Una persona que tiene pechos gordos (hombre o mujer), frecuentemente empezó muy joven a sentirse obligada a cuidar maternalmente de los demás para sentirse amada. Por más que tenga esta habilidad de cuidar de los demás, comprendo que, frecuentemente, actúo así porque tengo miedo del rechazo y que, sintiéndome admirado por este lado mío, me atraigo así el agradecimiento de los que me rodean.

Al revés, si tengo pechos pequeños, puede que dude de mis capacidades de madre y que sienta constantemente la necesidad de probar que puedo serlo.

El pecho izquierdo representa el aspecto más emocional, más afectivo de mi faceta maternal; en cambio el pecho derecho se asocia al papel y a las responsabilidades de la mujer en la familia o en la sociedad. Si mis pechos son blandos y colgantes, tengo interés en aprender a ser más firme en mi modo de hablar o de actuar.

Los pechos representan también la feminidad en la mujer. Frecuentemente son exageradamente admirados. La aparición de los pechos significa volverse mujer. Provocan muchas reacciones para la mujer. Puedo tener miedo de volverme un sex symbol, de estar ridiculizada. Puedo vivir vergüenza, confusión, sentirme rebajada. Puede que no quiera tener hijos porque esto me recuerda, conscientemente o no, un “impacto” pasado. Es posible que viva ciertos temores de ser a la vez madre y mujer. Elijo aceptar recibir tanto como doy, acepto mi feminidad.

El pecho está vinculado con mi sentido de la identidad y la parte interior de mí ser. A este nivel se sitúan mi corazón y mis pulmones, órganos esenciales al funcionamiento de una vida autónoma.

Si tengo una dolencia o un dolor a este nivel, puedo preguntarme: “Mi sensibilidad frente a mis relaciones familiares estuvo herida o afectada últimamente?”, tengo miedo de comprometerme frente a una persona o una situación, lo cual me lleva a evitar las ocasiones de dar e implicarme?”.

Tomo consciencia de que es muy benéfico revelar mis verdaderos sentimientos y mi vulnerabilidad: siempre gano cuando soy auténtico!

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Dolores de Pechos:
El pecho es la parte del cuerpo que abarca de los hombros al abdomen y contiene al corazón y los pulmones. La definición que sigue se aplica únicamente a los DOLORES en esta zona.

En metafísica, el pecho representa la familia. Un dolor aquí ubicado puede denotar un dolor sentido después del deseo insatisfecho de acurrucarse en el pecho de uno de los padres. El mensaje también puede venir del hecho de que la persona que lo sufre evita dejar que alguien se acurruque contra el suyo.

También es posible que sea una persona que hincha el pecho porque se cree indispensable en la familia y quiere demasiado para los demás. Además, cualquier dolor indica culpa, y una acusación hacia sí mismo o hacia otra persona. Puede acusarse o acusar a alguien de no encargarse bien de otro miembro de la familia.

Con estos dolores en el pecho tu cuerpo te dice que te ames más y que te des el derecho de ser lo que eres, es decir, que te aceptes con tus defectos, tus debilidades y tus límites. No tienes que depender de los demás para tu felicidad. Cuando siento dolores en los pechos, debo interrogarme para saber si adopto una actitud sobre – protectora o dominante hacía mis hijos o hacía mi cónyuge.

Un quiste puede producirse si me siento culpable frente a una maternidad o si sufrí un impacto emocional. Al querer proteger excesivamente a la gente a quien amo, les impido vivir, tomo las decisiones en su lugar, me vuelvo madre protectora. Necesito dejar que los a quienes amo se vuelvan autónomos para que ellos también sean personas responsables.

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Mastitis:
La mastitis es una inflamación de la glándula mamaria durante la lactancia. Véase absceso y problemas en los senos, agregando que el enojo sentido tiene relación con la manera de vivir esta nueva maternidad. Ver también las explicaciones adicionales sobre las enfermedades inflamatorias.

La mastitis que es la inflamación del pecho, lo hace muy doloroso y puede producirse durante la lactancia la cual, entonces, debe interrumpirse. Siempre en relación con la maternidad, provoco una dolencia que me obligará a dejar de dar de mamar sin vivir ninguna culpabilidad. También puedo ser yo quien tenga la sensación de estar demasiado protegida maternalmente, bien por mi cónyuge, o por alguien de mi entorno.

Estos dolores en los pechos pueden demostrar también que soy demasiado dura hacía mí. Así que acepto dejar a los demás libres de sus elecciones, aprendo a amarme. Reconozco que cada uno de nosotros crece con sus experiencias.