El muguete es una enfermedad contagiosa debida a una levadura, y caracterizada por la presencia de placas de un blanco cremoso causado por las mucosas bucales y faríngeas, es decir en la boca y en la garganta.

Esta enfermedad es muy frecuente en los niños. Aparece después de gritos y llantos incesantes de mi niño que desea tener caricias, contactos físicos con nosotros, sus padres. Si me pongo en el lugar del niño, un bebé en particular, me recuerdo que necesito contacto con mi madre o mi padre para sentirme en seguridad y fuera de peligro porque sé que soy vulnerable.

El único modo que tengo para atraer la atención de mis padres, para que me 101cojan en sus brazos, es chillar y llorar.

Es el único modo de que me sacien con calor humano. Ya que mis padres pueden interpretar erróneamente mis gritos y pensar que tengo hambre, sed, frío, etc., no voy a conseguir lo que necesito. Y mi laringe, órgano esencial de la fonación, siendo incapaz de cumplir mi necesidad de contacto físico, activará el muguete. Para mis padres, han de cogerme en sus brazos lo más frecuentemente posible, acariciarme, para que desaparezca el muguete.

Cuando aparece en mí el muguete, el adulto, puede que esto se produzca después de una infección de mis pulmones, de mis vías respiratorias. Entonces, mis necesidades son las mismas que las del niño mencionadas anteriormente, sólo que se trata de mi niño interior quien requiere atención y sentir seguridad.

Mi parte adulta puede reconfortar este niño que está en mí y tranquilizarle. La armonía se instalará mejor, lo cual permitirá que se recupere la salud.