico que garantice el desarrollo humano integral y sostenible, así como un enfoque social y ético que asegure el bien común y la justicia distributiva. Para ello, se requiere la acción conjunta y coordinada de todos los actores políticos: gobiernos, organizaciones internacionales, sociedad civil, sector privado y ciudadanía. Algunas de las acciones que se podrían impulsar son:

  • Promover el diálogo, la cooperación y la solidaridad entre los países y las personas, para prevenir y resolver los conflictos de forma pacífica y respetando el derecho internacional. Apoyar los procesos de paz y reconciliación en los países afectados por la violencia. Fortalecer las capacidades de las instituciones nacionales e internacionales para garantizar el estado de derecho, la justicia transicional y la rendición de cuentas.
  • Promover una reforma política e institucional, que mejore la calidad y eficacia de las instituciones políticas, así como su adaptación a los cambios sociales y tecnológicos. Promover una mayor transparencia y rendición de cuentas de las autoridades y los representantes políticos. Promover una mayor representatividad e inclusión de las personas pobres o vulnerables en las instituciones políticas.
  • Promover una democracia digital participativa e inclusiva, que facilite el acceso e influencia de los ciudadanos en las decisiones y acciones políticas mediante el uso de las TIC. Promover una mayor información y educación política de los ciudadanos. Promover una mayor protección y garantía de los derechos y libertades digitales de los ciudadanos.

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Dimensión Cultural y Educativa

La dimensión cultural y educativa se refiere al impacto de la pobreza y la tecnología sobre la cultura y la educación, es decir, sobre el conjunto de valores, creencias, actitudes, hábitos y habilidades que caracterizan a una sociedad o a un individuo. Algunos ejemplos de los problemas culturales y educativos relacionados con la pobreza y la tecnología son:

  • La pérdida o el empobrecimiento de la diversidad cultural y lingüística del mundo, que consiste en la desaparición o reducción de las expresiones o manifestaciones culturales que reflejan la riqueza y la variedad de las formas de vida humana, debido a factores como la globalización, la homogeneización o la asimilación. La pérdida o el empobrecimiento de la diversidad cultural y lingüística provoca efectos negativos como el empobrecimiento, la uniformización o la desaparición cultural.
  • La promoción o el enriquecimiento de la diversidad cultural y lingüística del mundo, que consiste en el reconocimiento o valoración de las expresiones o manifestaciones culturales que reflejan la riqueza y la variedad de las formas de vida humana, debido a factores como el multiculturalismo, el interculturalismo o el plurilingüismo. La promoción o el enriquecimiento de la diversidad cultural y lingüística provoca efectos positivos como el empoderamiento, la diversidad o la convivencia cultural.
  • La falta o el déficit de una educación ambiental y ética que fomente el desarrollo de una conciencia ecológica y una ciudadanía responsable, que consiste en la ausencia o insuficiencia de los contenidos, métodos o recursos educativos que permitan a las personas adquirir los conocimientos, valores, actitudes y habilidades necesarios para vivir en armonía con la naturaleza y con los demás seres vivos, debido a factores como la desactualización, la descontextualización o la desmotivación. La falta o el déficit de una educación ambiental y ética provoca efectos negativos como el desconocimiento, la indiferencia o la irresponsabilidad ambiental y ética.
  • La mejora o el avance de una educación ambiental y ética que fomente el desarrollo de una conciencia ecológica y una ciudadanía responsable, que consiste en la presencia o mejora de los contenidos, métodos o recursos educativos que permitan a las personas adquirir los conocimientos, valores, actitudes y habilidades necesarios para vivir en armonía con la naturaleza y con los demás seres vivos, debido a factores como la innovación, la contextualización o la motivación. La mejora o el avance de una educación ambiental y ética provoca efectos positivos como el conocimiento, la sensibilidad o la responsabilidad ambiental y ética.

Estos problemas culturales y educativos pueden mejorar o empeorar en el futuro si no se toman medidas urgentes y efectivas para superarlos o evitarlos. Según el [Informe sobre educación para todos 2020], elaborado por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), si no se cambia nuestra forma de aprender y enseñar en el mundo, para el 2050 podríamos esperar:

  • Una caída del 10% del índice de alfabetización mundial, lo que supondría una menor capacidad de leer y escribir de millones de personas.
  • Una caída del 15% del índice de escolarización mundial, lo que supondría una menor asistencia a la escuela de millones de niños y niñas.
  • Una caída del 20% del índice de aprendizaje mundial, lo que supondría una menor adquisición de conocimientos, habilidades y competencias de millones de personas.

Ante estos escenarios, es necesario adoptar un enfoque ecológico y económico que garantice el desarrollo humano integral y sostenible, así como un enfoque social y político que asegure el bien común y la justicia distributiva.

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Dimensión Psicológica y Emocional

La dimensión psicológica y emocional se refiere al impacto de la pobreza y la tecnología sobre la psicología y las emociones, es decir, sobre el conjunto de procesos mentales y afectivos que determinan nuestra forma de pensar, sentir y actuar. Algunos ejemplos de los problemas psicológicos y emocionales relacionados con la pobreza y la tecnología son:

  • El estrés o la ansiedad provocados por la incertidumbre o el miedo ante el futuro, que consisten en estados de tensión o nerviosismo que se generan ante situaciones que percibimos como amenazantes o peligrosas para nuestra supervivencia o bienestar, debido a factores como el cambio, el riesgo o la inseguridad. El estrés o la ansiedad provoca efectos negativos como el malestar, la irritabilidad o la angustia.
  • La depresión o el duelo provocados por la pérdida o el deterioro de los vínculos afectivos con la naturaleza o con los demás seres vivos, que consisten en estados de tristeza o desánimo que se generan ante situaciones que implican una separación o un daño a algo o alguien que valoramos o queremos, debido a factores como el deterioro, la muerte o el abandono. La depresión o el duelo provoca efectos negativos como el dolor, la apatía o el suicidio.

Estos problemas psicológicos y emocionales pueden mejorar o empeorar en el futuro si no se toman medidas urgentes y efectivas para superarlos o evitarlos. Según el [Informe sobre salud mental 2020], elaborado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), si no se cambia nuestra forma de cuidar y expresar nuestra salud mental en el mundo, para el 2050 podríamos esperar:

  • Un aumento del 10% del número de personas con trastornos mentales, lo que supondría una mayor prevalencia de enfermedades como la depresión, la ansiedad o el estrés postraumático.
  • Un aumento del 15% del número de personas con problemas emocionales, lo que supondría una mayor incidencia de sentimientos como la tristeza, el miedo o la ira.
  • Un aumento del 20% del número de personas con conductas suicidas, lo que supondría una mayor mortalidad por suicidio.

Ante estos escenarios, es necesario adoptar un enfoque ecológico y económico que garantice el desarrollo humano integral y sostenible, así como un enfoque social y político que asegure el bien común y la justicia distributiva. Para ello, se requiere la acción conjunta y coordinada de todos los actores psicológicos y emocionales: gobiernos, organizaciones internacionales, sociedad civil, sector privado y ciudadanía. Algunas de las acciones que se podrían impulsar son:

  • Promover una salud mental integral y sostenible, que garantice el bienestar físico, mental y social de las personas pobres o vulnerables, así como su prevención, detección y tratamiento de los trastornos mentales.
  • Promover una atención psicológica y emocional adecuada y accesible para las personas pobres o vulnerables, que les brinde apoyo, orientación y acompañamiento en sus procesos de adaptación, superación y recuperación.
  • Promover una educación emocional que fomente el desarrollo de una inteligencia emocional , que consiste en la capacidad de reconocer , expresar y regular nuestras propias emociones , así como de comprender , respetar y empatizar con las emociones de los demás , debido a factores como la información , la educación o la motivación . La educación emocional provoca efectos positivos como el bienestar , la autoestima o la convivencia .

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Dimensión Científica y Tecnológica:

Esta dimensión se refiere al impacto de la pobreza y la tecnología sobre la ciencia y la tecnología , es decir , sobre el conjunto de conocimientos , métodos y herramientas que nos permiten comprender y transformar el mundo 15.

Algunos ejemplos de los problemas científicos y tecnológicos relacionados con la pobreza y la tecnología son:

  • La falta de inversión o innovación en áreas clave para el desarrollo sostenible, como las energías renovables, la biotecnología o la inteligencia artificial, que consiste en la escasez o insuficiencia de los recursos o incentivos para generar o aplicar nuevos conocimientos o soluciones que contribuyan a mejorar la calidad de vida o el bienestar de las personas pobres o vulnerables, debido a factores como la pobreza, la desigualdad o el conflictoLa falta de inversión o innovación provoca efectos negativos como el atraso, la dependencia o la vulnerabilidad científica y tecnológica17.
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  • Los riesgos éticos o sociales derivados del uso inadecuado o abusivo de algunas tecnologías, como las armas nucleares, los organismos genéticamente modificados o las redes sociales, que consisten en las amenazas o daños que pueden causar algunas tecnologías a las personas pobres o vulnerables, al medio ambiente o a la sociedad en general, debido a factores como la ignorancia, la codicia o el egoísmo. Los riesgos éticos o sociales provoca efectos negativos como el peligro, el daño o el conflicto.

Estos problemas científicos y tecnológicos pueden mejorar o empeorar en el futuro si no se toman medidas urgentes y efectivas para superarlos o evitarlos6.

Según el [Informe sobre ciencia, tecnología e innovación 2020], elaborado por la Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial (ONUDI), si no se cambia nuestra forma de producir y consumir ciencia y tecnología en el mundo, para el 2050 podríamos esperar:

  • Una caída del 10% del índice de desarrollo científico y tecnológico mundial, lo que supondría una menor capacidad de generar y aplicar nuevos conocimientos o soluciones para mejorar la calidad de vida o el bienestar de las personas.
  • Una caída del 15% del índice de acceso a la ciencia y la tecnología mundial, lo que supondría una menor disponibilidad o uso de los recursos o servicios científicos y tecnológicos para mejorar la calidad de vida o el bienestar de las personas.
  • Una caída del 20% del índice de impacto de la ciencia y la tecnología mundial, lo que supondría una menor contribución o beneficio de los conocimientos o soluciones científicas y tecnológicas para mejorar la calidad de vida o el bienestar de las personas.

Ante estos escenarios, es necesario adoptar un enfoque ecológico y económico que garantice el desarrollo humano integral y sostenible, así como un enfoque social y político que asegure el bien común y la justicia distributiva910.

Para ello , se requiere la acción conjunta y coordinada de todos los actores científicos y tecnológicos : gobiernos , organizaciones internacionales , sociedad civil , sector privado y ciudadanía 1213.

Algunas de las acciones que se podrían impulsar son:

Compilado electrónicamente y posteriormente desarrollado por Fabián Sorrentino según las fuentes citadas en el artículo con su link correspondiente.