Cuando mi timbre de voz se hace sordo, ronco o cascado, entonces tengo la voz ronca. La ronquera significa que padezco agotamiento mental y físico. Algo impide mis “ruedas” de girar sin tropiezos. Vivo un bloqueo emocional, una emoción viva y reprimo mi agresividad.

La garganta se relaciona con el centro de energía de la verdad, de la comunicación y de la expresión de sí (chakra de la garganta); en consecuencia puede que me sienta cogido por la verdad y que tenga dificultad en asimilarla y por mis convicciones personales.

Recurro a algunos paliativos o a estimulantes tales como el café, el alcohol, cigarrillos, etc., y, cuando desaparece el efecto, aparece la ronquera.

El cansancio que siento amplifica las inquietudes y las preocupaciones que no quería mirar. Tomo consciencia que necesito un tiempo de paro y acepto darme el descanso y el tiempo necesarios para regenerarme. Al haber descansado, las situaciones y los acontecimientos recobran su proporción real, soy mucho más objetivo y lúcido para tomar las decisiones que se imponen