Placebo. Sustancia farmacológica o tratamiento sin ningún efecto pero que proporciona alivio al paciente por un fenómeno de persuasión.

Placebo, efecto. Efecto que causa una medicina más por la sugestión que por su real eficacia farmacológica.

El efecto placebo (del latín placēbō, “complaceré”, primera persona del singular del futuro imperfecto de indicativo de placeō “Yo complazco”)1 es el conjunto de efectos sobre la salud que produce la administración de un placebo, que puede ser en forma de pastilla, una terapia, la automedicación o un mero acto médico, y que no se deben al efecto específico de ningún acto médico.

En investigación médica, el efecto placebo aparece en diferentes situaciones y depende del grado de sugestión. Los placebos más comunes incluyen pastillas de azúcar, infusiones y cirugías placebo, pudiendo ser también cualquier otro procedimiento en el que se da información falsa al paciente. Los efectos positivos del placebo desaparecen cuando se informa a los pacientes de la realidad del medicamento que están tomando.2

También es el causante de que funcionen los métodos de la medicina no convencional, en que los pacientes se curan solo si creen en la curación, no porque el método aplicado sea efectivo contra esa enfermedad.

La explicación neurocientífica postulada para este fenómeno sería la estimulación (no por parte de la sustancia placebo, de lo contrario no entraría en la definición) de los cortex prefrontal, orbitofrontal y cingulado anterior, así como el núcleo accumbens, la amígdala, la sustancia gris periacueductal y la médula espinal, que influyen en la percepción de la salud, como se ha comprobado en estudios de resonancia magnética funcional.3

Hay gran variabilidad en la presentación de este efecto y la aparición del mismo está determinada por factores del individuo, de la sustancia (incluida su forma de administración) y del medio en el que se realiza el tratamiento. Sin embargo, la cuantificación de este fenómeno es muy útil para determinar la utilidad y seguridad de fármacos y otras sustancias en la terapéutica.

Historia de los placebos
La palabra placebo es la primera persona de singular del futuro de indicativo del verbo latino placere, que significa ‘complacer’. La palabra placebo se encuentra en latín en la biblia Vulgata, en el Salmo 114, y en el 116 (acción de gracias por haber sido liberado de la muerte) de la biblia en español. Esta palabra se usaba en la Edad Media para designar los lamentos que proferían las plañideras profesionales en ocasión del funeral de alguna persona. En el siglo XVIII, el término fue definido en un diccionario médico como medicamento común y, en una edición posterior, como algo que simula ser un medicamento.

La historia de la medicina presenta muchos ejemplos que reflejan que la historia del tratamiento médico es la historia del efecto placebo.

Los fármacos en la historia de la medicina fueron:

Erráticamente descritos.
Usados de forma no coherente.
Inapropiadamente prescritos.
Normalmente combinados con otras sustancias más complicadas.
Probablemente difíciles de conservar.
China: El emperador Huang Ti menciona casi 2000 fármacos y 16.000 prescripciones que fueron usados casi 2500 años sin mayores cambios.
Sumerios-Asirios-Babilónicos: Registraron 265 remedios.
El papiro de Ebers nombra 842 prescripciones y más de 700 fármacos.
India antigua: Fueron usados casi 600 fármacos.
El Corpus Hipocrático: Menciona de 195 a 400 fármacos.
La farmacopea de Galeno: Dominó el régimen terapéutico durante 1500 años y desapareció cuando nació la medicina científica o convencional a principios del siglo XIX. Entonces existían 820 remedios placebo.
Esta cantidad de antiguos remedios totalizan 4785 fármacos y casi 17.000 prescripciones registradas. Es probable que casi todos ellos fuesen placebos.
La farmacopea inglesa del siglo XVII publicaba una gran cantidad de preparados que contenían diversos elementos orgánicos e inorgánicos que se reemplazaban entre sí.
Los cura-todo fueron abundantemente usados por varios siglos, utilizando el veneno de serpientes venenosas como uno de los principales sustratos, opio, diversas raíces, secreciones, excrementos, etc.
Estos componentes nocivos y extraños mantuvieron al médico en un lugar de privilegio y respeto debido a que él era el agente terapéutico.
A pesar de que algunas sustancias pudieran tener efectos terapéuticos. Es importante pensar la forma en que en la antigüedad se pudieron aislar principios activos de algunos componentes terapéuticos, separar de sus componentes de origen, preparar y almacenar.
La miel y la malaquita producen una débil inhibición del crecimiento bacteriano in vitro.
Ma Huang cita 2000 fármacos de las cuales la efedrina es la única con principio activo conocido y en 1920 se logró sintetizar con ciertas limitaciones. Pero la efedrina sólo era efectiva para la tos y en nuestros días se sabe que sólo es efectiva para la tos del asma bronquial.

Efecto fisiológico del placebo
Un estudio realizado por el Sistema de Salud de la Universidad de Michigan explica los fuertes efectos fisiológicos que presentan algunos pacientes al uso de placebos.

En este estudio el grupo de neurología de esta universidad ha localizado un área del cerebro que se activa cuando el paciente cree que está tomando un medicamento.

Se usaron dos tipos de escáneres diferentes en personas totalmente sanas:
Se realizaron Tomografías por Emisión de Positrones (PET)a 14 voluntarios.
Resonancia Magnética Funcional fMRI: Se sometieron los 14 anteriores, 16 voluntarios más y 18 personas a las que no se les sometió a PET pero que a las se les sometió a las mismas pruebas que a los demás dos veces.
Los resultados se combinaron. Al grupo de personas completo, se les iba administrando una inyección dolorosa, se registraba la actividad del dolor y luego se les administraba el placebo.

A los grupos de 14 y 16 personas se les advirtió que si conseguían describir los efectos de dicho ‘analgésico’, recibirían una recompensa de 5 dólares. Al grupo de 18 personas se les informó la verdad de lo que se les iba a administrar.

La investigación reveló que en los pacientes más receptivos al uso de placebos se activaba la producción de dopamina, un tipo de neurotransmisor responsable de múltiples actividades fisiológicas como la creación de los sentimientos placenteros.

Por el contrario, en los pacientes a los que se les advirtió de la verdad, no había reacción e incluso alguno podía llegar a experimentar el efecto nocebo.

Personas susceptibles al efecto placebo
Los placebos no funcionan en todo el mundo. En 1955, Henry K. Beecher publicó un artículo10 en el que demuestra que el efecto placebo solo tiene lugar en el 35% de las personas. Pero realmente el rango puede variar desde el 0% hasta el 100%. Depende del tipo de placebo administrado y de la condición médica que se pretende tratar. No todo el mundo responde al efecto placebo, del mismo modo que no todo el mundo responde del mismo modo a las drogas.

El efecto placebo también puede afectar al cuidador y a la percepción de éste en la evolución de la enfermedad del paciente. Es lo que se conoce en medicina como efecto placebo por poderes (placebo by proxy, en inglés).

El placebo por poderes se da, sobre todo, cuando los pacientes son niños o animales.

Referencias
Katja Weimer, Marco D. Gulewitsch, Angelika A. Schlarb, Juliane Schwille-Kiuntke, Sibylle Klosterhalfen & Paul Enck (2013). «Placebo effects in children: a review». Pediatric Research (74): 96-102. doi:10.1038/pr.2013.66.
Grelotti DJ, Kaptchuk TJ (2011). «Placebo by proxy». British Medical Journal. doi:10.1136/bmj.d4345.
Aurore Curie , Kathy Yang , Irving Kirsch , Randy L. Gollub , Vincent des Portes , Ted J. Kaptchuk , Karin B. Jensen (2015). «Placebo Responses in Genetically Determined Intellectual Disability: A meta-Analysis»