Infección, generalmente grave, debida a la difusión masiva por todo el organismo de bacterias procedentes de un foco séptico (el cual produce la infección). Es una descarga repetida y prolongada, es una forma de envenenamiento de la sangre. Véase problemas de la sangre y fiebre, agregando que la persona afectada por esta enfermedad vive una obsesión que la envenena.

Recibe el mensaje de que es urgente realizar un procedimiento de perdón, como se describe al final de este libro. La septicemia es una infección grave (envenenamiento generalizado) de la sangre. Es lo que se llama quemarse la sangre o envenenarse la vida.

Debería preguntarme “por quién o por qué me dejo envenenar la existencia”. Decido aceptar que tengo la total responsabilidad de mis elecciones y tomo consciencia de las alegrías de la vida.

El organismo responde contra la propia sangre con el síndrome de respuesta inflamatoria sistémica debido a una infección en el líquido plasmático (sangre).

Conflicto de intoxicación y peligro en la familia.

Sentido Biológico: Como la sangre se asocia con la familia (por los lazos de sangre), tenemos que una intoxicación de la sangre responde a una intoxicación en la familia. Enrique Bouron presenta el caso de la acacia, un árbol que envenena su propia sangre para defenderse de los herbívoros que quieren comerse sus hojas. El símil del árbol que protege sus hijos (hojas) y sus raíces (clan) envenenando su propia sangre para deshacerse del depredador (en este caso herbívoro), se asocia con la mujer que protege su linaje del marido (padre) que le engañó. A partir de aquí, debemos buscar los simbolismos más adecuados.

Conflicto: Conflictos de intoxicación dentro de la familia. “Mi familia me intoxica”. Necesidad de protegerme a mí y a mis hijos (familia) del predador que acecha (puede ser alguien también de la familia) . Siento que mi comportamiento ha destruido todo aquello sobre lo que reposaba la cultura y tradición de mi familia