Cuando en Gramática se realiza el análisis sintáctico de oraciones, o sea se estudia cómo las palabras que integran la oración se combinan y las relaciones que surgen entre ellas, lo primero que se hace es la separación en sujeto (de quien se dice algo) y predicado (lo que se dice del sujeto).

Al efectuar esta tarea, analizamos de quien se está hablando para hallar el sujeto, y encerrarlo entre paréntesis, pero en muchos casos podemos observar que no hallamos expresado en palabras observables, quien es el que realiza la acción verbal. Entonces nuestra tarea será ver si lo podemos presuponer.

Si resulta factible reponerlo, eso significa que el sujeto está tácito, omitido o elíptico: que aunque no lo hallemos escrito, el sujeto está, aunque no individualizado. Por ejemplo, si decimos “corrió por el andén” sabemos que alguien, un sujeto indeterminado lo hizo. No sabemos si es animal o persona; ni su sexo, pero sí que es alguien único y no más de uno, pues el verbo está expresado en singular y en tercera persona; por lo tanto podemos considerar que el sujeto tácito se corresponde con un pronombre singular en tercera persona: “él” o “ella”. Ambos pronombres “él” o “ella” pueden ser considerados como sujeto tácito de la oración que pusimos como ejemplo. No sabremos seguramente si se trataba de la perra “Panchita” o de la señora Marcela, pero sí que un sujeto singular corrió, distinto de mí y de aquel con quien estoy hablando (tú): él o ella.

Cuando alguien no lee la oración suelta, sino dentro de un texto más extenso, es generalmente posible determinar quién es precisamente el tercero que realizó la acción, que surge de lo antes expresado, y por lo tanto es innecesario repetirlo. Tomando el mismo ejemplo, el relato completo podría haber dicho: “Juan estaba asustado, lo venían persiguiendo. Corrió por el andén”. Tendremos así identificado a nuestro “él”. Se trataba de Juan.

En el caso de primera persona singular, por ejemplo: “Fui al cine” no cabe dudas de que fui “yo” (sujeto tácito); si el sujeto tácito es nosotros, sabemos que hablo de mí y de otros indeterminados. En la segunda persona singular y plural (“tú” o “vosotros”) se refiere a quienes se está dirigiendo: “eres muy linda” o “sois muy lindos”.

Definición en DeConceptos.com